Cómo aplicar el sentido común en las redes sociales

'Sentido Social: la comunicación y el sentido común en la era de la Internet social', escrito por Javier Curtichs, Mauro A. Fuentes, Yolanda García y Antonio Toca. Publicado por Profit Editorial, Barcelona 2011.

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Con la historia de un taxista. Así empieza, por muy sorprendente que parezca, Sentido Social, el libro que sobre la Internet social, o sobre el poder de las personas en la era 2.0, han escrito profesionales que llevan años explorando el mundo de las redes sociales y los fenómenos nativos de Internet.

Javier Curtichs, Mauro A. Fuente, Yolanda García y Antonio Toca, o dicho de otra manera, el consejero delegado de Tinkle -Curtichs- , una de la mayores agencias de comunicación del país, y sus expertos en social media y estrategia digital recuperan una vieja herramienta, el libro, para describir el contexto de otra, Internet, a neófitos en la materia.

Pero volviendo a la historia del taxista, Sentido Social arranca con la experiencia de Rixar García, un autónomo sin conocimientos en comunicación ni marketing, que logró hacer crecer su negocio exponencialmente en Oviedo gracias a las redes sociales. Todo empezó con una necesidad: ¿Cómo podrían sus clientes contactar con él de una manera más sencilla? La respuesta la encontró en Twitter y en Blogger.

Hoy, tres años después, su blog acumula 35.000 usuarios únicos al mes que consultan los servicios del taxista y “las cosas buenas que esconde su comunidad”, Asturias. Las redes sociales ahora trabajan para él. Cómo llegar a esta situación es la pregunta clave que se intenta responder en Sentido Social. Pero no tengan prejuicios. No estamos ante un manual de auto ayuda, tampoco hablamos de un relato teórico, sino de una descripción del entorno y de cómo desenvolverse en él utilizando el sentido común.

Internet es un escaparate sin hora de cierre y que expone a las empresas a todo tipo de “inclemencias” -según los autores- por las opiniones que sobre ellas vierten quienes utilizan y valoran sus productos. Es un nuevo ecosistema que incluso se rige prácticamente por los mismos postulados definidos por Darwin: la evolución.

Todas las empresas que aún no han desaparecido bajo las toneladas de información que ofrece Internet, pueden remontarse en el tiempo al mundo empresarial del ayer, por el ritmo al que se van sucediendo los acontecimientos y lo pro activas que son las personas. El ayer ya no es moneda de cambio, como explican los autores.

El conocimiento de Internet y el proceso de evolución antes de entrar en juego las herramientas sociales era gradual, lento, sin cambio. Hoy es frenético. La directora de comunicación de Novartis, Montserrat Tarrés, explica que “las redes sociales son el presente y el futuro, encarnan el nuevo paradigma de la comunicación basada en la inmediatez y la interactividad”.

No todo se resume ahora en tener presencia en Internet. “Hay otras variables que el desconocimiento en la materia no permite ver a quien sobre todo no se deja aconsejar” explican los autores del libro. Las personas, con su ordenador o sus dispositivos móviles, van de un lado para otro a base de clicks y recomendaciones, traslandado a los internautas y a su satisfacción la clave del origen de un problema o de la solución.

Por lo tanto, la estrategia 2.0 se resume no en estar, sino a cómo se estará en las redes sociales, en la comunidad que se termina creando alrededor de una marca. Y como hizo Rixar Garcia, el sentido común tiene mucho que decir en un entorno en el que sus participantes actúan de manera caótica e inesperada, haciendo uso de algo tan impredecible como la naturaleza humana.

Las redes sociales carecen de recetas, así que no esperen encontrarlas tampoco en Sentido Social, pero este libro proporciona una gran dosis de lo que realmente es importante: el contexto.

Ismael García Villarejo

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