Máxima preocupación con las ayudas para rehabilitar edificios: sin convocatorias y muy complejas

El pesimismo en las empresas del sector cada vez es mayor, porque no ven que haya soluciones a muy corto plazo, y todo es urgente

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Una parte del sector inmobiliario, la que se encuentra especializada en las tareas de rehabilitación de viviendas, ha encendido las luces de alarma con respecto a la asignación de los fondos europeos para la remodelación de edificios. El objetivo era conseguir una mayor sostenibilidad y eficiencia. Pero puede quedarse por el camino. 

Estas ayudas están gestionadas a través del ‘Programa de ayudas para la rehabilitación integral de edificios residenciales y viviendas’, pero desde hace semanas se han detectado problemas que, debido a su tramitación, puede haber gran parte de esas ayudas que no lleguen a su destino final.  

El programa de rehabilitación para la recuperación económica y social en entornos residenciales pretende impulsar la rehabilitación de edificios residenciales, viviendas y barrios; y su objetivo global de las actuaciones es reducir al menos un 30% el consumo de energía no renovable en los hogares, y descarbonizar y bajar la demanda de calefacción y refrigeración como mínimo un 7%. Para ello se ha dotado, en esta parte de la actuación a nivel privado, de más de 3.400 millones de euros. Además, también existen planes de exenciones fiscales para afrontar la tarea

Sin embargo, tal y como señala la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes (Afelma), son muchas las dificultades que está habiendo a la hora de aprovechar estos fondos y poner en marcha los planes de rehabilitación en los plazos necesarios. Según la asociación, los procesos para implementar las convocatorias de las ayudas por parte de las administraciones están siendo más lentos de lo esperado, lo que está ralentizando la materialización de las ayudas. 

«El retraso en la salida de las convocatorias puede comprometer la disponibilidad de los fondos que, si no son tramitados en el tiempo estipulado, corren el riesgo de tener que ser devueltos a la Unión Europea, algo que nadie quiere que suceda. Por tanto, es urgente dotar a las administraciones competentes de los recursos humanos y materiales precisos para agilizar los procesos burocráticos», afirma el presidente de Afelma, Miguel Ángel Gallardo. 

Problemas de información 

Junto a la lentitud en el anuncio de las convocatorias, otro de los graves problemas detectados por Afelma es la escasa información que se ha dado a los usuarios.  

Por este motivo, pide un mayor esfuerzo en comunicación a las distintas administraciones: «Hay que hacer llegar al conjunto de la ciudadanía toda la información relativa a estas ayudas: desde qué tipo de actuaciones pueden optar a ellas o cómo solicitarlas hasta qué ahorros y beneficios fiscales llevan asociadas», señala Gallardo. 

¿Y existe algún tipo de solución? Ante los problemas relativos a la gestión burocrática y a la falta de conocimiento, desde Afelma plantean la necesidad de agilizar la puesta en marcha cuanto antes de las oficinas de rehabilitación anunciadas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), y que deben impulsar y gestionar las CC.AA., una “ventanilla única” destinada a ofrecer servicios de información, tramitación y acompañamiento de las actuaciones de rehabilitación. También animan a los propios ayuntamientos, quizás a través de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). 

La asociación también anima a las distintas administraciones a acercarse a la ciudadanía, a llevar a cabo campañas informativas y, concretamente, a dar más publicidad sobre las cuantías subvencionables y los incentivos fiscales asociados, con el objetivo de atraer la puesta en marcha de un mayor número de proyectos de rehabilitación y que los usuarios desconocen.

Raúl Masa

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