5 restaurantes para saborear la gastronomía mediterránea de Jávea

Entre los cabos de Sant Antoni y La Nao en Alicante se halla Jávea, una localidad costera que presume de una llamativa oferta gastronómica

Gastronomía con vistas. Foto: La Perla de Jávea

Adorada por los madrileños y lugar de reunión estival de la ‘jet set’ valenciana (sobre todo de la empresarial), la población de Jávea (Xàbia en valenciano), ubicada en la costa norte de la provincia de Alicante, es el punto perfecto para pasar unas vacaciones gracias a sus buenas playas y a un hermoso centro histórico.

Porque Jávea rezuma belleza, cultura y entretenimiento, pero también una más que apetitosa oferta gastronómica que debe, en gran parte, a su despensa: la localidad de la comarca de la Marina Alta dispone de una gran riqueza hortofrutícola ya que en su huerta se cultivan desde legumbres y hortalizas, hasta naranjas, olivos, higos y almendras, entre otros productos.

Por supuesto, el mar es también proveedor de la gran fama gastronómica de Jávea. El Mediterráneo aporta los ingredientes principales de sus platos más típicos, como el suculento cruet de peix, receta marinera de pescado por excelencia, o el gustoso suc roig, que se cocina con la riquísima raya que se pesca en sus aguas, sin olvidar la sabrosa borreta de melva, un sugerente guiso típico de pescadores cuyo aroma acabaría con cualquiera.

Los arroces de Jávea. Foto: La Perla de Jávea.

La sal se sigue utilizando, como hace cientos de años, para conservar pescados como las anchoas y el atún. También se sigue manteniendo la elaboración tradicional de las cocas; esas pequeñas masas redondas de harina sin levadura que se hornean y se recubren habitualmente de pimiento, tomate, cebolla y pasas, o simplemente con aceite y sal. Una delicia que como entrante de una buena comida resulta única.

Y no podemos dejar de lado los arroces de Jávea, entre los que destacamos las recetas marineras con ingredientes que pueden ir desde la gamba roja y los carabineros o a la sepia, pasando por los calamares y los erizos de mar. Un arroz que no hay que perderse jamás en Jávea es el popular arroz a banda.

En cuanto a los dulces tradicionales, destacan los buñuelos de calabaza, los pastissets de ametla y la tortada, todos con la almendra de la zona como ingrediente principal.

La promesa culinaria de Jávea es extensa, pero estos cinco restaurantes son buenos ejemplos de su fantástica gastronomía.

BonAmb

Nadie se atrevería a poner en duda que en Jávea no hay restaurante más ilustre que BonAmb, ya que dos estrellas Michelin y tres Soles Repsol le avalan como uno de los mejores establecimientos de la población. Situado en el número 100 de la Carretera de Benitachell, su exquisito y perfecto entramando culinario funciona como un reloj bajo la batuta del perspicaz chef Alberto Ferruz.

BonAmb abrió sus puertas a finales de julio del 2011 con el mismo objetivo con el que continúan trabajando en la actualidad; poner en alza la tradición e historia gastronómica de la zona de Jávea y la Marina Alta.

Alberto Ferruz es el chef y alma mater del restaurante. Foto BonAmb.

Y lo hacen en un lugar paradisíaco, en un gran chalet con amplios comedores muy bien decorados, que en verano se ve muy bien arropado con una terraza muy amplia y confortable.

Alberto Ferruz, galardonado en 2015 como Mejor Cocinero del Año por la Academia de la Gastronomía de la Comunidad Valenciana, sabe como nadie poner en valor los valiosos productos que ofrece tanto el mar Mediterráneo como la huerta de la zona. Y lo hace en platos que muestran a un portentoso creador de emociones culinarias cuya desbordante imaginación deja siempre asombrado al comensal.

Pero nada sería igual en BonAmb sin la importante aportación de Pablo Catalá, socio y amigo de Ferruz, formado como sumiller en la Escuela Oficial de Hostelería de Barcelona y jefe de sala del restaurante.

Para esta temporada BonAmb brinda a su clientela tres menús degustación que pueden acompañarse con opción de armonía de vinos: La Taula por 110€ (aperitivos, 7 pases y momento dulce), Els Testos por 150€ (aperitivos, 9 pases y momento dulce), y finalmente el menú denominado La Catedral por 180€ (aperitivos, 11 pases y momento dulce).

Imaginación y mediterraneidad en la propuesta de BonAmb.

Muy trabajados, entre los platos que ofrece Ferruz se cuentan la ostra secada al sol, yema en salazón y turrón de almendra, el pato con setas en escabeche y bearnesa de sudado de foie o dulces como el deleitoso Mont Blanc de pistacho, yogurt y jengibre con té de bergamota.

Sugestiva carta de vinos nacionales e internacionales a cargo del maître y sumiller Enrique García y un equipo en sala extremadamente diligente realzan una experiencia gastronómica indiscutiblemente satisfactoria.

