ENATE: ¿qué hace un museo de arte contemporáneo en esta bodega de un pueblecito de Huesca?
Antoni Tàpies, Eduardo Chillida, Rafael Canogar, Antonio Saura, José Manuel Broto o Víctor Mira son solo algunos de los artistas cuyas obras se exponen en la bodega ENATE
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n 1992, un año después de la fundación de la bodega ENATE, Antonio Saura firmó la que sería la primera obra de su colección de arte. Una pieza que no solo se expondría en su galería, una de las salas principales del espectacular edificio con arquitectura de Jesús Manzanares, sino que además ilustraría el que seguramente sea el chardonnay más popular de España.
Porque el arte, para esta bodega ubicada en la pequeña localidad de Salas Bajas (Huesca), al pie de los Pirineos, nunca fue solo un adorno, un complemento a su oferta de vinos o un aliciente para el enoturismo, sino parte esencial de su proyecto y de su propia identidad.
Después de Saura vendrían Antoni Tàpies, Eduardo Chillida, Rafael Canogar, José Manuel Broto, Víctor Mira y un largo etcétera de nombres que integran ya la interesante colección de ENATE (sus obras se han expuesto en espacios tan prestigiosos como el IVAM en Valencia, el Museo Thyssen de Madrid o el Museo de las Casas Reales de Santo Domingo de la República Dominicana) y que, además, visten cada una de las botellas que factura esta bodega, una de las joyas del Somontano.
El arte de la elaboración del vino
Mucho antes que el arte, sin embargo, fue la tierra. La vinculación de ENATE con el territorio se imprime en su adn. Su propia denominación homenajea a un pequeño municipio de la comarca, a alrededor de 20 km de la bodega y en cuyo valle crecen algunos de los mayores viñedos de Enate, entre ellos la parcela 234, que da nombre a otro de sus reconocidos vinos blancos, ENATE Chardonnay-234.
Para ENATE, de hecho, el vino no se elabora en la bodega, sino en la tierra, de ahí su especial mimo a sus viñas, que crecen a entre 400 y 700 metros de altitud sobre suelos pedregosos, calizos, sometidos a escasas lluvias y a una amplia oscilación térmica entre el día y la noche que tiene como consecuencia una maduración lenta y una calidad óptima de las uvas.
Suelos calizos con yesos del sur, más arenosos y arcillosos en los barrancos y pedregosos al norte. Parajes como Bachimaña, Las Valles, Planacor, Valle de Enate, Torrefierro y Alcanetos conforman las 600 hectáreas de viñedos de Enate.
En ellas se cultivan variedades tintas como la tempranillo, la cabernet sauvignon, la merlot y la syrah, pero también blancas, como la chardonnay y la impronunciable -pero responsable de deliciosos vinos- gewürztraminer.
Bajas producciones por hectárea, máximo respeto al suelo y el entorno, técnicas y productos de viticultura sostenible, viticultura de precisión y excelencia en la vendimia son las máximas que guían la viticultura, y que se completan en su bodega de moderna factura donde reposan 4.000 barricas (la vista de la sala de barricas es realmente impactante).
También es la tierra, el suelo y sus parajes, así como el ciclo vegetativo de la vid y la uva los que inspiran las obras de arte que con tanta pasión custodia la bodega en un verdadero círculo virtuoso.
ENATE: una historia con mucho arte
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1991
Inicio de un sueño: este año se constituye la bodega.
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1992
Nace la primera añada de los vinos ENATE
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1993
Antonio Saura se convierte en el primer artista que viste uno de las botellas, la de ENATE Chardonnay fermentado en barrica 1992, hoy uno de los símbolos de la bodega.
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1996
Se concede el primer Premio ENATE a la artista Eva Armisén. El galardón sigue convocándose de forma bienal y ha premiado ya a una decena de artistas.
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1998
Se lanza la primera edición de los Reservas Especiales, una línea de vinos con etiquetas ilustradas por artistas como Chillida, Saura, Salvador Victoria, Tàpies, Torner, Beulas, Canogar y Broto.
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1999
Con la ampliación de la bodega llega la inauguración de la Sala de Arte Contemporáneo de ENATE, una galería permanente de exposición de alrededor de un centenar de los fondos propios.
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2000
Sale al mercado ENATE Merlot-Merlot, que inicia una gama de Monovarietales que hoy incluyen ENATE Syrah-Shiraz, ENATE Varietales y ENATE Cabernet-Cabernet, la gama premium de la bodega.
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2005
Lanzamiento de ENATE UNO Chardonnay, un blanco original, diseñado a pie de viña y que representa la mejor expresión de la bodega. Le seguiría ENATE UNO Tinto, otro de sus vinos de colección.
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2010
Nacen los primeros vinos solidarios de ENATE elaborados junto a entidades como Rotary Club de Huesca, ATADES y Valentia Social.
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2015
ENATE Cabernet-Cabernet es incluido en el top de los 100 mejores vinos del mundo por la Asociación Mundial de Periodistas y Escritores de Vinos y Licores.
