Eroski se jacta de pactar una quita que fulmina el 30% de los ahorros de sus inversores

Los supermercados proponen una fórmula que califican de “muy positiva” aunque sólo tiene el respaldo del gobierno vasco y la banca; los afectados y cooperativistas la consideran “una tomadura de pelo”

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Eroski, como las cajas de ahorros, ha optado por aplicar una quita a los pequeños ahorradores que invirtieron en la cooperativa a través de distintos productos derivados. Como en el caso de las instituciones financieras, fulminará la inversión de sus ahorradores para salvar el negocio.

Las pérdidas serán del 30% para los titulares de la deuda subordinada. A pesar de ello, la red de supermercados se ha jactado de haber alcanzado el preacuerdo. En un comunicado, los también propietarios de Caprabo, valoran como “muy positivo” su propia actuación. La solución a esta otra suerte de preferentes ha contado con la mediación del gobierno vasco, capital para moderar la presión de la banca.

Más papel

La nota de autocomplacencia se distribuía pocas horas después de que el grupo cooperativo admitiera ciertas dificultades para atender los próximos vencimientos. El compromiso inmediato es el próximo 31 de enero, con la liquidación de los intereses a favor de los inversores y cuyo cobro parece, sin embargo, garantizado.

Como consecuencia de las estrecheces de tesorería, Eroski propondrá un canje voluntario por otros títulos de un vencimiento a largo plazo y el pago en efectivo de una parte del valor de cada emisión suscrita por los bonistas.

Ahorros atrapados

En su día, 30.000 inversores acudieron a la operación y compraron deuda a perpetuidad por 660 millones. Ésta cotizaba a un 38% de su valor y, para complicar aún más las cosas, con escasa liquidez. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendía las referencias al conocerse el preacuerdo de Eroski, el gobierno vasco y las entidades intermediarias.

Más de 20 bancos se coordinaron para vender la deuda perpetua a pequeños ahorradores, que desconocían el alcance real del producto que contrataron. Al menos, así lo denuncian los afectados a través de las organizaciones de damnificados. A pesar de la escasa solvencia que ofrecen esos títulos en los mercados secundarios, los ahorradores han advertido de que rechazarán la solución propuesta este jueves.

Tomadura de pelo

“Creemos que es una tomadura de pelo y que la empresa no tiene la intención de solucionar el conflicto. Parte de la solución pasaría por bonos a 12 años. Y hay mucha gente, personas mayores, que no vivirán esos años”, explica a este diario el presidente de la asociación Altetuak, Ricardo González de Durana. Los afectados han hecho cuentas y temen que, en realidad, apenas se recupere el 15% del dinero entregado a la cooperativa.

La operación que se ha diseñado implicaría recuperar 99 de los 845 millones de euros colocados en deuda subordinada. “Los 185 millones de Fagor se dan por perdidos, regalaríamos una quita del 30%, es decir 200 millones, y el 55% restante nos lo canjearán a través de bonos de la propia Eroski a 12 años”, argumenta González.

Desconfianza

El presidente de los afectados desconfía de los nuevos títulos, “¿qué garantías tenemos si incluso el gobierno vasco está preocupado por la situación muy complicada de Eroski”, ha señalado.

El grupo ha acumulado una deuda de 2.500 millones que ahora intentará renegociar. La reestructuración del montante y la propuesta de canje se debatirán en la próxima asamblea general, que se anuncia complicada.

Ismael García Villarejo

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