Tula Restaurante

Otro gran lugar para comer en Jávea es Tula Restaurante (1 estrella Michelin y 1 sol Repsol) situado en la Avda. Llibertat nº36, en plena playa del Arenal.

Borja Susilla y Clara Puig, ambos en la treintena, están al frente de Tula, nombre que homenajea a la abuela de Borja, una gran cocinera. Se conocieron siendo unos chavales mientras trabajaban en el restaurante Quique Dacosta de Denia (3 estrellas Michelin), y desde entonces son uña y carne. Y de verdad que no mentimos, porque si se les observa interactuar, hasta la ternera más correosa y dura se pondría tierna.

Borja Susilla y Clara Puig. Foto: Tula Restaurante.

Borja es un cocinero autodidacta a quien le atrae la cocina de siempre y a quien la estrella Michelin no le ha hecho cambiar en absoluto. Y créannos si les decimos que esto no es lo habitual, pues algunos cocineros cambian su rumbo, suben precios y se vienen excesivamente arriba una vez conseguido el gordezuelo muñeco blanco.

Al entrar al restaurante nos recibirá Clara, jefa de sala y excelente sumiller. Ella dirige todo lo bueno que sucede en el comedor, que créannos es mucho. Denota una excelente formación fruto de su paso por Le Cordon Bleu de Madrid.

Tula es un espacio pequeño, más que un restaurante parece un bistró. Sencillo aunque bien decorado, es sumamente agradable. Aunque todavía es más pequeña su cocina (si alguien está en la freidora, Borja ya no puede abrir el horno). Pero a Borja le sobra y le basta para dar rienda suelta a su ingente creatividad y a su más que laudable imaginación. Quizás porque cuando se tienen las cosas claras y un férreo compromiso con la honestidad, todo resulta más sencillo.

Tula no tiene menús degustación. Algo muy inusual en la mayoría de restaurantes premiados por la guía Michelin. En Tula se come a la carta, con raciones nada minimalistas y con platos ideados muchas veces para ser compartidos. El producto es pieza clave y la cocina de Borja exhibe principalmente inquietud, conocimiento y respeto.

Las propuestas de Tula denotan una honestidad fuera de lo común. Foto: Tula Restaurante.

En la carta fluyen platos con mariscos y pescados tan bien ideados como el rape en adobo de aceituna negra y pebrella con gazpachuelo de espárrago blanco y emulsión de codium o las kokotxas de merluza asadas con consomé de cerdo ibérico, alcachofa en texturas y piñones.

También lucen platos de carne como el blanquet de pato y foie con salsa périgueux y topinambur o las mollejas de ternera en dos cocciones con chutney de pera y crema de patata. De postre pidan su curioso y original arroz, toffee, cacahuete y algarroba.

En cuanto a los vinos, déjense guiar por Clara porque su criterio es bárbaro. Servicio muy atento y dinámico. Precio medio: 55/65€

La Perla de Jávea

Premiado con un sol Repsol y con una mención de la guía Michelin, destacamos el restaurante La Perla de Jávea. Lo hallaremos emplazado también en la Avda. Llibertat Nº2 de la perennemente concurrida, sobre todo en época estival, playa del Arenal.

Sala con vistas al Cabo de San Antonio. Foto: La Perla de Jávea.

La Perla, como se le conoce en Jávea, es un negocio familiar fundado en 1984 por la pareja formada por Antonio Box y Loli Candela, quienes dos décadas después, cuando el negocio estaba en lo más alto, lo dejaron en manos de sus hijos. Vicky ocupa actualmente la gerencia, Sonia está en sala y Sergio ha tomado las riendas de los fogones.

En esta nueva etapa la Perla se renueva con una imagen más fresca y elegante, con el comedor más luminoso y moderno y una gran terraza que hipnotiza con sus magníficas vistas al mar.

En cuanto a su propuesta gastronómica, dirigida por el experto chef Sergio Box, se percibe enseguida el respeto total por el producto fresco de proximidad, mostrando la importancia merecida por lo que el mar promete diariamente.

En la carta veremos reflejados los mejores arroces, pescados y también carnes a la brasa, entre otras recetas mediterráneas. Una propuesta sencilla, pero de primer nivel, pues el producto del mar que se ofrece es de primerísima calidad.

Un arroz irresistible. Foto: La Perla de Jávea.

No dejen de probar la famosa gamba roja que se pesca en la zona, arroces secos como el negro con sepionets de La Lonja de Jávea, rape y alcachofas, o los melosos como el de de sepia, gambas y ajos tiernos o el gustoso con bogavante, así como la fideuà de marisco, que recomendamos especialmente a todos aquellos que opinan a la ligera que el fideo jamás puede obtener tanto sabor como el arroz.

