¿Es Hacienda la verdadera ganadora del Planeta?

La normativa sobre la tributación de los premios literarios no es pacífica, pero una sentencia de 2012 juega a favor de los autores

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El artículo 7 de la Ley del impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) especifica que están exentos de pagar el impuesto «los premios literarios, artísticos o científicos relevantes, con las condiciones que reglamentariamente se determinen, así como los premios Príncipe de Asturias, en sus distintas modalidades, otorgados por la Fundación Príncipe de Asturias».

Los escritores en ciernes que sueñan con ganar un premio literario o de fotografía o de pintura que lean este artículo seguro que se las prometerán muy felices. Sin ir más lejos, el premio Planeta, que el jueves se llevó Alicia Giménez Barlett, está dotado con nada más y nada menos que 600.001 euros del ala.

La letra pequeña de la ley

Una cantidad nada despreciable y libre de impuestos. Es para frotarse las manos, dejarlo todo y ponerse a escribir de inmediato. Pero como tantas veces, la ley tiene su letra pequeña. Esa exención sólo se aplica a los premios, premios, a los de verdad, es decir, a los que no implican la percepción de un pago como contraprestación por la entrega de la obra literaria, artística o científica.

Y esa situación se produce en muy pocas ocasiones, porque en la mayoría de veces, el premiado cede los derechos de su obra a la editorial que la explota y, por tanto, se considera que el premio no es más que un adelanto encubierto de los derechos de autor que se generarán con la venta del libro.

Renta irregular

Por eso, en la práctica, los premios tributan, con la excepción del Príncipe de Asturias y la concesión de algunas becas de poco calado. No obstante, ya se sabe que Dios aprieta pero no ahoga, así que los premios pueden considerarse como una renta irregular ¿Eso qué es? El ingreso se hace en un momento determinado, pero no es una cuantía que el autor o artista obtenga cada año.

Lo normal es que el escritor haya dedicado a la redacción de la obra premiado mucho más tiempo. Es posible que el año en que gana el premio tenga unos buenos ingresos, pero que en años anteriores o posteriores no vea ni un duro. Por eso, Hacienda se compadece y considera esa renta irregular, lo que implica que se puede imputar a varios ejercicios.

Descuento del 40%

En la práctica, las rentas irregulares tributan con un descuento del 40%. Así, si el Planeta supone un ingreso de 600.001 euros, la base imposible será de 360.000 euros a los que se aplicará el tipo impositivo que corresponda.

Pero la cosa no es tan sencilla. La ley tiene un nuevo truco, otro recoveco que juega en contra de los autores, y es que Hacienda hasta 2012 venía considerando que premios como el Planeta no eran más que una contraprestación por un trabajo, el pago por parte de la editora de los derechos de autor y por lo tantos éstos no tenían derecho ni a tributar como renta irregular.

Las dudas se despejaron con una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Galicia a raíz de un recurso interpuesto por la finalista del Planeta 2006, Marta Rivera de la Cruz. La escritora había declarado el premio como renta irregular y el Tribunal le dio la razón al considerar que en los Planeta sí hay un algo de premio, que no son sólo una venta de derechos de autor. Gracias a esa resolución, los escritores en ciernes que sueñan con llevarse un galardón pueden respirar algo más tranquilos.  

Economía Digital

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp