Rajoy confía en las encuestas…pero sólo en las suyas

El presidente en funciones desestima los sondeos que le dan un descenso de escaños. Pablo Iglesias se crece y ofrece negociar al PSOE, pero se reserva la presidencia.

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Mariano Rajoy apenas se inmuta por aquellas encuestas que, si bien le dan como ganador en las elecciones, apuntan que el triunfo será más ajustado que el 20 de diciembre. Hace seis meses el PP había obtenido 123 diputados, y los últimos sondeos le dan entre 114 y 125 posibles escaños.

En su visita a Lleida, donde el PP no obtuvo ninguna representación parlamentaria en las últimas elecciones, el presidente en funciones desestimó los sondeos que le dan un triunfo con pérdida de votos. «Las mías son buenas», dijo para espantar el tema.

El PP quiere tapar la fuga de votos que tendría a favor de Ciudadanos. Por ello el sábado el ministro Jorge Fernández Díaz, y el domingo la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Camacho, se han preocupado en criticar a Albert Rivera y acusarle de ser «un clon de Pedro Sánchez, y en cómplice y socio del PSOE».

Tratar de fastidiar un acto se está convirtiendo en una tradición en la campaña. Ya lo ha sufrido Podemos y Ciudadanos, y el PP lo vivió en su acto de Lleida, cuando dos miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca se levantaron de sus asientos y protestaron contra Rajoy. Tras ser desalojados, el candidato pidió a Pablo Iglesias que «no mande a más manifestantes».

Iglesias pone sus condiciones

En Unidos Podemos creen que el viento a favor que les ha permitido subir a la segunda plaza en las encuestas le durará hasta la llegada de las elecciones. Iglesias se crece y ya está pidiendo al PSOE que le abran la puerta: «Después de la elecciones sólo va a haber dos opciones: o sigue gobernando el PP o hay un gobierno con Podemos», dijo en una entrevista a El Faro de Vigo.

Y a diferencia de las negociaciones de septiembre y octubre, esta vez el dirigente de Podemos cree que tiene la paella por el mango, y dijo que pedirán la presidencia «si fuésemos los primeros o segundos».

Pero Pedro Sánchez, despechado tras los sucesivos rechazos de Iglesias a pactar un acuerdo de investidura, no quiere saber nada de levantar el teléfono al diputado madrileño. «La mano tendida del señor Iglesias dura lo que dura una campaña», dijo en declaraciones a La Nueva España.

Mas pide votos para rescatar a CDC

En Cataluña, Artur Mas busca los votos que puedan frenar la caída de Convergència, sumida en la confusión interna tras la ‘opa’ que ha lanzado la ANC de convocar a una consulta por el referèndum. En un acto realizado en Vic, dijo que conseguir apoyos es clave para diferenciarse de ERC y, sobre todo, de la CUP. «Votar por Convergència es el voto seguro, fiable y el de la utilidad, sin agendas alternativas ni ninguna otra prioridad», dijo.

 

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