‘Al descubierto’: un viaje por la fotografía del siglo XX de la mano de sus maestros

La Fundación Canal inaugura una muestra con 111 obras de la colección de The Howard Greenberg Gallery con piezas de Robert Capa, Saul Leitter, Helen Levitt, Helmut Newton, Vivian Maier o Man Ray

‘Josephine Baker en Nueva York tras 25 años de ausencia’, 1950 ©Eve Arnold | Magnum Photos

Una imagen de tres chicos corriendo hacia el mar tomada en Liberia en 1930 por Martin Munkácsi sería el detonante para que Henri Cartier-Bresson se dedicara a la fotografía. Es más, según contaba, le ayudó a comprender cómo una instantánea podía atrapar la eternidad en un momento, un concepto que él denominaría después el ‘instante decisivo’. Es una de las imágenes, pocas veces expuestas, que pueden verse ahora en la Fundación Canal de Madrid y que representa un hito en la historia de la fotografía del siglo XX.

La exposición, que lleva por nombre Al descubierto. Obras seleccionadas de The Howard Greenberg Gallery, incluye un total de 111 imágenes de 66 maestros de la fotografía como Berenice Abbott, Manuel Álvarez Bravo, Diane Arbus, Bruce Davidson, William Eggleston, Walker Evans, Robert Frank, Eugène Atget, Robert Capa, Elliott Erwitt, Helmut Newton, Vivian Maier o Man Ray que invitan a un viaje en el tiempo por el siglo pasado.

Fotografías de un París que desaparecía en 1900 a cargo de Eugène Atget, instantes de felicidad capturados por Jacques Henri Lartigue, imágenes de niños en las calles de Nueva York de Helen Levitt o retratos de la América rural entre 1939 y 1945 realizados por el artista conocido como Disfarmer en un pueblo de montaña de Arkansas son algunas de las obras que se recogen en la muestra, que puede verse hasta el 24 de julio en la sala Mateo Inurria 2 de la Fundación Canal (Mateo Inurria, 2).

‘Masaje facial de Carmen’, Nueva York, 1946 ©Horst State | Condé Nast.

Fotografías nunca vistas

Los fondos proceden en su totalidad del archivo de The Howard Greenberg Gallery de Nueva York, una de las principales referencias mundiales en cuanto a fotografía. No en vano su fundador, Howard Greenberg, lleva casi 50 años dedicado a completar sus fondos y a promover grandes talentos fotográficos.

La comisaria Anne Morin ha buceado en un archivo de 30.000 imágenes para seleccionar los tesoros ocultos de la colección de The Howard Greenberg Gallery

La comisaria de la muestra y fundadora de diChroma photography, Anne Morin, ha tenido la oportunidad única de bucear en este archivo, que atesora unas 30.000 imágenes, para seleccionar, siempre su personal óptica fotográfica, los tesoros ocultos de la colección.

De hecho, el principal nexo de unión de las imágenes es que en su mayoría jamás han sido mostradas al gran público ya que su exhibición ha estado restringida al circuito del coleccionismo privado.

Sin título, década de 1940 ©Mike Disfarmer.

Pura historia del siglo XX

Las fotografías escogidas dan lugar a una exposición única en la que 111 imágenes aparecen, sin secciones ni cortes, agrupadas en pequeños grupos de 3 o 4 piezas, situados a continuación unos de los otros, en los que cada imagen complementa a las que le rodean.

Los motivos de tales agrupaciones responden al diálogo que las imágenes tienen entre sí, ya sea a nivel formal, estético o conceptual.

En todo caso, explican sus responsables, “no se trata de un discurso cerrado y unidireccional, sino que se incita al visitante a participar para acabar de crear las relaciones entre las imágenes que se presentan juntas, o entre los diferentes grupos, para crear su propio discurso narrativo”.

De esta forma, como en el “museo imaginario” sobre el que reflexionaba el escritor y ministro de Cultura francés André Malraux en 1947, cada espectador diseña su propia exposición incorporando elementos o realizando lecturas a su gusto de esta suerte de radiografía de la fotografia en los últimos 120 años (enfocada, eso sí, a los avances que sucedían en los EE UU y que luego se expandieron al mundo).

‘Georgette. Avenida René Coty’, París, 1980. ©Helmut Newton Foundation.

‘Al descubierto’

Otra figura artística que subyace en el diseño de la muestra de Anne Morin aes el “cadáver exquisito”, el juego literario inventado por los surrealistas en el que cada participante va añadiendo palabras a una frase sin conocer las palabras previas o posteriores.

Su resultado, en palabras de Georges Bataille, es “la ilustración más perfecta de la mente”, al revelar el resultado la realidad inconsciente del grupo que lo ha creado.

Entre los grandes hitos del recorrido podemos ver el retrato de Jean Pearson que realizó Saul Leiter en 1948 y que muestra la mirada turbada de la actriz, absorta en sus pensamientos. Cerca, el retrato del «León», David Ben Gurion, padre fundador del estado de Israel, realizado por Arnold Newman donde se muestra implacable en su determinación por concluir aquello que se propone.

Los niños de Helen Levitt, con sus trajes de tweed y sus impecables zapatos, aparecen detrás de sus enigmáticas máscaras como triunfales emperadores de la Gran Metrópolis, mientras otros niños, fotografiados por Lewis Hine, aguardan sin esperanza en los barrios humildes de Nueva York un mañana que nunca llegará.

Jean Pearson, c. 1948 ©Saul Leiter Foundation.

Los magos del color, como Eggleston y su rojo vivo, Louis Faurer y sus tonos pastel, Joel Meyerowitz o Helmut Newton también pueden verse en esta muestra.

Aunque en su mayor parte se trata de imágenes desconocidas y raramente expuestas, la comisaria también ha querido incluir algunas que forman parte del imaginario colectivo de modo “que sirvan como anclaje al visitante y le permitan comparar”. Es el caso de la mítica Corset Mainboucher, de Horst P. Horst (1939) o Chica fumando sobre una manta (1959), de la icónica serie Brooklyn Gang de Bruce Davidson.

La exposición en la Fundación Canal complementa con una publicación y actividades como conferencias, talleres familiares y visitas guiadas. Además, existe la posibilidad de recorrer la muestra de forma online a través de un itinerario virtual.

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