Familia Torres: cuando la sostenibilidad no es moda sino supervivencia
Con la crisis climática como la mayor amenaza para el sector del vino, Familia Torres ha trazado una ambiciosa hoja de ruta que culminará con cero emisiones netas de CO2 en 2040
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i pesticidas tradicionales ni modernos tratamientos biológicos. No hay nada que pueda proteger al viñedo de su peor amenaza, que no es otra que el cambio climático.
El aumento de temperaturas en los territorios vitivinícolas en zonas como el Penedès afecta directamente a la viña obligando a adelantar la vendimia -en esa zona se realiza ya hasta 10 días antes que hace dos décadas-. Una circunstancia que, temen los expertos, acabe influyendo en la calidad de los vinos al producir “un desfase entre la maduración alcohólica y la maduración fenólica”, explican desde Familia Torres.
Tecnicismos aparte, este avance de la vendimia se podría traducir en una mayor dificultad para enólogos y bodegas a la hora de mantener la calidad de sus vinos.
La viticultura aguanta, al menos por el momento, mediante técnicas que permiten retrasar la maduración de la uva. Las previsiones, sin embargo, no son halagüeñas: “si las temperaturas aumentan, las consecuencias podrían ser desastrosas para la viticultura tal como la entendemos hoy”, explican los responsables de esta histórica bodega del Penedès.
Torres & Earth
Conscientes del peligro derivado del aumento progresivo de las temperaturas (1º en la temperatura media del Penedès en los últimos 40 años), ya desde 2007 Familia Torres identificó la lucha contra el cambio climático como uno de sus ejes principales de actuación y se propuso intensificar las actuaciones orientadas al cuidado de la tierra y la protección del medio ambiente.
Así nació en 2008 el programa Torres & Earth, que fijó un objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del 30% en 2020.
El hito, que se logró un año antes de lo previsto, dio pie a uno más ambicioso: reducir en 2030 al menos el 60% de las emisiones de CO2 por botella en todo su alcance desde el viñedo hasta el reciclaje final de la botella de vino.
“Hemos reducido las emisiones de CO2 por botella en un 37% del 2008 al 2023. En 2030, nuestra meta es alcanzar el 60% de reducción como mínimo y convertirnos en una bodega de cero emisiones netas en 2040”
Miguel A. Torres, presidente de Familia Torres
Una completa hoja de ruta contempla todos los detalles de la transición necesaria para llegar al objetivo de cero emisiones netas (Net Zero) en 2040.
No es un brindis al sol: para implementar el programa Torres & Earth se destina anualmente el 11% de los beneficios a inversiones relacionadas con el medio ambiente y el cambio climático que se focalizan, principalmente, en el uso de energías renovables, medidas de eficiencia energética, movilidad eléctrica y reforestación, entre otros.
Desde que se puso en marcha, la inversión en el programa ha superado los 21 millones de euros.
Objetivo: reducir la huella de carbono
Gracias a las actuaciones realizadas, Familia Torres ha conseguido una reducción total de CO2 por botella del 37% del 2008 al 2023, teniendo en cuenta la producción tanto de vino como de brandy.
Entre las medidas clave, destaca la apuesta por las energías renovables con instalaciones de paneles fotovoltaicos en sus bodegas del Penedès, Priorat, Costers del Segre, Rioja, Rías Baixas, Rueda y Ribera del Duero que suman, en total, más de 2.750 kWp de potencia instalada.
La bodega Familia Torres Penedès dispone desde 2012, además, de una caldera de biomasa alimentada con sarmientos y cepas viejas que ha permitido rebajar hasta un 90% el consumo de gas y hasta un 10% el de electricidad.
Una iniciativa, la de la biomasa, que se ha trasladado también a las bodegas propiedad de la firma en Ribera del Duero, Rioja y Chile.
Eficiencia energética y movilidad eléctrica
A la vez que se genera la propia energía que las bodegas demandan, Familia Torres aplica medidas para reducir el consumo y el impacto en el entorno a través de proyectos de edificación basados en la arquitectura bioclimática.
Así, se han soterrado los almacenes y aislado las tinas para mejorar su eficacia y, en el caso de la bodega Waltraud en Pacs del Penedès (Barcelona), el diseño del arquitecto Javier Barba incluye una cubierta de arenas blancas que tiene como misión reflejar la energía solar y reducir las necesidades de climatización, por el llamado ‘efecto albedo’.
En la misma línea, Familia Torres opta por la movilidad eléctrica. Así, el Centro de Visitas de Pacs del Penedès utiliza dos trenes eléctrico-solares para trasladar a los visitantes a la bodega, el primero en funcionamiento desde 2014.
En total, cerca del 80% de los vehículos de Familia Torres son eléctricos o híbridos, con alrededor de 50 puntos de recarga en las propias instalaciones.
Además, el 91% de las carretillas y elevadores utilizados en las bodegas y almacenes de Familia Torres ya son eléctricos.
Un servicio de carsharing con vehículos eléctricos a disposición de los colaboradores y una red de bicicletas eléctricas para facilitar la movilidad en la bodega son otras de las iniciativas de Familia Torres en este sentido.
Reducir CO2 elaborando vino
En la propia elaboración del vino hay margen para la sostenibilidad. En 2021, Familia Torres puso en marcha un innovador sistema de captura y reutilización del CO2 de la fermentación del vino que permite utilizarlo como gas inerte para conservar el vino en los depósitos antes de ser embotellado.
Proyecto pionero de economía circular, permite capturar y reutilizar 30 toneladas de CO2 anuales, el equivalente a la mitad del gas que hasta ahora se debía adquirir externamente.
