Los políticos españoles olvidan los jets privados porque los votantes les señalan

Las agencias admiten que los partidos evitan la aviación corporativa "porque no pueden justificarlo"

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A Mariano Rajoy le cayó un chaparrón político cuando utilizó un jet Falcon 2000 de Gestair para desplazarse a un mítin en Valencia durante la pasada campaña electoral para las autonómicas y municipales del 24M. Lo mismo les pasó a José Luis Rodríguez Zapatero y a Alfredo Pérez Rubalcaba en 2011. Pero lejos de ser la norma, los profesionales dicen que los deslices de los tres políticos son la excepción: la austeridad y la vergüenza han expulsado a la aviación privada de la política española.

«Ya casi no hay peticiones de partidos. De hecho, hay cero peticiones», explica Óscar Sardà, de Executive Airlines. Los líderes políticos nacionales evitan la comodidad del jet. Fuentes del PSOE lo explican: los jefes de gabinete cuadran las agendas para que encajen con la aviación regular y la extensa red de AVE, que ha ido creciendo en los últimos años. Desde el PP lo certifican: en las regiones «nunca» (literal) se usan aviones privados, y, si se ha usado en alguna ocasión a nivel nacional (caso de Rajoy en Valencia) es porque no existía conexión aérea regular que cuadrara. 

¿Por qué razón?

«Los casos de corrupción llevan a los políticos a usar jets privados con mucha prudencia. Y a los cargos intermedios, a evitarlos totalmente», abunda Joaquín Romero, propietario de DominionJet.

Sólo el presidente del Gobierno sigue usando un aparato de la fuerza aérea española en, precisamente, sus actos como tal. Antes, líderes políticos como Felipe González eran asiduos a este tipo de aviación, incluso para actos de partido. ¿Por capricho? «No. Porque le programaban un mítin a las siete en Valencia y a las diez en Sevilla. La conexión aérea regular era imposible», explica un portavoz de uno de los dos grandes partidos.

Ahora, cambia el agendaje de las apariciones públicas de los grandes líderes para que den ejemplo y usen el transporte colectivo. Y, en los cargos intermedios y públicos, el uso de la aviación corporativa desaparece.

«No sabrían como justificarlo. Porque el votante asocia el uso de jet con el concepto de derroche«, justifica el portavoz de Executive Airlines. 

Cambio de cliente

Así las cosas, las compañías de aviación corporativa beben de otros segmentos. «El uso por parte de las compañías ha crecido. Han descubierto que recortan costes y que pueden usar el jet como oficina. La clave es la flexibilidad», subraya el gerente de DominionJet.

En general, el sector recupera pegada tras la crisis en España, y no con la vitola de transporte de «deportistas, famosos y folclóricas«, explica un profesional del sector. Al contrario. «Cada vez son más las empresas que los usan. Enviar a cinco ejecutivos a, por ejemplo, Nigeria, evita hoteles, tránsfers y otros costes. Los llevas de punto a punto, firman el contrato y se van», concluye Óscar Sardà.

Economía Digital

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