Por qué Estambul es el destino que debes tener en el radar
Ideal para una escapada de fin de semana, Vueling estrena este octubre una conexión aérea directa con la ciudad más famosa de Turquía
Con rasgos intercontinentales y tintes bohemios, historia, un gran patrimonio artístico y cultural y una estimulante escena callejera, Estambul se coloca a la cabeza de nuestra lista de deseos viajeros.
Y es que la ciudad más conocida de Turquía -que no su capital- combina todo lo que buscamos una escapada para un puente o incluso un fin de semana: de animados bazares a restaurantes con estrella Michelin, de famosos monumentos como Hagia Sofia o el Palacio de Topkapi a barrios bohemios, y de callejuelas laberínticas a vanguardistas edificios, incluidos los que firman arquitectos ganadores del premio Pritzker.
A partir del 29 de octubre, además, contamos con un motivo más para viajar a Estambul: la nueva ruta aérea de Vueling la conecta con Barcelona, con la que se convierte en la única aerolínea española que ofrece una conexión directa con la ciudad turca.
Hasta el 29 de marzo de 2025 Vueling operará la ruta Barcelona-Estambul con tres frecuencias semanales: martes, jueves y sábados
A partir del 30 de marzo del próximo año, la aerolínea ampliará su oferta a Estambul con 7 frecuencias semanales.
48 horas en Estambul
Entre dos continentes, a medio camino entre Oriente y Occidente, Estambul es, además, una mezcla única de tradición y modernidad.
Y, si se planifica bien, bastan 48 horas para descubrir sus encantos.
Dos días que pueden comenzar explorando la Península Histórica, una suerte de museo al aire libre donde se concentran la Mezquita de Santa Sofía, la Mezquita Azul y la Cisterna Basílica, una obra maestra de la ingeniería levantada en el siglo IV y que encontramos bajo tierra, así como el Palacio de Topkapi, donde residían los sultanes otomanos, el Museo Arqueológico de Istanbul y el Museo de Historia de Santa Sofía.
Aprovecha esta zona para un buen desayuno turco que -sí o sí- debe incluir quesos como el tulum, el kaşar, el çökelek o el mihaliç, aceitunas verdes y negras, pepino, tomate, pimiento, miel, mermeladas caseras y kaymak (crema cuajada). No te pierdas tampoco el menemen, un plato hecho con huevos, pimientos y tomate.
Un breve paseo es suficiente para llegar al Gran Bazar, otro de los tesoros de la ciudad, donde rebuscar entre centenares de puestos para hacerse con alguna joyita en forma de alfombra, cerámica o lámpara, además de ropa, bisutería y complementos.
La oferta es tan grande que puedes incluso realizar una pausa para almorzar y probar las famosas albóndigas de Sultanahmet o un auténtico döner kebap.
El tranvía a Eminönü nos acerca al Bazar de las Especias, un espacio cubierto que rebosa de actividad y donde, entre innumerables colores y aromas, se venden todo tipo de condimentos, hierbas y especias, así como frutos secos y especialidades ya elaboradas (no dejes de probar alguno de sus dulces).
En esta misma zona se coge el ferri que conduce al otro lado del estrecho del Bósforo y que, además de una excelente panorámica de los dos lados de Estambul, ofrece la posibilidad de ver una increíble puesta de sol.
Recupera fuerzas con una deliciosa cena: hay tantas opciones para elegir que no te costarán encontrar un buen restaurante, incluidos los reseñados en la famosa Guía Michelin.
La ciudad se estrenó en la famosa guía roja en 2022 y actualmente cuenta ya con seis restaurantes con una estrella y uno con dos estrellas, además de 18 restaurantes Bib Gourmand (los destacados por los inspectores como de mejor relación calidad-precio) y otros 50 recomendados.
Para completar un día perfecto, toma una copa en el Grand Hotel de Londres, un hermoso edificio del siglo XIX que combina la opulencia de candelabros y alfombras con música en vivo y vistas sobre el Cuerno de Oro.
Estambul en clave cosmopolita
Para el segundo día dejamos la parte más europea de Estambul: Karaköy, con sus galerías de arte y sus coquetas cafeterías, boutiques y bares de copas, todo un barrio histórico que vive una nueva juventud como meca del arte y el diseño.
En el mismo distrito, y con mil años de historia, Beyoglu es otro barrio vibrante, perfecto para ir de compras y para reservar un buen restaurante.
Continúa hacia el puerto de Galataport, reconocido como “Mejor Proyecto de Nuevo Desarrollo” a nivel mundial en los Premios MAPIC 2023 en Cannes.
Se trata de un oasis de modernidad alberga restaurantes, cafés y tiendas de lujo a lo largo de la costa, pero también emblemas culturales como el Museo de Pintura y Escultura de Istanbul, Paket Postanesí, antigua casa de correos y hoy espacio de restaurantes que alberga frecuentes eventos artísticos y culturales o İstanbul Modern, el primer museo de arte moderno y contemporáneo de Turquía, que se levanta en un edificio diseñado por el ganador del premio Pritzker Renzo Piano, que se inspiró en las aguas del Bósforo y sus reflejos para dar forma a esta estructura.
El histórico Tünel, segundo sistema ferroviario subterráneo más antiguo del mundo, conecta Karaköy con İstiklal Caddesi, una de las calles más famosas no solo de Estambul, sino de toda Turquía.
Peatonal, flanqueada por edificios de la época otomana y construcciones Art Nouveau y Art Déco, acoge tiendas, galerías de arte, teatros, cafeterías y restaurantes.
También aquí hay que visitar otro de los símbolos de Estambul como es la Torre de Gálata, con maravillosas vistas 360º de la ciudad.
El paseo concluye en la plaza Taksim, un ejemplo claro de la mezcla de antigüedad y modernidad de la ciudad, pues está enmarcado por dos referencias como la gran Mezquita Taksim y el innovador (y espectacular) Centro Cultural Atatürk, con una impresionante ópera que acoge todo tipo de recitales y conciertos.
Como merecida recompensa, siéntate a la mesa de alguna de las tabernas de la zona y date un buen homenaje a base de meze (aperitivos para compartir con opciones como verduras, legumbres, pastas, yogur y queso) y pescado, sin olvidar una copa de raki, el licor más tradicional.