Un viaje por la historia de la moda en Madrid desde la posguerra hasta los años 70

Recuerdo rebuscar entre las prendas de Lotta Vintage, una de las mejores tiendas que hubo en Madrid de ropa y accesorios de entre las décadas de los 50 y los 80 y preguntar a su encantadora dueña, Carlota, por qué tantos diseños no tenían etiqueta. En la España franquista, especialmente en los años posteriores a la guerra, me contaba, era difícil acceder a prendas de los grandes diseñadores que ya triunfaban en Europa. Sin embargo, había excelentes modistas y costureras que replicaban para sus clientas los vestidos que se empezaban a colar en las revistas.

Aunque ya no los podrás encontrar en Lotta (al menos no en Madrid ya que Carlota mudó hace unos años a Estocolmo), muchos de ellos, de factura impecable, se han conservado en diferentes colecciones privadas, lo que permite ver el extraordinario, y muchas veces oculto, trabajo de los diferentes oficios vinculados a la moda, desde casas de costura a talleres de modistas, costureras, proveedores o boutiques.

Una nueva exposición en Madrid permite ahora descubrir ese mundo invisibilizado, pero también el auge de los diseñadores de alta costura que, de Madrid, llegaron a ocupar un lugar destacado dentro de las capitales de la moda europea, en las revistas especializadas y en el cine.

Un viaje a la historia de la moda

Una historia de la moda, 1940-1970, que puede verse en la sala El Águila (Ramírez de Prado, 3) hasta el 22 de mayo, invita a un viaje a través de la costura y el diseño español a través de 118 fotografías y 76 piezas entre las que destacan vestidos, herramientas, figurines y revistas.

Comisariada por Esperanza García Claver, Lola Feijóo, Miquel Martínez Albero y Sonia Taravilla Gómez, la muestra se centra en la historia de la moda española y madrileña del siglo XX, en concreto desde la posguerra hasta los años 70, y abarca su esfera pública y privada, es decir, de las pasarelas a los talleres, pasando por el cine y la prensa.

La exposición arranca en el Madrid de posguerra en el que se irán irán abriendo paso los nuevos nombres de la alta costura española

Así, esta mirada analiza la evolución de la moda y sus protagonistas desde una perspectiva amplia, en una ciudad donde conviven diseñadores y modelos con modistas y clientas anónimas, cuyas costumbres sociales y hábitos estilísticos han sido recuperados a través de 118 reproducciones fotográficas, imágenes en su mayoría inéditas, de los fondos de Santos Yubero, Portillo, Contreras y Muller, que forman parte del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid.

También incluye piezas de los fotógrafos Basabe, Campúa, José María Lara, Vicente Nieto, Instituto del Patrimonio Cultural de España o la Agencia EFE.

Entre las imágenes admiramos también un total de 76 piezas, 22 de ellas cedidas por el Museo del Traje, que incluye diseños de alta costura de los modistos Elio Berhanyer, Herrera y Ollero, Marbel o Christian Dior, pero también herramientas de taller, documentos de archivo, figurines y revistas de moda.

Cómo la moda se abrió paso en el Madrid de posguerra

El recorrido arranca en la España de la posguerra, en la que el sector textil, en consonancia con el resto del país, atraviesa un panorama desolador, y la moda que reflejan las revistas, con actrices de Hollywood ocupando las portadas, y la radio, con programas como La Moda en España, representa un lujo inaccesible para la mayoría de la población.

118 fotografías y 76 piezas, entre vestidos, revistas, figurines y documentos de archivos, invitan a un viaje por la moda en Madrid

En este momento, el estallido de la Segunda Guerra Mundial supone la vuelta a España de algunos creadores españoles afincados en París como Cristóbal Balenciaga, quien se convertirá en el modisto estrella tanto de la antigua aristocracia cortesana como de la nueva aristocracia de la dictadura.

En paralelo comienzan a destacar otros nombres en la alta costura, mientras las obreras de la aguja, de una manera anónima, confeccionan en los talleres desde las prendas más populares hasta los modelos más exclusivos.

Ya en los años 50, la apertura paulatina del turismo, la televisión, las revistas femeninas, el cine y la publicidad marcan la moda, promoviendo la alta costura de la mano de nombres como Pedro Rodríguez, Asunción Bastida, Manuel Pertegaz o Marbel.

La última sección se dedica a la expansión del prêt-à-porter en los años 60 y 70 y cómo la confección seriada y, por tanto, más barata y accesible, y la apertura de múltiples boutiques en la capital, supuso el cierre de algunas casas de alta costura.

Reivindicación de oficios

Junto a los grandes nombres de la alta costura, también cobran importancia los diferentes oficios vinculados a la moda, tradicionalmente invisibilizados, a través de un mapa de Madrid donde se recogen las ubicaciones históricas de las casas de costura, las boutiques, las tiendas, los talleres de modistas, los grandes almacenes y los proveedores.

Un mapa recoge las ubicaciones históricas de las casas de costura, las boutiques, las tiendas, los talleres de modistas, los grandes almacenes y los proveedores

Además, se ofrece el testimonio en primera persona de quienes formaron parte de esta industria a través de un vídeo que recoge siete entrevistas a personajes conocidos y anónimos que ejemplifican el contraste entre la dimensión pública y privada de la moda, y que constituyen la memoria viva de estas décadas.

Varios audiovisuales completan el relato con piezas del Archivo Histórico del NO-DO, conservado en la Filmoteca Española, y fragmentos de películas de Edgar Neville, Luis Marquina o Juan Antonio Bardem, con el objetivo de reflejar la difusión de la moda y su relación con el cine.