Coronavirus en Ecuador: los cadáveres se amontonan en las casas
Las familias advierten a través de redes sociales que tienen cadáveres en casa que aún no han sido retirados por las autoridades
Profundo dolor en Ecuador, el segundo país de América Latina en fallecidos y el tercero en contagios de coronavirus. La pandemia afecta particularmente a la nación sudamericana ya no solo por las cifras oficiales del impacto del Covid-19 entre sus habitantes, sino por lo difícil que ha sido gestionar esa cantidad de muertos. Se habla en algunos casos de familias que han tenido que sacar cuerpos a las aceras después de esperar durante varios días a que fueran recogidos. Y las cifras de fallecidos en sus domicilios ponen en tela de duda los números que divulga el Gobierno.
Informa El País desde Guayaquil, el principal foco de contagio ecuatoriano, de que el coronavirus ya se ha cobrado la vida de 98 personas en el país, pero también hay otros 76 fallecimientos que no se han podido confirmar como causados por la enfermedad Covid-19. Las familias han denunciado por medio de las redes sociales que tienen cadáveres en casa que aún no han sido retirados por las autoridades. Los servicios de emergencias de Guayaquil en un día recibieron hasta 40 llamadas para retirar cuerpos.
El diario El Universo ha incrementado la preocupación al cifrar en 450 la cantidad de cadáveres en lista de espera para ser recogidos. El presidente, Lenín Moreno, descartó que se vayan a emplear fosas comunes como se rumoreó y aseguró que las víctimas tendrán un entierro digno.
Jorge Wated, el jefe de la Fuerza de Tarea Conjunta de Guayas, la zona cero de la propagación del virus, ha dicho que los expertos estiman que «los fallecidos en estos meses llegarán entre 2.500 a 3.500 por la Covid-19 solo en Guayas, para eso nos estamos preparando». Su equipo es el que trata de combatir la expansión del coronavirus en esa zona, informó Efe. La provincia del Guayas, cuya capital es precisamente Guayaquil, ha detectado 1.941 de los 2.758 casos positivos en todo el país, y ha despedido a 63 de sus habitantes por la pandemia, de entre los 98 muertos en el Ecuador.
Descontrol de los cadáveres
Wated ha pedido «disculpas» a todos los ciudadanos que «tuvieron una demora de días en ver retirados a sus seres queridos» y alegó que ello se debe a las dificultades propias de las circunstancias. «La problemática en el país inicia fruto de la propia pandemia, la misma que complicó el sistema mortuorio de la ciudad», ha añadido. Algunas personas han denunciado que los cadáveres se quedaron en las casas hasta cuatro días antes de ser retirados, una desagradable situación que se suma al profundo dolor de las familias por la pérdida de sus seres queridos.
No todos son fallecidos por el coronavirus, alertan las autoridades, pero es cierto que las limitaciones de movimientos de las funerarias, el toque de queda que se ha decretado, el temor a los contagios y las dificultades para obtener los certificados de defunción han colapsado el sistema de enterramiento. El jefe de la Fuerza de Tarea Conjunta de Guayas ha asegurado que, para resolver estos problemas, se ha «aumentado el horario de atención de camposantos y funerarias, reforzado la atención en el ECU 911 [número de emergencias] y el otorgamiento del certificado de defunción».
Wated dice que han aumentado la capacidad para recoger de 30 muertos diarios a 150. Las Fuerzas Armadas están ayudando en la recolección de fallecidos y se permite a los cementerios extender su horario hasta las 17.00 horas, pese a que el toque de queda es a partir de las 14.00 horas. El martes por la noche, las autoridades estimaban que debía haberse finalizado ya la tarea de recogida de los cadáveres que permanecían desde hace varios días en los domicilios.
