Vendaval de críticas al TTIP: «Atenta contra la democracia y los derechos de los trabajadores»

Miles de personas salen a la calle en toda Europa contra el acuerdo de libre comercio con EEUU

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La alianza comercial que ultiman en voz baja Washington y Bruselas ha desatado toda una campaña de movilización social, política y, finalmente, en redes sociales, que tienen este sábado un momento álgido a través del hashtag #OccupyTTIP, tendencia en España durante todo el día.

Grupos ecologistas, partidos políticos de la izquierda europea, entre otros, se han manifestado en contra de lo que consideran una negociación «opaca y al margen de los parlamentos nacionales», que han apoyado PP, PSOE, UPyD o Ciudadanos.

¿Recorte de derechos?

Más allá de la opacidad y la invasión de soberanía que detectan los críticos, las denuncias ante el posible acuerdo se centran en aspectos como la protección ambiental o los derechos laborales. La eurodiputada de Izquierda Unida, Marina Albiol, definió el pacto comercial como «un huracán que se llevará por delante nuestros derechos».

Entienden que la configuración de un gran mercado transnacional limitará derechos básicos de huelga, sindicación y negociación colectiva. Que relajará el nivel de protección al consumidor y los estándares de calidad y que daría vía libre en Europa a técnicas de minería agresiva como el fracking.

Que se explique ya

La preocupación general es que el acuerdo derive en una revisión de todas las normativas vigentes, lo que implique una revisión a la baja de los derechos laboles y ciudadanos en Europa para ganar una flexibilidad que beneficie a las grandes corporaciones. Por ello, reclaman un ejercicio de transparencia para saber qué se está negociando y qué no.

Cerca de 400 asociaciones y formaciones políticas se han opuesto al TTIP y este sábado han demostrado su fuerza en varias movilizaciones.

Por toda Europa

En Madrid marcharon miles de personas. Durante el trayecto, los manifestantes ha coreado consignas como «este tratado lo vamos a parar», «no es un tratado, es un golpe de Estado» o «que no, que no, no somos mercancía». Cuca Hernández, una de las portavoces de la campaña que ha impulsado la protesta, fue rotunda: «La democracia será secuestrada por la posibilidad de que las multinacionales puedan demandar a los Estados cuando dicten una ley que ellas consideren que van a limitar sus beneficios», aseguró.

En Bruselas, se manifestaron 2.000, en Austria otras 20.000 y en Alemania hubo todo un crisol de movilizaciones por distintas ciudades. Según fuentes de la organización antiglobalización Attac, en Alemania se organizaron alrededor de doscientos actos en protesta ante las negociaciones entre Bruselas y Washington, demostrando que «la resistencia continuará en la calle».

Economía Digital

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