Familia Torres: cuando el enoturismo también contribuye a cuidar el medio ambiente
Aprender sobre vino y degustarlo allí donde nace se combina en la bodega Familia Torres en Pacs del Penedès con experiencias que animan a conectar con la naturaleza
Tendencia turística al alza, cada vez somos más los que disfrutamos del enoturismo como una fórmula que permite aprender sobre vino y degustarlo en el mismo lugar donde se elabora.
Quizás por el crecimiento de esta vertiente del turismo que nos acerca a cepas y viñedos, nos descubre variedades de uvas y elaboraciones y nos permite bucear en los entornos rurales de los que proceden nuestros vinos preferidos, el sector ha evolucionado en los últimos tiempos con el fin de ofrecer nuevas experiencias con las que seducir a estos viajeros.
Museos, catas, gastronomía y actividades que van desde conciertos a avistamiento de aves pasando por pícnics entre viñedos se multiplican mientras, por parte de los viajeros, aumenta también la conciencia sobre la importancia de la sostenibilidad y el deseo de tener vivencias que armonicen con la naturaleza y el respeto por el medio ambiente.
Familia Torres es pionera en una forma de enoturismo que combina historia, tradición y excelencia en la elaboración de vinos con prácticas respetuosas con el medio ambiente
Entre las más innovadoras en este sentido, la bodega de la Familia Torres en Pacs del Penedès es un buen ejemplo de innovación y compromiso.
Familia Torres es, de hecho, pionera en una forma de enoturismo que combina historia, tradición y excelencia en la producción de vinos con prácticas respetuosas con el medio ambiente.
O, lo que es lo mismo, permite practicar un enoturismo con el que, además de disfrutar de los vinos y toda su cultura en el mismo lugar donde nacen, nos enseña la importancia no solo de cuidar sino de regenerar los paisajes del vino.
Combatir el cambio climático desde el viñedo
Cuando más se cuida la viña, mejor vino se consigue. La máxima, que viticultores y bodegueros tienen bien aprendida, se traduce en Familia Torres por prácticas respetuosas con el medio ambiente y, de hecho, la bodega tiene todos sus viñedos en Catalunya certificados como ecológicos (o en proceso de certificación).
A partir de 2008, al constatar la certeza del cambio climático y sus efectos, Familia Torres redobló su compromiso ambiental e impulsó el programa Torres & Earth para reducir su huella de carbono, lo que incluye la implantación de energías renovables y eficiencia energética, la optimización del uso del agua o el empleo de vehículos ecoeficientes, entre otras iniciativas como los proyectos de reforestación para compensar sus emisiones.
Gracias a ello, la bodega ha reducido en un 36% las emisiones de CO2 por botella entre 2008 y 2022. Para 2030, su nueva meta es alcanzar el 60% de reducción de emisiones como mínimo y convertirse en una bodega de cero emisiones netas en 2040.
Además de contribuir a mitigar los efectos del calentamiento global, Familia Torres, nombrada ‘Green Company of the Year’ por la revista británica The Drinks Business, está entre las bodegas pioneras en emplear un sistema que permite capturar y reutilizar el CO2 de la fermentación del vino.
Buscando extender su preocupación ambiental con proveedores y otras empresas del sector para que reduzcan también sus emisiones, Familia Torres ha creado, junto con la bodega californiana Jackson Family Wines, la asociación International Wineries for Climate Action para impulsar la descarbonización del sector a nivel global.
Viticultura regenerativa
Pero, ¿y si se da un paso más? ¿Y si producir vino no solo no perjudicase al medio ambiente sino que contribuyese a regenerar los suelos, frenar la erosión, fomentar la biodiversidad y luchar contra el cambio climático?
Precisamente esa es la premisa de la viticultura regenerativa, una práctica impulsada por la quinta generación de Familia Torres que busca transformar los viñedos ecológicos en un modelo regenerativo, imitando la naturaleza con el convencimiento de que, cuanto más vivos son los suelos, más capacidad tienen de capturar el CO2 atmosférico y más pueden contribuir a frenar el aumento de las temperaturas, pero también a resistir la erosión o hacer frente a la sequía ya que retendrán mejor el agua.
Ya en 2021, Familia Torres adoptó esta concepción holística de la tierra e inició la reconversión paulatina de sus viñedos, partiendo de sus fincas más emblemáticas como Mas La Plana, Mas de la Rosa y Milmanda, fijándose como objetivo de transformar la totalidad de sus viñedos en Catalunya en un plazo de cinco años.
Los resultados ya comienzan a verse.
Enoturismo como nunca en Familia Torres
Pero el enoturismo, además de para aprender, es -básicamente- para disfrutar. Así, no hay que dejar pasar la oportunidad de vivir alguna de las experiencias específicamente diseñadas por la bodega para una total inmersión en sus vinos y su terroir y que alejará definitivamente el prejuicio de que una cata consiste solo en probar vinos.
Así, puedes decantarte por una cata vertical de Waltraud, que incluye cuatro añadas distintas de Waltraud, la referencia elaborada en honor a Waltraud Maczassek, cuarta generación de Familia Torres. Se trata de una oportunidad perfecta para profundizar en la variedad riesling y conocer cómo el clima influye en cada una de las añadas de este vino blanco del Penedès.
¿Alguien ha dicho calçotada? Sin duda otro de los planazos estrella de Familia Torres pasa por disfrutar de una auténtica calçotada entre viñedos en la masía Mas Rabell, el plan perfecto para pasar un día rodeado de naturaleza, saboreando gastronomía y buenos vinos.
Si eres más de tapas, la opción es ‘Cuatro vinos, cuatro tapas’, una visita al viñedo Mas La Plana y la bodega Waltraud con un guía que desvelará todos sus secretos y que culmina con un maridaje de cuatro vinos de Familia Torres y cuatro especialidades gastronómicas locales, con tapas elaboradas a partir de productos de proximidad.
Los cheeselovers adorarán esta otra propuesta: una visita al viñedo Mas La Plya y la bodega Waltraud que se combina con un maridaje de cuatro vinos y cuatro quesos que suponen la armonía y el contraste perfectos.
Gastronomía consciente: Jardí Restaurant El Celleret
También en la emblemática finca Mas La Plana, en Pacs del Penedès, brilla otra de las joyas de Familia Torres, en este caso dedicada a ensalzar el binomio vino y gastronomía.
Al lado de la bodega, abierto al viñedo y con espectaculares vistas de la montaña de Montserrat, el Jardí Restaurant El Celleret se alza como un refugio elegante y acogedor donde rendirnos a la enogatronomía con los cinco sentidos.
Inaugurado en 2019, el restaurante elabora una cocina mediterránea y de mercado, basada en productos frescos de km 0 (la finca cuenta con su propio huerto ecológico y corral de gallinas y gallos del Penedès), puesta al servicio del vino.
Combinando tradición con pinceladas innovadoras en cuanto a técnicas de cocina, El Celleret logra plasmar en el plato los paisajes del Penedès y crear una propuesta delicada y saludable, donde sabores y texturas se conciben para disfrutarse con una copa de vino, rodeados de naturaleza y unas vistas inmejorables.