Familia Torres: cuando el enoturismo también contribuye a cuidar el medio ambiente

Aprender sobre vino y degustarlo allí donde nace se combina en la bodega Familia Torres en Pacs del Penedès con experiencias que animan a conectar con la naturaleza

Tendencia turística al alza, cada vez somos más los que disfrutamos del enoturismo como una fórmula que permite aprender sobre vino y degustarlo en el mismo lugar donde se elabora. 

Quizás por el crecimiento de esta vertiente del turismo que nos acerca a cepas y viñedos, nos descubre variedades de uvas y elaboraciones y nos permite bucear en los entornos rurales de los que proceden nuestros vinos preferidos, el sector ha evolucionado en los últimos tiempos con el fin de ofrecer nuevas experiencias con las que seducir a estos viajeros. 

Museos, catas, gastronomía y actividades que van desde conciertos a avistamiento de aves pasando por pícnics entre viñedos se multiplican mientras, por parte de los viajeros, aumenta también la conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad y el deseo de tener vivencias que armonicen con la naturaleza y el respeto por el medio ambiente. 

Familia Torres es pionera en una forma de enoturismo que combina historia, tradición y excelencia en la elaboración de vinos con prácticas respetuosas con el medio ambiente

Entre las más innovadoras en este sentido, la bodega de la Familia Torres en Pacs del Penedès es un buen ejemplo de innovación y compromiso.

Familia Torres es, de hecho, pionera en una forma de enoturismo que combina historia, tradición y excelencia en la producción de vinos con prácticas respetuosas con el medio ambiente.  

O, lo que es lo mismo, permite practicar un enoturismo con el que, además de disfrutar de los vinos y toda su cultura en el mismo lugar donde nacen, nos enseña la importancia no solo de cuidar sino de regenerar los paisajes del vino.