6 escapadas a Europa para disfrutar de la más blanca Navidad
Paisajes nevados, auroras boreales, esquí, trineos de perros y hasta la casa de Papá Noel: la Navidad en mayúsculas se vive en estas ciudades nórdicas
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enemos mantecados y tenemos villancicos, mercados navideños, turrones y belenes; por tener, tenemos hasta ciudades cuyas fabulosas luces de Navidad compiten con las de Nueva York o Londres. Y, sin embargo, ¿quién no sueña con una Navidad entre chimeneas y paisajes nevados, donde acercarse a la casa de Papá Noel, montar en un trineo conducido por perros, patinar en lagos helados, beber una taza de vino caliente o incluso sentir la magia de una aurora boreal sobre la cabeza?
Para vivir esas experiencias hay que mirar al norte de Europa, a diferentes ciudades de Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca que destilan belleza en invierno y parecen hechos para brillar durante la Navidad.
La mejor noticia es que gracias a las conexiones aéreas de Vueling los tenemos mucho más cerca de lo que crees y a precios mucho más bajos de lo que esperas.
Navidad al estilo noruego en Oslo
El invierno es una estación mágica para viajar a Noruega.
Si lo que queremos es conocer la Navidad al estilo noruego hay que poner rumbo a su capital, Oslo. Y es que aquí todo se confabula para vivir una experiencia increíble, desde el mercadillo de Navidad de Spikersuppa, ubicado en la céntrica calle de Karl Johan a la noria, que gira permitiendo ver preciosas panorámicas, pasando por la pista de hielo, que es gratuita y abre todos los días durante el invierno.
Muy cerca, en el impresionante Teatro Nacional, se programan obras de teatro así como conciertos. Si lo que se quiere escuchar son villancicos, hay que encaminarse a la catedral, donde los niños del coro Sølvguttene (“Los niños de plata”) comparten todo el espíritu navideño.
Referencia de moda y diseño, la ciudad es perfecta para hacer compras navideñas, por ejemplo en la calle Karl Johan, pero también en las tiendas de Bogstadveien, Grünerløkka y del nuevo y moderno barrio de Oslobukta y Aker Brygge con su encantador paseo marítimo.
Saunas en pleno fiordo, chapuzones helados (solo aptos para valientes), una oferta gastronómica de primera, esquí de fondo, pistas para trineos, esquí de interior en SNØ o una visita al nuevo Museo de Munch son otras de las experiencias top para vivir el invierno en Oslo.
Para ponértelo fácil, Vueling ofrece vuelos entre Barcelona y Oslo con dos frecuencias semanales en noviembre y diciembre, tres en enero y una frecuencia semanal en marzo.
La verdadera casa de Papá Noel en Finlandia
Otro destino que respira Navidad es, sin duda, Finlandia. Y es que no es casualidad que en la Laponia finlandesa, en el Círculo Polar Ártico, se ubique la verdadera casa de Papá Noel.
Reconocida oficialmente como tal, la ciudad natal de Papá Noel es Rovaniemi y aunque su hogar está en algún lugar secreto de Korvatunturi, aquí es donde, desde 1985, tiene su oficina en la que los elfos carteros atienden los millones de misivas llegados de todas partes del mundo y también donde los visitantes (unos 500.000 al año) se acercan para conocer a su vecino más famoso.
De hecho, en Rovaniemi es posible celebrar la Navidad los 365 días del año, pero también disfrutar de otras actividades como paseos en trineos de huskies y renos, avistamientos de auroras boreales, excursiones en moto de nieve, construcciones con hielo, un hotel iglú y todo tipo de tiendas de artesanías, restaurantes y cafeterías.
Habitualmente la mejor fórmula para acceder a este remoto lugar en el Círculo Polar Ártico es volar a Helsinki, la capital finlandesa, y desde allí llegar, bien en avión, tren o por carretera, a Rovaniemi.
La buena noticia es que este año Vueling conectará Barcelona con la ciudad de Papá Noel con un vuelo directo, lo que hace mucho más sencillo el viaje. Este enlace empezará a operar cada miércoles y sábado a partir del próximo 2 de diciembre y hasta el 13 de enero con dos frecuencias semanales, estando así activa durante la temporada de invierno.
Helsinki en Navidad
La Navidad finlandesa no es patrimonio exclusivo de Rovaniemi. Su capital, Helsinki, es otra fantástica opción para celebrarla, una ciudad mágica cubierta de nieve con miles de luces iluminando calles y plazas y ambiente en todos los barrios.
Los escaparates decorados brillan especialmente en la calle Aleksanterinkatu, donde se ubican los almacenes Stockmann, cuya ambientación es todo un espectáculo.
El frío en la calle contrasta con la calidez de museos, cafés y restaurantes, siempre dispuestos a ofrecer una bebida caliente que reconforte el cuerpo y el alma.
Entre los imprescindibles, por supuesto, el Mercado de Navidad de Helsinki ubicado en la Plaza del Senado, a la sombra de la catedral diseñada por Carl Ludwig Engel y terminada en 1852. No dejes de curiosear entre los puestos (hay más de 120 repletos de adornos, artesanías y comidas) con un vaso de vino caliente finlandés, el glögi.
Luego, puedes dirigirte a la pista de patinaje, otra de las atracciones indiscutibles, y quizás escuches cantar a los niños disfrazados de algunos personajes bíblicos: Murjaanien Kuningas, Mänkki y Knihti.