Muy atentos también a los pescados frescos que diariamente adquieren en La Lonja de Jávea. Se preparan a la brasa, cada especie en su punto justo de cocción. Maravilloso siempre el besugo, así como el rodaballo, la raya y la lubina salvaje.

La carta de vinos es extensa y muestra muy buenos vinos y también inmejorables champagnes y cavas, ideales para ser compartidos con la mayoría de los arroces que se ofrecen en La Perla de Jávea, un restaurante al que siempre hay que volver. Precio medio: 45/55 euros.

A Bordo

En el Club Náutico de Jávea, exactamente en el muelle norte, se emplaza A Bordo. Es uno de los restaurantes con mejores vistas de la localidad, pues tanto su comedor como su terraza miran orgullosamente al puerto deportivo.

El comedor interior es un espacio elegantemente vestido en el que prima la luz, el espacio, los tonos blancos y la madera.

El comedor es amplio y muy elegante. Foto: A Bordo.

Su cocina, plenamente mediterránea y marinera, se surte de los mejores y más frescos pescados y mariscos de la Lonja de Jávea, y representa a esa cocina levantina en la que el producto es pieza clave de una oferta que convence esencialmente por su frescura.

En su carta encontraremos tapas y entrantes tan apreciados como la gamba de cristal, la sepia a la plancha con salsa verde o el exquisito carpaccio de dorada, almendras y huevas. En temporada no se pierdan las alcachofas frescas confitadas porque son una auténtica delicia.

En el apartado de arroces, todos ellos elaborados con los mejores productos del mar, encontraremos delicias como el meloso con bogavante, siempre con el grano en su punto y con un sabor a mar que enamora. Buenísimo también el arroz del senyoret, con todos sus ingredientes pelados para que nadie tenga que ensuciarse las manos, o el siempre convincente y sabroso arroz negro.

Así mismo, se puede optar por los pescados frescos de la lonja y por guisos marineros tan apreciados como el suquet de pescados y mariscos (siempre por encargo).

Los mejores arroces con las mejores vistas. Foto: A Bordo.

Los carnívoros también disfrutarán sin cortapisas con el entrecote a la plancha con mantequilla de hierbas provenzales, el lingote de cochinillo a baja temperatura con patatas a lo pobre o del chuletón de buey para dos personas.

El apartado de vinos muestra una gran gama de significativas elaboraciones de toda España, con especial mención a aquellos vinos blancos elaborados en la comarca de La Marina Alta con la uva moscatel autóctona. Vinos que acompañan muy bien a los platos mediterráneos que se ofrecen en la carta.

Servicio muy profesional y un ambiente distendido convierten una velada en A Bordo en una experiencia culinaria que nadie debería perderse en Jávea. Precio medio: 45/55 euros.

Cala Bandida

Otro de los restaurantes que nadie debe dejar de visitar en Jávea es Cala Bandida.

Las vistas de Cala Bandida al mar son una maravilla. Foto: Cala Bandida.

Se ubica en una cala urbana cercana al puerto y al muelle pesquero. Es uno de los lugares favoritos de los habitantes de Jávea y también de los turistas para disfrutar, a primera hora de la mañana, de un buen desayuno en su gran terraza. Un espacio en el que prima la relajación gracias a sus magníficas vistas al Mediterráneo y al imponente Cabo de la Nao.

En cuanto llega el buen tiempo, Cala Bandida se convierte en uno de los epicentros de reunión gastronómica de Jávea, pues el boca a boca ha funcionado muy bien durante años y su fama como buen restaurante está más que acreditada.

En su propuesta amplia y muchas veces vanguardista, encontramos un servicio ‘non stop food service’, que permite disfrutar tanto de sus desayunos como de brunchs y smoothies, de comidas mediterráneas, así como de tardes de cócteles y cenas muy sugestivas.

Para comer o cenar, pidan entrantes tan ricos y originales como la ensaladilla rusa de mejillones con su espuma, pasas y almendras laminadas, la tempura de verduras con salsa bandida o los riquísimos boquerones fritos con emulsión de perejil.

Los arroces de Cala Bandida están en el top de Jávea. Foto: Cala Bandida.

En cuanto a su apartado de arroces, nos convenció, probablemente por ese punto de creatividad gastronómica bien entendida, el arroz de pulpo de Jávea con alcachofas y brócoli, el de de cigalas con su vinagreta de limón y alcachofas y el negro, que viene sutilmente cocinado con pequeños calamares y alioli.

Y entre los pescados, que por su gran tamaño son en algunos casos para compartir, el rodaballo a la brasa con vinagreta acompañado de patatas y verduras es para desmayarse de placer. Imprescindible el bogavante servido con patatas fritas y huevo.

Muy buenos postres como el riquísimo cremoso de turrón con plátano, crumble y cacahuetes, así como una más que aceptable carta de vinos, complementan una prometedora incursión en la cocina de Jávea que les recomendamos efusivamente. Precio medio: 45/50 euros.

a.
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