Empresas que huyen de Cataluña: de negarlo a desear su regreso

El Gobierno ha anunciado un paquete para que vuelvan a Cataluña las empresas que el independentismo despreció llevando a cabo la vía independentista

En septiembre de 2018 comparecía en el Parlament la entonces Consellera de empresa, Àngels Chacón, para quitarle importancia a que desde octubre de 2017 a julio de 2018 se hubieran ido de Cataluña 2.500 empresas con una facturación global de 100.000 millones de euros. La consellera decía que cambiar el NIF de lugar no tenía mayor importancia y anunciaba un cambio de ciclo en esa materia con el retorno masivo de empresas.

Desde entonces hasta hoy lejos de haber cambio de ciclo alguno otras 5.500 empresas se han ido de Cataluña y, al parecer, lo que era irrelevante entonces ahora es un tema de la mayor importancia dado que el Gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado un paquete de medidas incentivadoras para que las empresas vuelvan a Cataluña.

¿Qué ha cambiado para que lo que se consideraba mentira y sin mayor importancia ahora sea un tema de Estado?

Durante la comisión de investigación en el Parlament sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución que la mayoría independista impulso para hacer lo que mejor saben, o sea, autoexculparse de responsabilidad alguna sobre los males que ellos mismos causan anunciaron otra una comisión de investigación para determinar si había habido presiones por parte de poderes del Estado (léase el Rey) para que las empresas se fueran de Cataluña. A día de hoy de dicha comisión no hay noticia.

La potentísima maquinaria de propaganda independentista es capaz de afirmar, simultáneamente, una cosa y la contraria. Por un lado pusieron en marcha el bulo de que el Rey Felipe VI en persona había llamado a SEAT para pedirles que se fueran de Catalunya y por otro afirmaban que no tenía mayor importancia que las empresas trasladarán su sede a otros lugares de España dado que los centros de producción y trabajo se mantenían en Cataluña.

No olvidemos jamás que poco antes de la doble proclamación de la independencia Artur Mas afirmó eso de que Cataluña era la Dinamarca del Sur y que cuando fuera independiente empresas de todo el mundo harían cola para instalarse en Cataluña.

La realidad, como siempre con el independentismo fue muy distinta: El éxodo empresarial vivido en Cataluña es inédito en la historia reciente de España y Europa y no se dio con esa intensidad ni en el periodo de los dos referéndums Quebequeses y que también provocó una gran movilidad de empresas y riqueza del Canadá francófono al Canadá anglófono.

El discurso negacionista sobre la huida de empresas ha cambiado, no hace mucho PIMEC pidió la creación de una comisión entre el Ayuntamiento de Lleida, la Diputación de esa provincia y el Gobierno Catalán donde se analice las razones y evite que muchas empresas de Lleida se fuguen a Huesca.

Debemos aplaudir la valentía de PIMEC dado que el primer paso para resolver un problema es reconocer que el mismo existe, quizás den el segundo paso y reconozcan las causas que de hecho ya exponía en su comunicado: “facilidades administrativas, ayudas directas a las empresas, ventajas fiscales”.

Pedro Sánchez ha dicho que creará un marco de incentivos para que las empresas vuelvan a Cataluña, más allá de que eso no está en la agenda de la decisiva CUP, feliz de la deserción empresarial, el Presidente del Gobierno solo tiene que hacer dos cosas, la primera es fácil: llamar a Antonio Cañete que tiene una receta infalible: “Si yo pido una licencia y tarda un año en Cataluña y en Aragón la tengo en una o tres semanas hay once meses de diferencia que empresarialmente son importantes y si tengo ventajas fiscales las reglas del juego son diferentes”.

La otra cosa que tiene que hacer Sánchez es más compleja, para él imposible: dejar de alimentar al independentismo para apostar por el Imperio de la Ley. Si hace eso sus socios le dejarán caer. Así las cosas lo de la vuelta de las empresas no tiene solución.

Es una buena noticia que el independentismo y los poderes catalanes de toda índole reconozcan que la salida de empresa de Cataluña es un desastre, sería mejor aún que hicieran acto de contrición y reconocieran su culpa pero eso no va a suceder.

Reducir el PIB para ensanchar las bases

Por si a alguien se le ha olvidado las consecuencia de la salida de empresas de Cataluña no es algo anecdótico o irrelevante: En 2019 el PIB per capita de la UE superó por primera vez en la historia al de Cataluña, la huida de miles de empresas no es ajeno a este dato y la caída del empleo tampoco.

Desde 2017 el PIB catalán crece dos puntos por debajo del de la media europea y 0,5 puntos por debajo del del conjunto de España. Hasta entonces Cataluña lideraba el crecimiento español junto a Baleares, las fechas no dejan margen de dudas sobre la relación entre independentismo, salida de empresas y empobrecimiento.

En lo único en lo que Cataluña mantiene el liderazgo, junto a Canarias y Cantabria, es en crecimiento del sector público, a más funcionarios más control social para seguir andando hacia la independencia, es lo que Junqueras llama ensanchar la base.

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