Jean-Jacques Annaud se mete en las entrañas del incendio de Nôtre Dame

Mañana se estrena ‘Arde Nôtre Dame’, una reconstrucción paso a paso del peor incendio en la historia de la catedral parisina y el trabajo de los bomberos por frenar su destrucción

Durante 9 horas el mundo entero estuvo en vilo por Nôtre Dame. Foto: Julien De Ros | EFE.

El 15 de abril de 2019 el mundo se estremeció mirando a París. Las alarmas antincendios de la catedral de Nôtre Dame sonaban alrededor de las 18.20 horas, en plena misa. El fuego, localizado en el tejado derrumbó la aguja y la cubierta del templo y causó importantes daños en el interior. Tres años después, el director francés Jean-Jacques Annaud reconstruye minuto a minuto lo que pasó aquel día.

“El largometraje que estamos preparando tiene un doble objetivo: el rigor del documental, la grandiosidad del cine” anunciaba Annaud en la presentación del proyecto, a la vez que pedía a cualquier persona que hubiese estado en París aquel día sus vídeos de Nôtre Dame.

Tras la recopilación de imágenes de archivo, el equipo “creó” las que nadie pudo filmar mientras se desarrollaba la tragedia, filmando en enormes decorados que reconstruían las diferentes partes del templo con tecnología de imagen y sonido de última generación.

Jean-Jacques Annaud estrena ‘Arde Nôtre Dame’. Foto: Zipi | EFE.

La desaparición en directo de un símbolo

El resultado es una cinta trepidante con la que revivir las 24 horas que rodearon el suceso, con el foco puesto en los bomberos, para Annaud los grandes héroes que se enfrentaron al monstruoso incendio con valentía y pericia.

“Recuerdo que, cuando trabajábamos en el guion, nos decíamos que no nos hubiéramos atrevido a inventar esto, parecía tan inverosímil”, explicaba el director de películas como El nombre de la rosa (1986) o Siete años en el Tibet (1997).

Pero ocurrió y, añade en una entrevista con Efe, “lo bueno es que nos ha permitido ir más lejos y transmitir emociones más fuertes”.

El mundo se mantuvo en vilo un total de 9 horas, las que duraron los trabajos de extinción del fuego, donde los espectadores asistíamos estupefactos a la desaparición en directo de uno de los templos más bellos del mundo.

La realidad, según el director, le regaló un “final de Hollywood” para su película.

Nôtre Dame tres años después del incendio. Foto: Christophe Petit Tesson | EFE.

Y es que, pese a la magnitud del incendio y lo espectacular de las imágenes que veíamos en la televisión y en las redes sociales, nadie murió y se pudieron salvar prácticamente todas las obras de arte, antigüedades y reliquias de Nôtre Dame (unos 1.300 objetos).

El mundo entero se mantuvo en vilo pensando que iba a ver desaparecer en directo a un edificio simbólico como Nôtre Dame

Los bomberos, los grandes héroes

Annaud vio enseguida el “potencial cinematográfico” del suceso, porque “un edificio simbólico, uno de los más bellos del mundo, iba a desaparecer”.

Su intención, como queda claro en la cinta, que se recomienda ver en grandes pantallas, especialmente aquellas adaptadas al formato IMAX, pasa por darle el merecido reconocimiento a los bomberos que lograron extinguir las llamas para que la tragedia no fuera mayor.

Los bomberos son los héroes de la película. Foto: Julien De Rosa | EFE.

Ellos son los superhéroes de esta true story. Héroes que, a diferencia de Hollywood, no tienen grandes músculos, pilotan naves intergalácticas o tiene como objetivo salvar la humanidad. Esos son bomberos, los bomberos que “pusieron su vida en peligro para salvar un símbolo: el de París, de Francia y de una religión que no era necesariamente la suya”.

El relato también exculpa al jefe de seguridad que se estrenaba en el trabajo la misma tarde del incendio y esboza las diferentes posibilidades que se barajan en torno al origen del fuego.

Entre el documental y la ficción

“Hitchcock siempre decía que más vale conocer el final e interesarte por el desarrollo”, apunta el director, que actualmente vive a menos de doscientos metros de la catedral y espera que, como se anuncia, pueda volver a abrir sus puertas al año que viene.

Aquí sabemos de antemano el final (y la historia acaba bien) lo que nos permite disfrutar de estas horas tan intensas y a la vez espectaculares.

El proyecto se planteó inicialmente como un documental pero rápidamente se dio cuenta de que no existían los materiales necesarios para ello. Además, “no es lo que yo sé hacer, yo hago ficción”. Sin embargo, tras analizar los datos decidió investigar para acabar comprobando “que lo más inverosímil es cierto”.

El espectacular incendio de Nôtre Dame. Foto: Ian Langsdon | EFE.

Annaud no es creyente, pero declara amar los lugares de culto, la arquitectura medieval y las catedrales y ésta, afirma, “representaba no solo la fe católica, sino Europa, nos representa a todos. No era un supermercado ni una fábrica que se incendia, es un lugar de oración desde mucho antes de ser catedral”.

“Entiendo que personas de religiones diferentes sintieran una emoción particular; amigos míos orientales creyeron que era el final de la civilización occidental, así se percibió. Y eso ocurría mientras una serie de personas luchaban contra un montón de obstáculos para salvarla, lo que la convierte también en una película de suspense”, añade.

«En París, donde todo el mundo corre todo el día y se hablan alto, ahí se pusieron a cantar, a cantar salmos para salvar la catedral. Y eso fue verdad, y a mi me emocionó»

Jean-Jacques Annaud

Una réplica de la aguja de Nôtre Dame

El fuego consumió la aguja central de la catedral y también hubo grandes daños en el ático de la nave central. Para mostrarlo en el cine, Annaud hizo una réplica a escala real que luego prendió fuego.

La aguja de la catedral de Nôtre Dame en llamas. Foto Ian Langsdon | EFE.

“No me resultó especialmente complicado hacerlo, tengo la suerte de dominar máquinas bastante impresionantes, y costumbre de manejar equipos de quinientas o seiscientas personas, que me ayudan con entusiasmo”.

También opina que fue un proyecto estimulante para los actores, que tuvieron que pasar tres meses entrenando como bomberos y poniéndose en forma para enfrentarse a un incendio. “Se vinieron arriba”.

El orgullo de Francia

El incendio de Nôtre Dame no sólo conmovió al mundo, sino que unió a Francia, que pudo volver a sentirse orgullosa de la competencia y valentía de quienes contribuyeron a su salvación. Bomberos, por supuesto, pero también policías, arquitectos o conservadores, entre otros.

“En la multiplicidad de puntos de vista que se pueden tener sobre este suceso, mi trabajo era saber qué mostrar y en qué momento, incluso el final, que es más lírico, va con la cronología real. En París, donde todo el mundo corre todo el día y se hablan alto, ahí se pusieron a cantar, a cantar salmos para salvar la catedral. Y eso fue verdad, y a mi me emocionó”.

Para ese final, confiesa, usó imágenes de archivo. “Los bomberos auténticos me dijeron que aquello les había ayudado, cuando sentían miedo por estar arriesgando su vida para salvar piedras. Fue formidable, el mundo cantaba para salvar ese edificio mítico”.

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