Mas mantiene el órdago de la consulta escudado en los voluntarios

El Gobierno español sólo podría impedir ya el 9N con una orden de la Fiscalía

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Amante de la retórica, aunque un portavoz del Govern debería esclarecer las actuaciones del Ejecutivo con mayor detalle, el consejero Francesc Homs, aseguró este martes que la consulta del 9 de noviembre seguirá adelante.

Homs, que suele afirmar que habla en nombre de Mas –“el President me ha pedido que les traslade…” es una de sus frases habituales– aseguró que “todo está preparado”, y que el “proceso participativo sigue su curso”, pese a la decisión del Tribunal Constitucional, de este mismo martes, de suspender de nuevo la consulta.

Pero el Govern, consciente de la nueva situación, ha dejado el 9N en manos de los voluntarios. “Serán voluntarios, no forzaremos a nadie”, repitió Homs.

Legalidad o seguir adelante con «todas las consecuencias»

El Govern, que debatió este martes qué hacer en una reunión que se prolongó por espacio de cuatro horas, en parte para conocer en detalle qué había suspendido exactamente el Tribunal Constitucional, mantiene diferencias notables sobre la consulta.

Dos consejeros de Unió, Joana Ortega, al frente de Governació, y Ramon Espadaler, como máximo responsable de los Mossos d’Esquadra, no quieren pasar la línea de la legalidad. También el titular de Territori, Santi Vila, de Convergència. En cambio, consejeros como el propio Homs, y la titular de Ensenyament, Irene Rigau, quieren seguir adelante, “con todas las consecuencias”, como afirmó el consejero de Presidència ante los periodistas.

El hecho es que se ha establecido un cierto pacto, que pasa por seguir adelante, a riesgo de que el Gobierno decida ordenar a la Fiscalía que lo impida. En ese caso, el mismo Espadaler “respetaría y haría respetar la ley”, como ya afirmó el pasado viernes. Y, al margen de ello, se ha decidido presentar una demanda ante el Tribunal Supremo contra el Gobierno central por no «respetar» los derechos fundamentales, como el de participación.

La «fuerza» de Mas

¿Con qué fuerza cuenta ahora Mas? Governació explica que ya está casi todo a punto. Hay registrados 40.930 voluntarios. De ese total, se utilizarán 27.540, y el resto, 13.390, son suplentes. Todos están citados el domingo a las ocho de la mañana. Y todos “ya saben lo que tienen que hacer, con tareas que ya se han asignado”, se asegura desde el Govern.

Entre el viernes por la tarde y el sábado por la mañana, los docentes deberán estar en sus centros, donde se les asignará un ordenador, y se conectará a la red, junto con todo el material, urnas y papeletas. Habrá presidentes de mesa; gestores de mesa –por cada tres mesas, un voluntario–, y coordinadores del proceso.

Los docentes consultados aseguran que, después de las asambleas respectivas en cada centro, los voluntarios que han surgido “son muy voluntarios”. Es decir, como apuntan fuentes del Govern, «quieren responsabilizarse del proceso».

Lo que quería ERC y la CUP

Por tanto, Mas ha hecho suya la filosofía de Esquerra, que en la consulta inicial pedía que el Govern siguiera adelante en los preparativos hasta que hubiera un requerimiento judicial. Se sigue, también, la idea que defendía la CUP.

En este caso, al Gobierno español, que se daba este mismo martes por satisfecho tras la decisión del Constitucional, sólo le quedará la opción de impedir que el domingo se abran los centros educativos, que están en manos de voluntarios, con lo que el Govern no se consideraría aludido.

¿Lo hará Rajoy? El Ministerio de Interior está preparando un dispositivo, por si es necesario. Pero, con la orden de Fiscalía quien primero debería intervenir sería la Policía autonómica.

Mas, ¿se cura en salud?

Fuentes del Govern, y dirigentes de CiU aseguran que eso es ahora un imponderable. “No sabemos qué puede suceder, pero todo está a punto”, aseguran.

En todo caso, y para curarse en salud, Mas ha convocado para este viernes el Pacto Nacional por el Derecho a Decidir. Si el Gobierno español toma una decisión, Mas tendrá, a menos de 48 horas de la consulta, la última palabra. Pero, ¿podrá parar, si así lo decide, a esos más de 40.000 voluntarios a solo dos días de la consulta?

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