Celeste Crianza: el Ribera del Duero que nace bajo las estrellas

La bodega Pago del Cielo presenta Celeste Crianza, un vino de uva tempranillo que homenajea al firmamento nocturno de la DO Ribera del Duero

Durante milenios las constelaciones han sido las guías para que las caravanas y los barcos lleguen a destino. Esos mapas de estrellas tapizan las noches de la Ribera del Duero, donde la bodega Pago del Cielo elabora un vino de gran calidad amparado por el firmamento nocturno: Celeste Crianza.

Este vino se elabora con la variedad tinta fina (tempranillo) de viñedos que crecen a 900 metros en las tierras de Fompedraza, en Valladolid, donde se encuentran las cotas más altas de la DO Ribera del Duero.

Estas tierras «nos permiten dar grandes vinos sobre todo a nivel aromático, con mucha expresividad», describe el enólogo Juan Ramón García.

Tras una crianza de doce meses en barricas de roble francés se obtiene un tinto intenso con recuerdos frutales, que presenta una estructura firme y un cuerpo voluminoso.

Acompañante ideal para todo tipo de carnes a la brasa (sobre todo el cordero asado y platos de caza), embutidos y quesos maduros, se sugiere servirlo entre los 14º y los 16º.

Celeste Crianza es un vino elaborado por Pago del Cielo. Completan la gama Celeste Roble y Celeste Reserva, todos ellos bajo la DO Ribera del Duero.

Además de las 45 hectáreas dedicadas a la uva tinta fina, la bodega cuenta con 20 hectáreas donde crecen las vides para elaborar el Celeste Verdejo, de la DO Rueda.

La conexión con las estrellas

Las uvas de la variedad tempranillo necesitan estar cerca de las estrellas para alcanzar su máxima calidad.

En los viñedos más elevados, vigilados por el firmamento nocturno, crecen con vigor gracias a que la altura y los vientos de las sierras permiten crear un equilibrio entre noches frescas y días calurosos, en que la diferencia térmica puede alcanzar los 20 grados.

Gracias a este contraste se potencian los propios aromas de la uva, aportando al vino una mayor complejidad que, junto a la frescura que le confiere la altitud, favorece la obtención de vinos sabrosos y frescos, con un equilibrio excepcional.

Un vino para beber bajo el firmamento

La belleza del firmamento que se puede ver en la localidad de Fompedraza, donde se produce el vino Celeste, también se puede contemplar en otros puntos de España

Diversos sitios de la Península y de Canarias han sido distinguidos con el sello de calidad otorgado por la Fundación Starlight, que garantiza que tiene las condiciones ideales para observar los cielos.

Se trata de zonas generalmente ubicadas a gran altura, ausentes de contaminación lumínica, con factores climáticos que permiten ver un número de estrellas increíble; y cuya observación forma parte del patrimonio natural, paisajístico o científico del lugar.

Entre ellos se encuentran el Parque Nacional de Monfragüe, en Cáceres (donde hay un mirador llamado -justamente- Celeste); el Parc Astronòmic Montsec, en el Prepirineo catalán; el observatorio de Aras de los Olmos, en Valencia; y el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, en Lleida; entre otras.

Una presentación única

La etiqueta de Celeste reproduce el cielo en una noche de octubre, desde la posición Latitud 41,54º Norte, Longitud 4,14º Oeste; que es el que cubre la bodega Pago del Cielo; en la que se pueden ver constelaciones como la Osa Menor y estrellas como Polaris.

Este mapa de los cielos, con esa estrella más brillante que nunca, es el que recubre el estuche que Pago del Cielo ha creado para una edición especial de Celeste, que se presenta como el regalo ideal.