Mas y Junqueras piden al resto de fuerzas políticas que se unan al proceso soberanista

Los dos dirigentes nacionalistas firman el acuerdo de gobernabilidad en el Parlament

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El acuerdo ya está firmado y ratificado. Artur Mas y Oriol Junqueras han dejado constancia este miércoles en el Parlament que CiU y ERC han llegado a un acuerdo de gobernabilidad para toda la legislatura que tendrá un punto central: la convocatoria de un referéndum de autodeterminación a lo largo de 2014.

Tras la firma de los documentos del pacto, y con las direcciones de los dos partidos en las primeras filas de la sala del Parlament, Mas y Junqueras han reclamado al resto de fuerzas políticas que se unan a ese proceso.

Un instrumento contra la crisis

Los dos dirigentes han justificado el acuerdo en la necesidad de ofrecer instrumentos a los ciudadanos catalanes, que se encuentran inmersos en la crisis económica. Según Mas, “la peor recesión”, la situación de precariedad de las finanzas públicas y “la operación nacional de más envergadura de los últimos tres siglos” dibujan un escenario que se debe afrontar con un gobierno capaz de asumir ese gran reto.

Pero Mas, que ha cerrado el acto protocolario en el Parlament, tras la primera intervención de Junqueras, ha tratado de ofrecer unas gotas de realismo. “Habrá oposición al proceso, con poderosos sin escrúpulos, y habrá oposición legítima, y esta bien que ejerza esa oposición, pero tampoco se debe obstaculizar un proceso que sea mayoritario”, ha asegurado.

Derecho a las minorías

Ante esa posibilidad, Mas ha pedido, como lo ha hecho con determinación Junqueras, el apoyo al resto de fuerzas políticas que secunden la consulta soberanista, dejando claro que el proceso lo liderarán CiU y ERC, tras el acuerdo de gobernabilidad, pero que no será suficiente. “Invito a todas las fuerzas políticas a sumarse o a negarse, pero sin negar los derechos de Catalunya, aunque debamos, claro, respetar el derecho a las minorías”, ha afirmado.

Junqueras se ha expresado en términos similares, con la idea de que todos los agentes políticos y sociales vayan en la misma dirección, en un proceso que podría durar dos años, y que Esquerra ha situado en el centro de la política catalana tras el acuerdo con CiU.

La oposición se había manifestado justo antes de la firma del acuerdo en el Parlament. Con la sensación generalizada de que CiU y ERC pueden dividir al resto de grupos políticos.

Confrontación con el Estado

El PP, que rechaza por completo el referéndum, ha pronosticado que habrá más confrontación con el Estado y una etapa de fuerte inestabilidad en Catalunya. Y el PSC ha denunciado, de hecho, la “privatización” del derecho a decidir que defiende CiU con ERC.

Según Maurici Lucena, nuevo portavoz del PSC, esa colaboración se interpreta como una voluntad manifiesta de “arrinconar” a los socialistas y a ICV-EUiA, que habían expresado en la campaña electoral su apoyo a una consulta, siempre que fuera legal en el caso del PSC. “Hay una línea muy clara de dividir y excluir a determinados partidos, porque ninguna negociación seria puede comenzar fijando plazos y límites temporales”, ha advertido Lucena.

Para el portavoz del PP, Enric Millo, la «alianza de intereses partidistas» dará pie a una «legislatura ni-ni, porque no habrá ni presupuestos, ni estabilidad, ni medidas para salir de la crisis». Según Millo, la consulta no se celebrará, y la legislatura acabará en 2014.

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