Además, el invierno no deja de ser ideal para visitar los museos, las tiendas de diseño y los alrededores, como la isla de Suommelinna.
Desde Barcelona, Vueling opera vuelos directos a Helsinki con dos frecuencias semanales en noviembre y enero, tres en diciembre y marzo y una frecuencia semanal en febrero.
Gotemburgo adora la Navidad
Quizás no está en primer lugar en tu lista de ‘must’ invernales pero te vamos a decir algo: la ciudad de Gotemburgo adora la Navidad (y ya por eso merece una escapada).
De hecho, esta ciudad de encanto costero y portuario ubicada al oeste del país es la que más celebra estas fechas en toda Suecia.
Lo notarás en Liseberg, un destino que aúna parque de atracciones, jardines, un parque de esculturas, hoteles, bares y restaurantes pero que en diciembre se convierte en un enorme mercado navideño (el mayor de Suecia) con casi un centenar de puestos donde comprar decoración, artesanía o productos de diseño o probar suerte en una ruleta para ganar una chocolatina gigante.
También se pueden comprar productos típicos, desde quesos a mermeladas, zumo de arce o carne de reno o alce y degustar in situ el glögg, el vino caliente con almendras, clavo y canela.
Además, siempre es buen momento para descubrir una sauna pública tan increíble como la de Frihamnen, que se alza con su estética industrial entre viejos contenedores y grúas portuarias, o visitar alguno de sus museos, como el de Arte (con obras de Edvard Munch, Anders Zorn y Carl Larsson), el Museo Röhsska de moda y diseño, o el Museo de la Ciudad de Gotemburgo, que incluye un barco vikingo real.
Dedícate a pasear por el distrito de Haga, la zona más antigua de la ciudad, y disfruta de sus calles adoquinadas, sus cafeterías y sus tiendas vinta y echa un vistazo al Gotemburgo palaciego en la Casa y los Jardines de Gunnebo.
Visitar Gotemburgo es fácil desde España gracias a Vueling y sus vuelos que la conectan con Barcelona con tres frecuencias semanales en enero y marzo y dos frecuencias semanales en noviembre, diciembre y febrero
Atrévete con Estocolmo en invierno
Puede que no sean tan fabulosos como el de Gotemburgo, pero Estocolmo tampoco se queda atrás en cuanto a espíritu y mercadillos navideños.
Entre los más interesantes, el de Skansen, un auténtico museo al aire libre en el parque Royal Djurgården. Desde 1903 se celebra aquí este mercado con comida tradicional navideña y artesanía local que se combina con las actividades habituales en el parque.
En el casco antiguo, la preciosa Gamla Stan alberga el Stortoget Julmarkna, considerado el mercado navideño más antiguo de Suecia que nos tienda con dulces navideños y todo tipo de delicias de temporada y artículos artesanales.
Con muchos menos turistas que en los meses más cálidos, Estocolmo sigue siendo en invierno tan acogedora y cálida como siempre e igualmente llena de planes y propuestas.
Adentrarse en el Salón de Oro del Ayuntamiento donde se organiza el banquete para los Premios Nobel, patinar sobre hielo en Kungsträdgården, buscar las coronas que decoran el puente Skeppsholmbron, subir a Skinnarviksberget en la isla de Södermalm para ver las mejores vistas a la isla de Kungsholmen, el ayuntamiento y Gamla Stan, tomar la fika (merienda con un café algo dulce, preferiblemente un kanelbullar o rollo de canela) en el museo Fotografiska o buscar tesoros de diseño en Södermalm y Sofo son otras de las actividades que te esperan.
La ciudad, además, es una de las mejor conectadas de Escandinavia con Barcelona, con vuelos de Vueling con cuatro frecuencias semanales en noviembre y enero, cinco frecuencias semanales en diciembre y marzo, y tres frecuencias semanales en febrero.
Copenhague, el destino cool de Escandinavia
Tampoco hace falta buscar sesudas razones para comprar un billete a Copenhague en cualquier momento del año, incluido el invierno.
Vibrante, moderna, repleta de barrios con personalidad propia, cultura, arquitectura, museos, tiendas y restaurantes de primer nivel, la capital de Dinamarca y ciudad cool por excelencia está siempre entre las preferidas para una escapada.
Planes complementarios como una tarde patinando sobre el hielo en Broen, situada frente al puerto, en el paseo marítimo al final del Inner Harbour Bridge, y una sauna privada en Hottub Copenhagen, en la popular zona industrial convertida en Refshaleøen, se combinan con centros expositivos de arte, diseño o ciencia, el Palacio de Amalienborg y la Sirenita, el Jardín Tívoli, el teatro de la ópera y el barrio de Nyhavn.
Además, la gastronomía danesa está en constante evolución, así que siempre te sorprenderá con algo nuevo, ya sea un café, un mercado o una terraza con huerto en las alturas.
Organiza desde Copenhague una excursión a Billund, el paraíso LEGO en el centro de la península de Jutlandia. Aquí se fundó la compañía de los famosos bloques de construcción y aquí se encuentra un increíble parque temático que hace realidad el sueño de millones de fans.
En tres horas justas se puede llegar a Copenhague de Barcelona en un vuelo directo de Vueling, que ofrece nada menos que entre 10 y 11 frecuencias semanales entre los meses de noviembre y marzo.
Vueling conecta también Copenhague con Bilbao con un total de 2 frecuencias semanales durante todo el invierno.