El modelo de subcontratación amenaza el final de temporada del Liceu 

La huelga de los acomodadores, que ya ha paralizado el Auditori de BCN, revela un conflicto que tendrá que ser gestionado por el nuevo gobierno municipal 

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El Auditori de Barcelona tuvo que echar el telón el pasado viernes, a las puertas de acabar la temporada, pero tras más de un mes de conflicto con los acomodadores del centro. El Gran Teatre del Liceu inicia este martes la última función de ópera antes del verano en una situación que, sin haber llegado todavía a ese punto crítico, supone también una amenaza: 40 trabajadores en huelga que rechazan las propuestas planteadas desde la dirección del teatro.

El colectivo de acomodadores tiene claro que no dará su brazo a torcer hasta que se busque una solución conjunta a ambos conflictos. «El problema de fondo es el mismo», asegura una portavoz del sindicato que representa a los huelguistas. Esto es, la subcontratación de trabajadores, en este caso a través de la empresa ManpowerGroup Solutions, con unos presupuestos cada vez más ajustados.

Contratos públicos

Tanto desde el Auditori como desde el Liceu barcelonés insisten en la imposibilidad de acceder a la reivindicación fundamental del conflicto: incorporar a la plantilla como fijos al total de acomodadores de ambos centros. Aunque los motivos oficiales difieren, la explicación en los dos casos apunta a los organismos públicos, el ayuntamiento y la Generalitat, que gobiernan sobre ambos consorcios y a las licitaciones firmadas para gestionar este servicio.

El cierre del Auditori llegó tras una inspección de trabajo que confirmó cómo personal del centro y empleados de seguridad venía realizando algunas de las «funciones atribuidas al servicio de acomodación y servicios auxiliares», según estableció el auto del juzgado que ordenó las medidas cautelares. Ente estas funciones se encuentra el control de acceso en las puertas.

Amenaza para el Liceu

La denuncia de los trabajadores se ha extendido al Liceu, donde aseguran haber sido suplantados en su trabajo por los azafatos y azafatas con los que el centro complementa el servicio de acomodación. En este caso, se trata de la única función –un acto privado—que ha tenido lugar en el centro desde que el 4 de junio los acomodadores del teatro barcelonés se uniesen al paro indefinido de sus compañeros en el Auditori.

Una acusación que niega rotundamente el Liceu, que, entre otras medidas, asegura haber mejorado la señalización en sus pasillos para paliar la ausencia de acomodadores en la última función y las que tendrán lugar en los próximos días.

Este martes a las 20.00 horas está prevista la representación de Don Pasquale, la última ópera programada para la temporada 2014-2015. Las siguientes sesiones tendrán lugar entre los días 17 y 22 y el 25 y 27 de este mes.

Representantes municipales

La intención de los huelguistas es incorporar en las negociaciones a un representante del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat. Una petición que ya ha sido enviada por carta a las partes implicadas. El cambio de gobierno municipal ha hecho que todavía no exista una fecha concreta para las próximas reuniones de negociación.

Economía Digital

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