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2020
Galardón ‘Bodega del año’ en los Premios Guía Vinos Gourmets 2020.
Premio ‘Mejor trayectoria’ en los 11 Magníficos, XIX Edición de la guía Vivir el Vino ‘365 Vinos al Año’ 2020
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2021
Los vinos ENATE Rosado, ENATE Reserva y ENATE Cabernet-Cabernet, únicos españoles premiados en el Concurso Internacional de Cabernets 2021.
Nace Enate Rosado Solidario.
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2024
Premio Mejor Bodega Abierta al Enoturismo en los VII Premiso de Enoturismo Rutas del Vino de España que entrega ACEVIN.
Enate, la bodega que es museo (y viceversa)
Desde 1992 y aquella primera obra de Antonio Saura para el ENATE Chardonnay fermentado en barrica, que en realidad son dos cuadros en tinta sobre papel: el racimo, con siete granos de uva, y el grafismo de ENATE, la bodega ha asociado cada uno de sus vinos a un artista de prestigio, autor de una obra que realiza exprofeso para ese vino.
Del desaparecido Alberto Carrera es, por ejemplo, la obra que ilustra ENATE Cabernet-Merlot, de Frederic Amat la que acompaña ENATE Merlot-Merlot y de José Manuel Broto la etiqueta de ENATE Reserva.
ENATE Rosado y ENATE Crianza llevan la firma de Víctor Mira, mientras que Vicente Badenes está detrás de la imagen de ENATE Gewürztraminer y Pepe Cerdá de ENATE Chardonnay-234, por cierto, otro de los bestsellers de ENATE.
Los trazos de Salvador Victoria han abierto varias ventanas de arte desde las botellas de los Varietales. Así lo hace también Chillida con el Reserva Especial de 1994, Tàpies en 1998, o José Beulas en 2001.
Antonio Saura, Antoni Tàpies, Eduardo Chillida, Rafael Canogar, José Manuel Broto, Víctor Mira, Pepe Cerdá, Salvador Victoria, José Beulas, Gustavo Torner, Frederic Amat, Eduardo Arroyo o Jaume Plensa son algunos de los artistas que han vestido las botellas de ENATE
Dentro de su compromiso con la cultura, la bodega convoca desde 1997 su Premio de Arte, dirigido a artistas profesionales. Eva Armisén, Patricia Albajar, Mapi Rivera, Andrés Begué, Ángel Masip, Alfonso Ascunce, Gema Rupérez, Viviana Guasch, Charo Carrera, Jorge Fin y Eduardo Nave forman hoy parte de la colección artística de la bodega.
Además, ENATE se ha unido a los principales colectivos del arte contemporáneo en España para otorgar diferentes premios en espacios como las ferias internacionales ESTAMPA o ARCOmadrid.
Con todo, la bodega cuenta hoy con fondos de más de 400 obras artísticas originales, de las que alrededor de 100 se exponen en su galería abierta al público, lo que hace de ella una de las pinacotecas de arte contemporáneo más importantes de España.
‘Enatelovers’: una cultura para disfrutar
Recientemente distinguido con uno de los reconocimientos de enoturismo más importantes de España, el que entrega la Asociación Española de Ciudades del Vino (ACEVIN), concretamente el Premio Mejor Bodega Abierta al Turismo, la bodega ofrece diferentes propuestas enoturísticas que integran tanto procesos de elaboración como aspectos lúdicos, con el fin de abrir su cultura enológica a todo tipo de públicos.
Así, se puede optar por diferentes visitas, desde ‘El Arte del vino’, que incluye visita a la bodega, interpretación de su sala de arte y una cata en ruta, pasando por experiencias que incluyen degustaciones de jamón, catas de monovarietales y ediciones especiales o maridajes tan originales como los turrones.
Entre las experiencias más recomendables, el paso por el Bosque de Hierro, una gran escultura de Vicente García Plana realizada con viejas traviesas de ferrocarril y ‘plantada’ en medio de un viñedo, o las barbacoas entre viñas.
La vanguardista bodega lleva el sello del arquitecto madrileño Jesús Manzanares
Lo que sí o sí debes hacer, además de pasar por la boutique para hacerte con alguno de sus tesoritos, que incluyen vinos de ediciones especiales, pero también láminas de obras de arte y todo tipo de caprichos relacionados con el mundo del vino, es acercarte a su wine bar ‘Las Artes’, al pie del viñedo, para, por ejemplo, disfrutar de un tardeo sin prisas.
Recientemente renovado, se trata de un acogedor espacio que funciona como enoteca y, a la vez, como un privilegiado mirador a las suaves lomas cubiertas por viñedos recortadas por los perfiles de la sierra del Somontano para disfrutar de las vistas y, a la vez, de los mejores vinos de la bodega. Te avisamos, es posible que salgas como un miembro más del Club Enate, con ventajas y propuestas exclusivas para socios y, sin duda, convertido en un enatelover para siempre.