Los okupas volverán a tomar la calle en Barcelona

Los vecinos del barrio de les Corts temen que la protesta por la desocupación de un edificio acabe con disturbios

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Nuevo conflicto okupa en Barcelona. Esta tarde han convocado una concentración de protesta por la desocupación, realizada a primera hora de esta mañana, de un edificio del barrio de les Corts, en las proximidades del estadio del Barça. Los vecinos temen que las protestas acaben en disturbios.  

Aprovechando que en aquel momento no había nadie en el inmueble, un grupo de operarios ha tapiado la puerta principal y todas las ventanas de la primera planta. Desde la Asociación de Vecinos del Camp Nou se indica que el dueño ha decidido recuperar su edificio en una «operación relámpago».  

A mediados de octubre, un grupo de jóvenes del barrio ocupó éste bloque vacío de la calle Benavent con la intención de convertirlo en un centro social. Lo llamaron «La Benaventurada».  

El Ayuntamiento no consigue contactar el el propietario

En el plenario del distrito de les Corts del pasado miércoles, los vecinos pidieron la intervención del Ayuntamiento de Barcelona para evitar que La Benaventurada se convierta en un nuevo Can Vies, en referencia al centro okupa del barrio de Sants. Su desalojo en mayo de 2014, por orden del entonces alcalde Xavier Trias, acabó en graves incidentes callejeros.  

El concejal Agustí Colom, de Barcelona en Comú, informó a los vecinos que no habían conseguido contactar con el propietario, a quien le correspondía instar el desalojo, pero que la Guardia Urbana garantizaría una «buena convivencia». Aunque no consiguieran dar con el paradero del dueño, al parecer éste ha actuado por su cuenta.    

Los okupas dijeron a los vecinos que el edificio era propiedad de la Sareb, el llamado banco malo. En realidad, el inmueble figura inscrito a nombre de la sociedad Especialistes del Subsol SL, controlada por un empresario inmobiliario barcelonés. En 2012, las hipotecas sobre esta finca, concedidas por Caixa Catalunya, fueron cedidas a la Sareb. En año pasado, Hacienda ordenó un embargo de la propiedad por un importe de más de 400.000 euros.

Los vecinos temen un «nuevo Can Vies»

La presidenta de la Asociación de Vecinos de Camp Nou, Anna Ramon, apunta a este medio que temen que la situación degenere en «un nuevo Can Vies». La alcaldesa Ada Colau se ha visto incapaz de atajar los conflictos con los okupas.

Una vecina de ésta calle explica que los okupas son jóvenes del barrio, de estética alternativa, pero con «teléfonos móviles de última generación». No pernoctaban en el edificio, que se encuentra en estado ruinoso.

Los vecinos también cuentan este edificio fue ocupado en 2009 por otro colectivo de jóvenes que, días después, fueron desalojados de forma «violenta» por unos skins. 

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