Otra línea de actuación se centra en las propias botellas, con diseños que permitan reducir su peso, así como eliminando algunos elementos del packaging. Así, desde 2008, se ha reducido el peso de 3 de cada 4 botellas producidas y actualmente más del 95% de las botellas de vino tranquilo (no espumoso) que se elaboran son ligeras; es decir, no superan los 420 g.
En paralelo, Familia Torres ha participado en el primer proyecto piloto de reutilización de botellas de vidrio del sur de Europa (REWINE) y es miembro de GO REBO2VINO, el nuevo proyecto de reutilización en el sector vitivinícola a escala nacional coordinado por la Federación Española del Vino (FEV).
Más allá de sus acciones propias, Familia Torres colabora de forma estrecha con sus proveedores en el diseño de planes específicos de reducción de la huella de carbono y les pide certificaciones que reflejen los esfuerzos en materia medioambiental, como la ISO 14.064 (huella de carbono) o las certificaciones FSC (Forest Stewardship Council) o PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification).
Además, para premiar su compromiso, desde 2017 la bodega reconoce los esfuerzos de sus proveedores en la reducción de la huella de carbono con los Premios Torres & Earth, que actualmente reconocen también la labor de concienciación de periodistas y divulgadores y las iniciativas verdes de territorios.
Viticultura regenerativa
¿Y si en la actividad agrícola se pudiera no solo respetar el entorno sino contribuir a mejorarlo? Es el principio de la viticultura regenerativa, con la que Familia Torres, entre otros viticultores, trabaja para potenciar la función de los viñedos como sumideros de carbono.
Así, a través del aumento de la biodiversidad y la recuperación de la vida de los suelos se aumenta su capacidad para captar y fijar carbono atmosférico y reducir las concentraciones de este gas de efecto invernadero en la atmósfera.
Con este objetivo, la bodega contempla la transformación a un modelo regenerativo de gestión de todos sus viñedos ecológicos (más de 1.000 hectáreas en Cataluña) en los próximos años.
En esta misma línea, Familia Torres fundó en 2021 junto a Can Feixes, Clos Mogador, Jean Leon y Agoassessor la Asociación de Viticultura Regenerativa que tiene como objetivo impulsar un nuevo paradigma en la gestión de los viñedos.
Parte de un movimiento global, en 2023, ha visto la luz la nueva certificación internacional Regenerative Viticulture Alliance (RVA).
Vinos, calidad y cambio climático
Pese a todos los esfuerzos que esta y otras bodegas puedan realizar, es un hecho que la temperatura se incrementa década tras década, una circunstancia que amenaza la calidad de los vinos.
Para contrarrestar sus efectos, Familia Torres está adaptando sus viñedos con el objetivo de retrasar la maduración de la uva.
Modificar el sistema de conducción de las cepas o el marco de plantación, proteger el fruto de la radiación solar, utilizar portainjertos más resistentes a la sequía y clones varietales más adaptados al nuevo escenario climático o aplicar sensores a riego para determinar el momento y cantidad de agua óptima son algunas de las técnicas empleadas.
Además, se buscan terrenos a más altitud donde plantar viña buscando climas más frescos. Tremp, en el Prepirineo catalán, a una altura de 950 m; Benabarre, en el Pirineo aragonés, a 1.100 m, o Els Tossals de Porrera, la montaña más alta del Priorat a 746 metros de altura son algunos de los nuevos escenarios.
Otra línea de investigación viene de la mano de la recuperación de variedades ancestrales, precisamente las existentes en la zona antes de la llegada de la filoxera.
Desde hace 40 Familia Torres trabaja en la recuperación de estas variedades que, según se ha constatado, podrían ser una solución frente al cambio climático ya que son de maduración tardía y muestran mejores condiciones para resistir temperaturas altas y situaciones de sequía.
Entre alrededor de 60 variedades recuperadas, 6 ofrecen especial interés enológico y están bien adaptadas a las nuevas condiciones climáticas, concretamente forcada, moneu, garró, querol, pirene y gonfaus. Uvas que ya dan lugar a los vinos Grans Muralles, Forcada, Pirene, Gonfaus, Clos Ancestral tinto y Clos Ancestral blanco.
Líderes climáticos
“Cuanto más cuidamos la tierra, mejor vino conseguimos”, con esa máxima, diferentes generaciones de Familia Torres han apostando por trabajar la tierra con máximo respeto. Un paso más allá, su compromiso ambiental y su programa Torres & Earth les ha convertido en líderes en la descarbonización del sector del vino.
Así, la revista Time reconoció en 2023 a Miguel A. Torres como uno de los 100 líderes climáticos mundiales según el ranking 100 Climate que reconoce por primera vez a las persones más influyentes que impulsan la acción climática empresarial. El presidente de Familia Torres es, además, el único productor de vino incluido en el listado.
En España, la empresa se ha convertido en uno de los diez Mejores Productores Sostenibles de 2024 según los Premios BBVA otorgados en colaboración con El Celler de Can Roca, que distinguen especialmente su vino tinto ecológico Clos Ancestral 2022 (DO Penedès).
También este año, Familia Torres ha sido nombrada la marca de vino más admirada del mundo en 2024 por los profesionales del sector, según el ranking que publica Drinks International. La bodega familiar del Penedès encabeza de nuevo la lista anual The World’s Most Admired Wine Brands “por su liderazgo en sostenibilidad, la calidad y consistencia de sus vinos y la fortaleza de su marca en todo el mundo”.