República Dominicana: de los exiliados, al turismo y al rey emérito

Juan Carlos I hace un paréntesis en la República Dominicana: su estancia será temporal, a la espera de establecerse en otro país

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Juan Carlos I ya se encuentra en la República Dominicana, según avanzó este martes el diario ABC, aunque se mantiene el silencio oficial sobre su paradero tanto en el Palacio de la Zarzuela como en La Moncloa.

Curiosamente, los principales medios dominicanos –Listín Diario, El Nacional y Hoy– informaban a primera hora de este martes que el rey emérito de España se encontraba en la ciudad portuguesa de Estoril. Poco después, indicaron que había volado de Oporto a Santo Domingo, pero citando a la prensa española. Ningún medio dominicano ha conseguido localizarle.

Según ABC, Juan Carlos probablemente habría aceptado la invitación de uno de sus amigos, el empresario norteamericano Pepe Fanjul, que posee diversos inmuebles en la República Dominicana, entre los cuales destaca el complejo hotelero casa de Campo, en La Romana. Precisamente, la avenida en la que se encuentra este exclusivo resort se llama Rey Juan Carlos I.

A falta de conformación oficial, se apunta en los medios gubernamentales que la estancia de Juan Carlos en la mencionada república caribeña sería “temporal”.

Para huir de las presiones judiciales y políticas generadas por sus escándalos, el rey emérito habría optado por pasar una temporada en uno de los países que atrajo a más miembros de la diáspora republicana después de la Guerra Civil española.

Por detrás de México, la República Dominicana fue el segundo país latinoamericano que acogió a más refugiados españoles. Fueron más de 4.000 solo en 1939, una cifra importante teniendo en cuenta que la población dominicana no alcanzaba entonces los dos millones de habitantes.

El dictador Rafael Leónidas Trujillo abrió las puertas a los que huían de otro dictador, Francisco Franco. En un principio, planeó concederles tierras para que se dedicasen a la agricultura, pero el plan fracasó porque en su inmensa mayoría eran profesionales del sector terciario. Abundaban los intelectuales. Entre estos un numeroso grupo de escritores catalanes como Anna Murià, Agustí Bartra, Vicenç Riera Llorca o Joan Sales­. La mayoría también estuvieron de paso. Se fueron a otro país al cabo de pocos años.

Artículo premonitorio

En un artículo en Listín Diario, de Santo Domingo, el diplomático Ángel Lockward escribió este fin de semana un premonitorio artículo en el que pidió al actual presidente de su país, Luis Abinader, que ofreciera la residencia a Juan Carlos.

El artículo finaliza con esta propuesta: “Si el Presidente Abinader le invitara [al rey emérito] a residir en el país contribuiríamos a resolver un tema actual en Madrid –como antes hicimos muchas veces–, seriamos solidarios con un buen amigo de la República, consecuentes con nuestra tradición de acoger a figuras estelares en su retiro o exilio y tendríamos acá –como huésped– el mejor, más prestigioso y experimentado promotor y negociador que queda con vida”. Incluso sugirió que Juan Carlos podría residir temporalmente en Casa de Campo, en La Romana.

Destino del turismo español

Los españoles que van a la República Dominicana lo hacen por turismo. Este país recibió 170.138 españoles en 2019, un 4,9% más que el año anterior, según datos del dominicano Banco Central.

Por lo que respecta al número de turistas europeos que visitan la República Dominicana, España se situó en cuarta posición, por detrás de Francia, Rusia y Alemania, pero por delante de la Gran Bretaña e Italia. La modalidad preferida del turista español es la de un gran hotel con todo incluido.

La pandemia de coronavirus acabó con las escapadas de los turistas españoles a este paraíso caribeño. El gobierno de Abinader decretó el estado de emergencia y el toque de queda el pasado 20 de julio por un periodo de 20 días. Aún no ha finalizado.

Juan Carlos podrá disfrutar del Caribe. El pasado fin de semana salió a la mar en Sansenxo (Pontevedra) aunque, a sus 82 años, ya no está para regatas.

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