La firma de vinos que lleva su filosofía ‘slow’ fuera de sus bodegas
Bodega LAUS combina relax, calma y paz a los pies de los Pirineos
E
n un rincón de la Denominación de Origen Protegida de Somontano, en el término municipal de Barbastro (Huesca), Bodega LAUS ofrece un enoturismo slow.
Rodeado de naturaleza, este enclave a los pies de los Pirineos es el lugar perfecto donde desconectar para reconectar con uno mismo.
LAUS plasma su filosofía slow en su nombre, que proviene del latín y significa «Elogio, Alabanza, Consideración». Asimismo, su logotipo simboliza la tierra en la simbología yi-king y refleja la esencia de la bodega.
Esta filosofía slow y estilo zen son protagonistas desde el diseño del edificio que alberga la bodega, perfectamente integrada en el entorno natural y rodeada de una alberca de 8.428 metros cuadrados.
LAUS está revestida con una cubierta de láminas de madera que consigue un contraste térmico, permitiendo la circulación del aire y manteniendo la temperatura interna de la bodega de forma natural.
Todo en LAUS gira alrededor de la naturaleza. Pasear por sus viñedos y sus instalaciones de estilo zen constituyen una experiencia integral y de conexión con el medio ambiente.
En su oferta enoturística, LAUS combina relax, calma y paz con actividades como LAUS & Yoga, sesiones de yoga entre viñedos para despedir el estrés que incluyen un paseo por la bodega y finalizan con una degustación de vinos en el wine bar y terraza de la bodega, donde degustar sus vinos o tomar un aperitivo.
Asimismo, LAUS ofrece LAUS & Mindfulness, una forma de meditación inspirada en el saboreo consciente, calmado y gratificante de una copa de vino que sumerge al visitante en el mundo del vino de forma plena, con el objetivo de lograr un profundo estado de conciencia de las emociones.
En verano, la bodega ofrece la posibilidad de saborear sus vinos en una sesión de DJ en LAUS & Wine Sessions, y disfrutar de una velada bajo las estrellas en las noches de verano con LAUS & Estrellas. Por último, LAUS & Flores permite disfrutar de un maridaje sensorial en el que se combinan flores comestibles con cinco de sus vinos.
Las flores dan sentido a los vinos de LAUS, convirtiéndose en la imagen de las etiquetas de sus seis variedades de vino, correspondientes a sus dos familias de uvas blancas – chardonnay y garnacha – y cuatro de uva tinta – merlot, syrah, cabernet sauvignon y garnacha tinta -. Estas flores representan su aroma, su personalidad y su forma de expresarse.
Las uvas se recogen durante la noche o a primeras horas del día y son transportadas a bodega, donde tiene lugar la fermentación tanto en depósitos de acero inoxidable como en barricas de roble mixto a temperaturas controladas para preservar así todos los aromas frutales del vino.
El compromiso de LAUS con la sostenibilidad y sus prácticas respetuosas con el medio ambiente se manifiesta en sus vinos veganos, reconocidos con el sello Eco Pro Wine.
Los vinos de LAUS se disfrutan con los cinco sentidos: su color, su olor, su sonido al servirlos, su sabor y su aroma son fiel reflejo del Somontano, en el que se mezclan el efluvio de la tierra mojada, la frescura del viento, el viñedo, la fermentación de la uva, dando como resultado vinos para disfrutar.
Así, su vino blanco, LAUS Chardonnay-Garnacha, elaborado con chardonnay y garnacha blanca, tiene un aspecto luminoso, de atractivo color amarillo limón y aspecto cristalino, con aromas frutales a cítricos y tropicales como su principal característica.
Por su parte, LAUS Rosado, elaborado con garnacha tinta y syrah, destaca por su color rosa pálido y claros matices de fresa, golosinas, frutos rojos y violetas.
Si hablamos de tintos, LAUS elabora desde un vino joven a una garnacha con cuatro meses de barrica, un crianza y un reserva. Cuatro referencias únicas, elaborados con una combinación de variedades diferentes, que permite al amante de vinos disfrutar y escoger un vino para cada ocasión.
En el interior de LAUS comienza un proceso en el que el vino se fermenta aplicando las últimas tecnologías de elaboración. Los casi 6.800 metros cuadrados de la bodega están divididos en tres naves unidas por dos patios exteriores.
En la primera nave llega la uva y se reserva en los más de 90 depósitos con una capacidad total de más de cuatro millones de litros. La producción actual ronda las 700.000 botellas. La segunda nave está dedicada a la crianza.
Para lograr el éxito de este paso tan importante en la conservación del vino, está situada a 5,65 metros debajo de una de las láminas de agua que rodean el edificio, por lo que disfruta de unas condiciones de temperatura y humedad controladas para una perfecta crianza del vino y alberga 1.000 barricas.
LAUS ofrece visitas de lunes a domingo, para convertir cualquier momento en una buena ocasión de descubrir su enoturismo slow paseando entre sus viñedos a los pies del Pirineo y recorrer sus instalaciones, viviendo una experiencia enoturística integral en la que en ningún momento se pierde de vista lo que más importa: la tierra.