Las notarías hacen su gran negocio con los divorcios

Por cada boda que registran, se solicitan tres separaciones. Su gran ventaja es que el trámite demora sólo entre 24 y 48 horas

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Por cada pareja que une la firma de un notario, otras tres se separan en la misma oficina. En los últimos meses, 456 parejas han estrenado a los notarios de España como casamenteros, aunque casi mil más, 1.415, les han convertido en árbitros del fin de su amor.

Desde el 23 de julio de 2015, los notarios pueden casar o divorciar gracias a la entrada en vigor de la ley de jurisdicción voluntaria que les introdujo en el negocio del amor y del desamor. En los últimos seis meses del pasado año, en las notarías se registraron 1.871 bodas, separaciones o divorcios.

Unas cifras que se pueden considerar discretas pero que el Consejo General del Notariado califica de «positivas» desde la convicción de que irán al alza en los próximos años porque «son muchas las personas que se han interesado durante este tiempo».

Nuevos casamenteros

Con esta nueva ley, los notarios se suman a jueces de paz, letrados de la Administración de Justicia, alcaldes y concejales en la capacidad de unir en matrimonio, con unos honorarios que oscilan entre los 100 y los 150 euros, dependiendo de diversos factores como que la boda se celebre en día laboral o festivo, y que sea dentro o fuera de la notaría.

Pero no es el precio lo que empuja a las parejas a decantarse por esta nueva opción, sino la rapidez del trámite: en 24 o 48 horas, la unión queda certificada. En cambio, en los ayuntamientos –sobre todo de las grandes ciudades- la demora puede ser de varios meses. Pero todavía es más rápido el trámite de separación: en 24 horas, ya puede estar firmada la escritura pública de divorcio.

Divorcio exprés

Es necesario cumplir una serie de requisitos, como que la ruptura sea de mutuo acuerdo, que hayan pasado al menos tres meses desde la celebración del matrimonio y que la pareja no tenga hijos menores o dependientes de sus padres.

El precio medio es de unos 150 euros, aunque dependerá de la extensión del convenio regulador que tiene que presentar la pareja, que deberá estar siempre asistida por un abogado.

El notario comprobará que el convenio es equitativo y que no es perjudicial para ninguno de los cónyuges y una vez firmado el divorcio dispone de dos días para comunicarlo al Registro Civil.

Todo indica que, de ahora en adelante, los notarios empezarán a ser conocidos por su labor para unir o deshacer parejas. Se acabó el mito de que el notario «solo firma», ahora también casa. Y divorcia, claro.

Economía Digital

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp