Un tribunal absuelve a un acusado de tráfico de drogas porque la policía le registró la mochila sin su permiso
Los Mossos actuaron alertados por los padres del sospechoso, cuando éste les amenazó con una jeringuilla
La Audiencia de Barcelona ha absuelto a un vecino de la Gran Vía al que acusaban de tráfico de drogas porque los Mossos que le detuvieron inicialmente lo hicieron bajo la imputación de amenazas. Los agentes, al registrarle la mochila que portaba encontraron 70 pastillas de éxtasis y una papelina de heroína. El tribunal considera ilegal ese hallazgo dado que el detenido no autorizó a los agentes el registro de su mochila.
Los hechos ocurrieron el 4 de julio de 2013, cuando los padres del acusado requirieron la presencia de los Mossos porque su hijo estaba muy alterado y les profería amenazas después de haberse administrado una dosis intravenosa de heroína.
Tres tipos de drogas
Los Mossos redujeron al imputado en el interior del domicilio paterno y, antes de trasladarlo a comisaria, registraron la mochila que portaba donde aparecieron las pastillas de éxtasis, una dosis de heroína y 22 pastillas de MDMA. Tras el hallazgo, los agentes añadieron el delito de tráfico de drogas al inicial de amenazas.
El fiscal pidió en el juicio para el acusado cuatro años de cárcel. Ahora la Audiencia le ha absuelto porque dice que es preceptivo el permiso del sospechoso para que la policía pueda proceder al registro de sus enseres personales a no ser que éste lo autorice u ordene un juez.
El cacheo sí procedía
Según el tribunal, hubiera sido lógico un cacheo personal del detenido: «La supuesta comisión de un delito de amenazas podía legitimar el registro corporal del aquí acusado, por básicas razones de seguridad, y bajo la necesidad de comprobar que no portaba ningún arma, pero no es posible vislumbrar la del registro de la mochila que había de quedar en el domicilio tras la detención».
La sentencia, con fecha 29 de abril, a la que ha tenido acceso Economía Digital, concluye: «…en ningún caso se justifica el registro de su mochila dado que eso implica una flagrante vulneración del derecho a la intimidad ya que no había causa, necesidad o consentimiento.
