Acerinox endurece su pulso contra los opositores del convenio y reclama 28 millones a los huelguistas

Acerinox piensa tomar la delantera en el pulso que mantiene con los huelguistas contrarios al convenio colectivo acordado en verano de 2024. Además de llevarlos a juicio, ahora les exige un pago de 28 millones de euros.

La justificación de la compañía de acero inoxidable es que ese deesembolso será una compensación por las pérdidas de los 4 meses y medio de paralización de la fábrica en el primer semestre del año pasado.

Este requisito será el que ponga sobre la mesa el día 19 de mayo, cuando tenga lugar el juicio por una huelga que Acerinox considera ilegal. Pero esa no es la única razón de que haya decidido llevar a los tribunales a CGT (Confederación General del Trabajo).

Este nuevo sindicato, que no estuvo presente durante la negociación del convenio, se ha involucrado después en el conflicto cuando ha empezado a capitanearlo uno de los miembros de su comité de empresa contrario al acuerdo firmado, Alberto Padilla.

La última oferta de Acerinox introducía seis nuevas condiciones. Entre ellas, la consolidación de la diferencia con el IPC de 2023, una mejora en el plus de disponibilidad y una mayor precisión en la redacción del régimen correspondiente.

Sin embargo, el punto más controvertido era la incorporación de un ERTE como mecanismo «para ajustar las necesidades de plantilla», según detallaba el comunicado de la empresa. En momentos de baja producción o menor carga de trabajo, los empleados no serán despedidos, sino que pasarán a una suspensión temporal, durante la cual Acerinox les garantizará el 85% de su salario bruto.

Recientemente, Padilla y su equipo, tras una serie de nuevos desencuentros en cuanto al correo corporativo y al plan de rejuvenecimiento, divulgaron un boletín el que se acusaba a la empresa de que sus turnos de trabajo «pueden afectar negativamente la salud física y mental».

Como respuesta, además de pedirle a CGT que retirara las acusaciones, Acerinox decidió emprender acciones legales.

Primeros pasos en el cumplimiento del convenio

Otro de los procesos en los que la compañía con sede en Los Barrios (Cádiz) está inmersa es el plan de rejuvenecimiento, una condición que se recogía precisamente en el acuerdo firmado por el resto de sindicatos.

La forma concreta de llevarlo a cabo será un expediente de regulación de empleo (ERE), ya que afectará a un número todavía indeterminado, pero alto, de trabajadores. Mientras tanto, está abierto el plazo de consultas por parte de los sindicatos, pero esta opción es la que Acerinox considera «más adecuada».

El equipo de recursos humanos de la factoría gaditana ha explicitado además que «el procedimiento de despido colectivo tendrá afectación en el centro de trabajo de la fábrica de Palmones».

Un 2024 de caídas económicas

Acerinox tiene una provisión de 12 millones de euros para este plan. Esta cifra, que se une a los gastos de la adquisición de la americana Haynes (-21 millones) y a la regularización de inventarios para ajustarlos a su valor de mercado, con un efecto negativo de 58 millones, explica la caída del 29% del Ebitda en 2024.

La cantidad obtenida, específicamente, es de 500 millones de euros. También su facturación ha caído 1.188 millones en el último ejercicio, aterrizando en los 5.413 millones de euros de cifra de negocio.

En cuanto al resultado, el desplome ha sido menor, del 1%, tras realizar un deterioro de los créditos fiscales por valor de 62 millones de euros. El año de la compañía acerera ha estado marcado por la venta de Bahru Stainless, que supuso el cese de su actividad en Malasia.

Esta decisión, que calificó de «difícil, pero necesaria», respondía a la «sobreproducción» en China e Indonesia y su impacto en los precios y la rentabilidad del Sudeste Asiático.

El contexto geopolítico de 2024, según valoraba la propia compañía, estuvo marcado por la «incertidumbre». Para hacerle frente, su plan de crecimiento está ahora enfocado en las aleaciones de alto rendimiento.