Un estudio de Informa D&B evidencia el aumento en los períodos que una empresa emplea para saldar sus créditos

El periodo de pago de las empresas españolas influye en las decisiones de crédito

Los plazos en los que las empresas pagan sus facturas son importantes para el buen funcionamiento del mercado. Si se pactan plazos excesivamente dilatados, o el periodo de pago de las empresas se alarga más de lo establecido, pueden surgir problemas de solvencia que terminen con el cierre de algunas compañías, por lo que deben tenerlos en cuenta para tomar sus decisiones de crédito.

Y lo cierto es que los tiempos que pactan las empresas españolas para abonar lo debido no han parado de crecer desde el tercer trimestre de 2020, cuando eran de 77 días, hasta los 82,34 días que alcanzaban en el primer trimestre de este año, de acuerdo con los datos del último estudio de Informa D&B.

Esto supone una diferencia de 5 días en año y medio. A lo que hay que añadir que no todas las empresas hacen efectivas sus facturas en el periodo de pago establecido, tan solo el 44 % ha cumplido los plazos durante el primer trimestre del año. Las empresas deben entender esto al valorar sus decisiones de crédito.

Curiosamente, las micro y las pequeñas empresas son más cumplidoras, un 50 % y un 43 % en cada caso paga en plazo frente al 27 % de las medianas y el 13 % las grandes. Pero también es verdad que la mayor parte de las medianas y grandes se ponen al día antes de alcanzar una demora de 30 días.

Al final, con facturas sin pagar tras 120 días se encuentran un 4 % de las microempresas, un 2 % de las pequeñas, cerca del 1,5 % de las medianas y poco más del 1 % de las grandes.

Decisiones de crédito: ¿qué sectores tienen un retraso en los pagos más largo?

El retraso medio sobre el plazo acordado durante los tres primeros meses ascendía a 14,66 días, con lo cual el periodo de pago de las empresas españolas llegaba a 96,99 días, de nuevo una cifra en constante aumento desde el tercer trimestre de 2020.

La media de retraso en los pagos de las empresas puede variar de forma sustancial según el área de actividad a la que se dedique, y esto habrá que considerarlo al tomar las decisiones de crédito.

Entre el sector con menor demora media, Industria, con 11,30 días, y el que más se retrasa, Hostelería con 26,51, hay una diferencia de cerca de 16 días.

Aunque Hostelería sigue teniendo el peor comportamiento, hay que señalar que es el sector que más ha reducido su demora media en los pagos en un año, restando 7,54 días.

Por encima de la media nacional también se sitúan sectores como la Administración, con 26,30 días de retraso, Otros servicios, 21,37, Energía, 17,77, Intermediación financiera, 17,41, Agricultura, 17,19, Construcción y actividades inmobiliarias, 16,61, Transportes, 16,59, Servicios empresariales, 16,07 y Sanidad, 15,91 días.

Los que mejor se comportan, junto a Industria, son Comunicaciones, con una demora media de 14,52 días, Educación, 14,43, Comercio, 12,73, e Industrias extractivas, 10,73 días.

La única comunidad con un retraso sobre el periodo medio de pago de las empresas superior a 30 días es Melilla

De cara a tomar las decisiones de crédito pertinentes, es importante tener en cuenta que la demora sobre los plazos de pago pactados por las empresas se reduce desde hace un año en la mayor parte del territorio nacional, especialmente en Canarias, que recorta 3,90 días, y Baleares, que resta 3,16 días.

Además de Melilla, también superan los 20 días de retraso Canarias, Ceuta y Extremadura. La diferencia entre la comunidad con mayor retraso medio y la que menos acumula, Navarra, es de 20,83 días.

Y si tenemos en cuenta la proporción de pagos en plazo se observa que tan solo en una comunidad se supera el 50 %, La Rioja. Aragón se queda cerca, con el 49,5 %, y Navarra y el País Vasco superan el 48 %.

Por debajo del 40 % de puntualidad se quedan Madrid, Melilla, Murcia y Canarias, donde solo el 33 % de las empresas cumplen el periodo de pago pactado.

Los datos del sector, comunidad o tamaño de las empresas son un indicador de una tendencia de comportamiento. Pero es importante conocer en profundidad a las compañías con las que se trabaja, lo que ayudará evitar riesgos en las decisiones crediticias que se tomen.