Viñas, uvas, tanques de acero inoxidable, barricas y botelleros. Es cierto que son los elementos básicos para elaborar un vino pero también lo es que, por sí mismos, no pueden explicar los mil y un matices que caben en una botella. Conocer un vino es escuchar su historia, descubrir su terroir y a quienes lo hacen posible, mancharse las manos de tierra de los viñedos y desnudar junto a un enólogo aromas, sabores y emociones que encierra.
Por eso, si piensas que, vista una bodega, vistas todas, quizás sea el momento de probar una experiencia con mayúsculas, como las que ofrece Familia Torres, una de las mejores bodegas a visitar según el ranking The World’s Best Vineyards, que colocó sus instalaciones en Pacs del Penedès en la posición 26 del mundo, tercera española y única catalana en esta prestigiosa lista, elaborada por el grupo editorial William Reed.
Entre 1.500 bodegas de todo el mundo, el jurado destaca de Familia Torres su compromiso con la sostenibilidad y sus propuestas originales como el maridaje de vinos, música y estrellas, pero también la calidad de su restaurante El Celleret o la ubicación de sus viñedos en la finca Mas La Plana, con vistas a la montaña de Montserrat.