Una antigua finca de los Médici aloja el primer hotel Meliá en la Toscana

A 20 km de Florencia, en el corazón de la campiña toscana, Tenuta di Artimino ocupa una finca que incluye la famosa Villa de las Cien Chimeneas de los Médici y bodega propia

Tenuta Di Artimino se suma a la nueva marca Melia Collection.

Entre las colinas y viñedos de Montalbano, la Villa Médici La Ferdinanda fue construida en 1596 por orden del Gran Duque Fernando I de Medici, según el proyecto de Bernardo Buontalenti. Más de 400 años después, la villa, reconocida como Patrimonio Mundial por la Unesco, forma parte del complejo Tenuta di Artimino, primer hotel de Meliá en el corazón de la Toscana.

Además de la construcción principal, conocida también como la Villa de las Cien Chimeneas por las numerosas chimeneas que se hicieron instalar para mantener las estancias calientes debido al problema de gota que, como todos los Médici, aquejaba a Fernando I, forman parte del hotel un edificio renacentista del siglo XVII que aloja habitaciones y suites, apartamentos en el pueblo medieval de Artimino, piscina, spa, restaurante gourmet y bodega propia.

Los hoteles singulares de Meliá

De aspecto austero y planta rectangular, la fachada se caracteriza por sus bastiones angulares, que sugieren la imagen de una fortaleza, y una impresionante escalera frontal en piedra. El aspecto militar desaparece al franquear la logia a ras de la fachada, sostenida por cuatro columnas toscanas.

La villa principal fue construida por el Gran Duque Fernando I de Medici.

En el interior cuenta con hermosos frescos realizados por el artista Domenico Cresti, conocido como Passignano, y Bernardino Poccetti, en lugares como la bóveda de la logia, la capilla, el Salón Orso y las estancias reservadas a Cristina de Lorena, consorte del Gran Duque Fernando I de Médici.

Por La Ferdinanda han pasado personajes ilustres que van de Galileo Galilei -invitado por Fernando I para educar a su hijo Cosimo- a Leonardo da Vinci.

Aunque ya funcionaba como hotel, en los próximos meses se llevarán a cabo varios trabajos de renovación y redecoración de espacios en habitaciones y áreas comunes para elevar la experiencia de sus huéspedes, siempre conservando el legado histórico y cultural de esta singular finca, que volverá a abrir sus puertas esta misma primavera.

Las estancias se inspiran en el estilo toscano renacentista. Foto: Meliá Collection.

El hotel se integrará en la nueva marca The Meliá Collection que agrupa los hoteles singulares de lujo y espíritu independiente dirigidos a viajeros que buscan autenticidad y conexión con el destino. Actualmente forman parte de este selecto catálogo el Meliá Serengeti Lodge en Tanzania, la Hacienda del Conde en Tenerife, el Hotel Villa Marquis en París o el Meliá Desert Palm en Dubái.

El legado de los Médici

Las habitaciones se concentran en la Paggeria Medicea, un edificio renacentista reconvertido en un elegante hotel con vistas a La Ferdinanda. Las 37 estancias están inspiradas en el estilo toscano renacentista, con suelos de terracota, vigas de madera y elementos de Pietra Serena, la piedra arenisca típica de la Toscana.

A poca distancia, en el pueblo medieval de Artimino, que pertenece al municipio de Carmignano, se encuentran los 59 apartamentos y 6 villas que completan el complejo, así como restaurantes, tiendas y el Museo Etrusco que permite bucear en la historia de los antiguos pobladores de la zona.

La propiedad se alza sobre una colina con hermosas vistas al paisaje de La Toscana. Foto: Meliá Collection.

El restaurante principal del hotel, Biagio Pignatta, lleva el nombre del que fuera el primer mayordomo de Fernando I de Medici. Cuenta con diferentes salones, una zona al aire libre y un mirador con grandes ventanales que ofrecen vistas impresionantes a la campiña toscana.

Sus propios vinos toscanos

Además, el restaurante La Cantina del Redi, ubicado en el corazón del pueblo de Artimino, completa su oferta gastronómica.

Por su parte la bodega continúa con una tradición iniciada también por los Medici, que plantaron las primeras viñas en 1680 aunque fue a partir del edicto de Cosimo III de 1716, que regulaba la producción de vino de cuatro áreas de La Toscana, entre ellas Carmignano, cuando se desarrolló su elaboración.

Tras pasar por diferentes manos a lo largo de su historia, la propiedad de la Tenuta di Artimino pertenece a la familia Olmo, que elabora vinos de calidad a partir de las 70 hectáreas de viñedos que rodean la Villa La Ferdinanda con uvas como sangiovese y cabernet suavignon.

Se suman a vinos de fama mundial elaborados en la región, entre los que se encuentran lo de Chianti, Vino Nobile di Montepulciano o Morellino di Scansano, así como el vino Carmignano en el que se inscribe la producción de la finca de Tenuta di Artimino.

La villa principal está protegida como Patrimonio Mundial de la Unesco. Foto: Meliá Collection.

Meliá en Italia

Tenuta de Artimino es el noveno hotel de Meliá en Italia, uno de los principales focos del desarrollo de la compañía en Europa. Solo en 2023, la compañía abrirá, además de este, el Gran Meliá Cordusio en Milán y sus dos primeros establecimientos en Sicilia (Meliá Siracusa y Meliá Taormina). Cerdeña y Puglia están también entre sus planes de expansión.

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