El mundo llora la muerte de García Márquez

El cuerpo del escritor será incinerado este viernes y el lunes recibirá un homenaje en México

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La literatura se ha quedado huérfana. Ha muerto el padre del realismo mágico, de una corriente literaria admirada dentro y fuera de América Latina. El periodista y escritor Gabriel García Márquez falleció el jueves en su casa de México DF a los 87 años de edad. Y hoy, el mundo llora la pérdida del premio Nobel de literatura 1982.

Desde América Latina hasta España, se han sucedido las muestras de cariño hacia el maestro de la pluma. Jefes de Estados, compañeros de profesión y políticos han lamentado la muerte de Márquez. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, lamentaba lamentaba «el fallecimiento de uno de los más grandes escritores de nuestros tiempos». Su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff, quien ha destacado que «sus personajes singulares y su América Latina exuberante permanecerán marcados en el corazón y en la memoria de sus millones de lectores».

Vargas Llosa, Wert y Rubalcaba

«Ha muerto un gran escritor cuyas obras dieron gran difusión y prestigio a la literatura de nuestra lengua. Sus novelas le sobrevivirán y seguirán ganando lectores por doquier», ha declarado el escritor peruano Mario Vargas Llosa.

En España, políticos y escritos también han mostrado su pésame. El ministro de Cultura, José Ignacio Wert, ha sostenido que la literatura en español tiene una «deuda inmensa» con el escritor. El portavoz del Partido Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, ha escrito en Twitter que se ha ido «uno de los grandes de la literatura». «Gracias por tus letras, maestro. #DescansaEnPazGabo». El líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha lamentado la muerte de su escritor favorito «y el de millones de lectores». El mismo mensaje que el pronunciado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Homenaje en México

Cien años de soledad
fue su obra más célebre, la que le catapultó a la fama y le coronó como una figura simbólica de la retórica. Pero El amor en los tiempos del cólera fue su obra más querida. Márquez plasmaba en sus páginas el amor y la soledad, pero también describió como pocos la realidad del continente latinoamericano. Entre su extenso y laureado repertorio también destacan El coronel no tiene quien le escriba; Del amor y otros demonios o sus más recientes Memoria de mis putas tristes o Yo no vengo a decir un discurso.

El escritor será incinerado este viernes en México, en un acto familiar y privado. Pero el lunes, el mundo entero podrá dar su último adiós al premio Nobel en el homenaje que se le rendirá desde México. La despedida de un maestro que dejará frases tan célebres como: “Lo único que me duele de morir es que no sea de amor”.

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