Tres Riberas del Duero y un Bierzo que atrapan los sentidos

Emilio Moro, bodega que elabora vinos que saben a paisaje y a terruño, presenta cuatro vinos únicos que sintetizan su progreso

Viñas de Emilio Mro en Pesquera. Foto: Emilio Moro

La prudencia habitual de la bodega de Pesquera se ha convertido en noticia porque Emilio Moro desde Viña Resalso, una finca de leyenda, ha iniciado una nueva fase de su historia.

Exterior de la bodega rodeada de viñas Foto: Emilio Moro

La tarjeta de presentación son tres de sus Malleolus de diferentes pagos de la Ribera del Duero y una sorpresa que llega para quedarse: El Zarzal, un DO Bierzo que se suma a los vinos bercianos de referencia.

Infografía: Jordi Català.

Saga de bodegueros

La familia Moro, saga de bodegueros que se remonta a 1891, va por la tercera y cuarta generación dedicada al sector

Allí están Javier Moro, presidente de las bodegas y Patricia Sánchez Moro, directora general. El primero dice que la compañía se encuentra inmersa “en un momento de nuevas oportunidades, de crecimiento y de avances”. Estos tres proyectos avalan sus palabras.

Javier Moro, presidente de las bodegas y Patricia Sánchez Moro, directora general. Foto: INTERPROFIT

La familias Moro es una dinastía de bodegueros que se remonta a 1891

Los tres proyectos de Emilio Moro

Uno es la relación de cercanía con la marca francesa Joseph Perrier, dedicada desde 1825 a la elaboración de champagne.

Otro tiene que ver con El Bierzo. Emilio Moro llegó allí hace pocos años y en el 2016 ya había conseguido un primer godello realmente importante, aunque sin instalaciones propias. Pues pronto inaugurará una bodega para atender sus mas de 50 hectáreas de viñas propias propias.

El tercero, ya cumplido, corresponde a la personalidad corporativa y se trata de un homenaje al pasado de la marca y de la familia, con la renovación de la imagen de sus productos que rinde tributo a los orígenes y recupera en clave estética del siglo XXI a muchos de los aspectos representativos de esta bodega centenaria.

La compañía muestra una nueva imagen con etiquetas y packaging renovados a partir de cromatismo, tipografía y un nuevo diseño, en una interesante combinación entre historia y evolución.

Javier Moro y Álvaro Maestro, director técnico de Emilio Moro, presentan la nueva imagen corporativa. Foto: Emilio Moro

El cambio de imagen llega acompañado del lanzamiento de nuevas añadas, pertenecientes a la Familia Malleolus.

Malleolus 2020

Es el vino histórico que marca un antes y un después en la bodega de Pesquera, su paso más firme para llegar a vinos con identidad propia.

Infografía: Jordi Català.

El término Malleolus que da nombre a la gama -y es la gran marca de la casa- significa en latín majuelo, que es como se denomina en la Ribera del Duero a las viñas viejas.

El Malleolus marca un antes y un después en la bodega Emilio Moro

Es un vino elegante, 100% tempranillo muy fino de la más alta expresión. Su crianza en barricas de roble francés le dota de una gran personalidad que no impide esa sensación de gran equilibrio entre madurez y frescura marca de la casa, y una expresión aromática en nariz, que se traduce en una fiesta de frutos negros silvestres y maduros.

Sala de envejecimiento en las bodegas Emilio Moro Foto: Emilio Moro

Las sensaciones organolépticas se multiplican en copa, es un vino que evoluciona y se nota.

En boca es voluminoso, amplio y carnoso con taninos pulidos y delicados sabores persistentes en un largo, larguísimo, retrogusto.

Malleolus de Valderramiro 2019

El célebre Pago de Valderramiro plantado en 1924 posee un carácter muy auténtico de tinto fino y toda su potencia, estructura y gran intensidad varietales.

Infografía: Jordi Català.

Las etiquetas de la bodega cuentan en su medallón la historia de la familia. En este Malleolus aparece Emilio Moro, de la segunda generación, podando en 1996.

Es un vino con carácter, gran potencia y sobre todo intensidad, que traducen en sus cualidades organolépticas el paisaje donde nace.

En nariz es muy complejo, frutal, opulento y sutil; con predominio de frutos negros, mineralidad obvia, aromas tostados, notas especiadas y dulzonas y maderas nobles, que le otorgan personalidad.

Infografía: Jordi Català.

En boca refleja muy bien lo que anuncian los aromas, es poderoso y persistente con un tanino presente pero equilibrado y un vino sedoso que acaricia el paladar.

Su posgusto es largo y muy persistente. Un vino que va a crecer mucho en botella.

Malleolus Sanchomartín 2019

Es uno de los tempranillos más importantes y exclusivos que ha hecho Bodegas Emilio Moro.

Nace en el Pago de Sanchomartín, una parcela muy exclusiva de sólo una hectárea de superficie en Pesquera de Duero.

Infografía: Jordi Català.

Estamos ante un terroir con unas extraordinarias cualidades para producir vinos muy tánicos, con una marcada acidez, ideales para una larga crianza en madera y después una larga guarda y con excelentes condiciones para la sobremaduración; de forma que añada tras añada siempre es un vino excepcional.

Malleolus Sanchomartín 2019 es uno de los tempranillos más importantes y exclusivos que ha hecho Bodegas Emilio Moro

En nariz es muy elegante y complejo, potente pero refinado, con frutos negros, flores y matices balsámicos que personalizan el conjunto. El paso por boca es amplio y poderoso y al tiempo muy equilibrado, pulido y con un postgusto largo y persistente.

El Zarzal 2020

Es un vino del Bierzo, 100% godello que en tiempo meteórico se ha convertido en referente de esta región.

Infografía: Jordi Català.

El Zarzal muestra las particularidades de esa uva en su máxima expresión, con aromas a frutas blancas maduras, frutas de hueso, aromas melosos, gran frescura y mineralidad pronunciada.

En boca tiene fácil paso, con frescura y acidez equilibradas, siempre voluminoso, y un final lleno de sensaciones que invitan a disfrutarlo una vez más.

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