Un increíble viaje fotográfico al corazón de los instrumentos musicales

El fotógrafo Charlie Brooks invita a conocer las entrañas de violines, saxofones y pianos como si fueran surrealistas paisajes de maderas y metales

Así luce por dentro un violoncelo Lockey Hill de 1780. Foto Charlie Brooks

Quien haya participado de la experiencia interactiva Symphony, que estos días ofrece Caixaforum en Barcelona, recordará que uno de los momentos más emotivos es cuando el viajero virtual se sumerge en los interiores de un clarinete y un violín mientras suena la séptima sinfonía de Beethoven.

Un viaje similar es el que ofrece el fotógrafo Charlie Brooks, quien con gran destreza técnica presenta las entrañas de los instrumentos musicales como si fueran casas abandonadas, bosques algo tenebrosos o detalles de un edificio de arquitectura vanguardista.

Caminar por un Steinway es como hacerlo en un ático. Foto Charlie Brooks

El pasado musical de Brooks

Brooks sabe lo que hace porque conoce en profundidad (valga la analogía) los instrumentos musicales, ya que también fue uno de los violoncelistas más prestigiosos de Nueva Zelanda, que le permitió viajar por el mundo y tocar con estrellas como Lang Lang.

Además de fotógrafo Brooks durante 20 años fue uno de los violonchelistas más destacados de Nueva Zelanda

Sus retratos de músicos clásicos contemporáneos, que decoran teatros y casas de lírica en todo el mundo, están entre sus trabajos más conocidos, donde deja de lado las tomas formales y pone a los intérpretes a posar entre violines en llamas o pianos que desafían la ley de gravedad.

El reluciente interior de un saxofón Selmer. Foto Charlie Brooks

La arquitectura en la música

Esta relectura de la música y las artes visuales la logra en la serie Arquitectura en la música, donde gracias a los lentes Special Probe y cámaras Lumix de alta resolución crea increíbles composiciones de los instrumentos.

El fotógrafo aclara que uno no está viendo una imagen, sino el resultado de docenas a cientos de tomas con diversos focos y profundidades de campo, que unidas “crean la ilusión de espacio, que engaña al cerebro al creer que está dentro de una sala en la que podría caminar”.

El diyeridú parece una caverna por dentro. Foto Charlie Brooks

Pasear dentro de los instrumentos

Sus imágenes permiten ‘caminar’ dentro de la caja de un violín, pasar por debajo de las cuerdas de un piano como si fueran los contrafuertes de un edificio, o ver la estructura de una flauta como si fuera el fuselaje de una aeronave de futuro.

Según declaró a My Modern Met, Brooks se sorprendió porque a un nivel casi microscópico casi no hay diferencias en la excelencia de construcción de un piano Steinway de un Fazioli.

Una de las sorpresas que tuvo Brooks en sus fotos es comprobar que el interior del diyeridú, instrumento de viento usado por nativos australianos, estaba excavado por termitas

Cuerdas de un piano Steinway. Foto Charlie Brooks

Pero uno de los impactos más agradables de su exploración musical y fotográfica fue comprobar que el interior del diyeridú, el instrumento de viento usado por los aborígenes australianos, estaba tallado por termitas. Realmente, al ver la fotografía parece la imagen de una caverna.

Visitando luthiers y talleres

Brooks aprovechó las visitas a las casas de restauración como Stringed Instrument Company, de Auckland (Nueva Zelanda) para poder realizar algunas de sus producciones, como es el interior del violoncelo Lockey Hill de 1780 que se ve en la apertura.

El futurista interior de la flauta Burkart Elite. Foto Charlie Brooks

O las producciones en Niege Music Atelier, donde les permitieron fotografiar los interiores del saxo Selmer Balanced Action de 1940, o de la flauta Burkart Elite, construida en oro rosa de 14k.

Ahora, cada vez que escuchemos lo bien que suena un violín o un piano, recordemos los pequeños detalles que solo la pericia fotográfica de Brooks nos puede acercar.

a.
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