Castilla-La Mancha: una ruta única por la tierra del queso más popular

De todos los quesos españoles seguramente el manchego es el más imitado de todos. Elaborado con leche de oveja, su sabor sintetiza los paisajes de una tierra árida y extensa, de un clima tórrido en verano y frío en invierno; entorno donde la oveja manchega se ha adaptado en su búsqueda de brotes, rastrojos, cereales y hierbas aromáticas.

La DOP Queso Manchego ocupa 44.000 k2 de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo, donde se encuentran 400 pueblos que viven, de una forma u otra, de la industria de este queso.

Así lo apunta Francesc Ribes en su libro Paisajes de la despensa española (Anaya Touring), que propone viajar por el país a través de diferentes rutas gastronómicas.

Las caras del queso manchego

Estos quesos se presentan, según su tiempo de maduración y formato, en semicurado, curado, reserva o viejo; presentados entero, en cuñas, loncheados o en aceite.

El queso manchego ocupa un área que engloba 400 pueblos de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo

“Lo importante es que el queso esté correctamente identificado con su contraetiqueta numerada, el logo de la DOP y la placa de caseína en forma de corona que numera cada pieza”, describe Ribes.

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Las queserías destacadas

Es imposible nombrar a todos los pueblos donde se pueden encontrar queserías, pero si es por mencionar las más destacadas, este libro dice que hay que tener en cuenta a Tembleque (Toledo), donde además de su plaza mayor típicamente manchega se puede visitar la finca La Prudenciana, que donde se produce Artequeso, elaborado con las ovejas que pastan en sus 1.800 hectáreas de pastos.

Cerca, pasando los famosos molinos de Consuegra, está Madridejos, que además de sus cuatro queserías también es famoso por la producción de azafrán manchego, con un museo dedicado a este valioso condimento.

Quesos e historia

En Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) hay dos queserías que concentran la producción artesanal.

Una de ellas, Las Terceras, ofrece visitas guiadas a sus instalaciones, que llevan dos siglos en manos de la misma familia.

En el lugar también se puede conocer el pasado de esta villa a través de sus iglesias, conventos, palacios y plazas.

En el Carpio de Tajo (Toledo) se elaboran los exquisitos Mi de Quesos de Hualdo, que maridan con el aceite de oliva virgen extra Cornicabra Casas de Hualdo (DO Montes de Toledo); ambos producidos por Finca Hualdo.

Este establecimiento solo recibe visitas puntuales, pero está la idea que en un breve plazo abran sus puertas al turismo, con la organización de catas y paseos por la finca de 4.000 hectáreas.

También en Ciudad Real está Argamasilla de Alba, localidad con una fuerte vinculación con Cervantes y El Quijote, con recuerdos históricos como templos, fortalezas y casonas del Siglo de Oro.

Varias tiendas ofrecen quesos manchegos DOP. Hay que tener en cuenta a la bodega Montalvo Wikmot, productora de Pago Los Cerrillos, que también elabora quesos y que se pueden probar en su encantador alojamiento rural.

Deliciosas opciones

La fábrica Lactalis tiene su planta en Villarobledo (Albacete), y no muy lejos está San Clemente, una joya del renacimiento manchego como se ve en su plaza mayor y sus palacios.

Desde aquí se puede hacer base para buscar algunas de las mejores queserías de la región, como Quesos Villarejo, en Villarejo de las Fuentes, cuyos productos han obtenido numerosos premios.

En Manzanares hay un Museo del Queso Manchego que es un viaje por la historia de este famoso producto lácteo

También caben destacar, precisa Ribes, a la Quesería Chaves de Saelices y a Quesos Morales de Tarancón.

Museos del queso manchego

Un lugar imprescindible es visitar el Museo del Queso Manchego de Manzanares, que a través de audiovisuales y utensilios antiguos permite reconstruir la historia de este producto.

También en Toledo hay otro museo dedicado a este lácteo, aunque más orientado a la cata y la venta de sus diferentes variedades, así como a otros alimentos de calidad de Castilla-La Mancha.

El queso más premiado

Pero este viaje por los quesos manchegos no puede terminar si visitar la finca El Campillo, en Ciudad Real, donde se elabora el queso Adiano.

Producido de forma totalmente natural sin aditivos, conservantes, colorantes ni antifúngicos, este queso acaba de coronarse en los World Cheese Awards 2022 donde ha cosechado un total de 9 distinciones, entre ellas la máxima categoría, Supergold, al mejor queso curado del mundo para su Adiano Manchego Artesano DOP Viejo.