El Marais: secretos del barrio más trendy de París

En el corazón de París se encuentra este barrio de aires de pueblo que se ha convertido en el epicentro de las tendencias, el diseño y las movidas artísticas. Gracias a las conexiones de Vueling es un destino ideal para una escapada

El encanto de las calles del Marais. Foto Studio TTG – Turismo de París

Entre los distritos III y IV de París, en el corazón geográfico e histórico de la ciudad luz, el Marais confirma que es uno de los barrios más encantadores de la capital francesa.

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Espíritu de pueblo en el Marais

Su nombre viene de las marismas que durante generaciones convirtieron al lugar en un sitio en el que nadie quería vivir.

Sus calles pequeñas de aceras angostas, más propias de un pueblo de la campiña que de la gran metrópolis gala, se salvó de la urbanización radical del barón Haussmann.

El encanto del Marais reside en el aire de pueblo de sus calles de aceras angostas y en el aire bohemio de sus vecinos y comercios

El espíritu bohemio de sus calles. Foto Nicky Bouwmeester | Turismo de París

Y aquí reside gran parte de su encanto, ese aire bohemio y despreocupado que se impregna en sus cafés, restaurantes, galerías de arte y tiendas.

Residencias históricas

En el siglo XVII se levantaron las primeras mansiones, que tuvieron su apogeo en los siglos XVIII y XIX, como se puede ver en el Hôtel Salé (sede del Museo Picasso), el Hôtel Sully o el Hôtel de Ville (Ayuntamiento), sin olvidar templos barrocos como la iglesia de Saint-Louis y Saint-Paul-du-Marais (atención al cuadro de Delacroix en su interior) o la bella Place des Vosges, la más antigua de la ciudad.

Más historia se encuentra en la casa de Víctor Hugo, en el Musée Congnacq-Jay que permite conocer la vida cultural del París de la Ilustración y en el Musée Carnavalet, centrado en la Revolución Francesa.

En medio de las viviendas de techo de pizarra y ventanas de marcos blancos emerge, como una nota disonante, el Centro George Pompidou, con la audaz arquitectura de Renzo Piano y Richard Rogers que le valió varias polémicas.

El lugar, dedicado al arte contemporáneo, comparte el prestigio de epicentro cultural del Marais con las galerías que abundan en el barrio, como las de Eric Dupont, Daniel Templon, Thaddaeus Ropac, Karsten Greve y la Galerie Perrotin.

La elegancia del Hôtel de Sens. Foto Sarah Sergent | Turismo de París

Compras en el Marais

Si se trata de ir de compras, las calles con más vida comercial son Vieille-du-Temple, Charlot o la Rue du Temple, que congregan a las grandes marcas y sus franquicias; y con una creciente tendencia a que las marcas de lujo abran sucursales y dejen de mirar solo a la rue Saint-Honoré y la avenida de los Campos Elíseos.

Pero aquí y allá se encuentran encantadoras tiendas de moda retro y de segunda mano, además de locales de antigüedades y librerías de viejo; como se ve en el Village de Sant-Paul-Le-Marais, donde hay 200 tiendas que venden desde un sillón estilo Imperio hasta un globo terráqueo.

En tanto el BHV Marais, en su edificio de 1856, es un almacén de gran superficie con el prestigio que le dan sus décadas de historia, donde se encuentran las principales marcas de moda y un buen número de tiendas de diseño.

Las tiendas BHV Marais. Foto Sara Sergent | Turismo de París

Dónde comer en el Marais

En el apartado gastronómico el Marais es una pequeña Babel, donde se pueden conocer desde las cervecerías parisinas típicas como Le Comptoir des Archives, Les Philosophes o Bofinger hasta exclusivos restaurantes como L’Ambroise o los que rodean a la place des Vosges.

El Marais es una pequeña Babel gastronómica, con cocinas del mundo, además de restaurantes de lujo y otros que presumen de vanguardia

Y sin dejar de lado experiencias únicas como el maridaje de cocina y lírica que ofrece Bel Canto, sobre el Sena; o las degustaciones de sabores auténticos que preparan en La Maison de La Truffe, Robert et Louise o Glou; por mencionar algunos de la larga lista de restaurantes del barrio.

Allí se encuentran desde económicos platos de la comida callejera como los crepes, noodles, falafeles y baguels; hasta reposterías que elaboran dulces y pasteles tan elaborados, como los de Pierre Hermé, Christophe Michalak y Yann Couvreur que dan lástima comerlos.

Y la herencia judía del barrio también está presente con las panaderías yiddish, con platos de Francia y de otros países de Europa del centro.

Puesto en el mercado de Enfants Rouges. Foto Marc Bertrand | Turismo de París

Tolerancia y epicentro de la comunidad LGTBI

El espíritu tolerante del Marais se forjó gracias a la activa presencia de la comunidad LGTBI, que desde los años ’80 lo han convertido en un foro de cultura, gastronomía y ocio con sus restaurantes, discotecas, librerías y casas de moda.

El Marais es el barrio con presencia más activa de la comunidad LGTBI en París

Su eje gira en torno a las calles des Archives, du Temple, de la Verriere y des Lombards, y para saber que uno está en el lugar indicado, basta ver que los pasos de peatones están pintados con los colores del arcoíris.

La animada vida del Marais. Foto TTG Studio | Turismo de París

Música y ocio en el Marais

Varias terrazas, como la del Museo Picasso o la de Le Perchoir, suelen acoger espectáculos de jazz y otros ritmos; en una intensa vida nocturna que se multiplica en locales como La Candelaria, Le Progrès o La Perle.

Pero si uno quiere descubrir el Marais más auténtico, hay que visitar el mercado cubierto de Enfants Rouges, un ambiente ruidoso, colorido, lleno de aromas de flores y comidas.

Su oferta comercial se expande a la plaza Baudoyer e incluso a la plaza de la sede del III Distrito.

Y si uno no tiene prisa, lo mejor es salir a caminar y perderse por su trazado de cuadrícula cruzada por diagonales y pasajes. La experiencia vale la pena.

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