Foment ‘desinfla’ el acto empresarial

Celebrarán su reivindicación en la sede de Vía Laietana sólo con los asociados de la patronal y Fepime

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Foment del Treball mantiene su empeño en celebrar el acto empresarial del próximo 14 de febrero. “Era un mandato de la junta y creemos que la sociedad catalana tiene que conocer nuestro posicionamiento”, justifica el presidente de Fepime, Eusebi Cima.

Y así lo harán. Pero sólo con los empresarios asociados a la patronal y en la sede histórica de Vía Laietana, donde hay espacio para unas 500 personas.

Temor a la politización

Este formato se queda lejos de la pretensión del presidente de Foment, Joaquim Gay de Montellà. Quería convocar un acto unitario en el Palacio de Congresos de Barcelona junto al resto de asociaciones empresariales catalanas. El temor a la politización de la convocatoria ha disuadido al resto de invitados. El Círculo de Economía, la Cambra de Comerç y Pimec.

El lobby dirigido por el ex ministro del PP Josep Piqué (Vueling), no ha confirmado nunca su presencia. La Cambra de Comerç declinaba participar la semana pasada y la patronal de la pequeña y mediana empresa presidida por Josep González, ha seguido el mismo camino. Acordará una declaración en el comité ejecutivo de este martes, si no hay cambios de última hora. Aunque otras fuentes conocedoras del proceso afirman que esta misma mañana ha comunicado de forma oficiosa su intención de no asistir a la cita de Foment.

Evitar un acto de cobardía

Sólo un vicepresidente de la patronal se atreve a hablar abiertamente del “fracaso” de abrir el acto a todo el empresariado catalán. “Desconvocarlo hubiera sido una cobardía”, añade. Igual que otros dirigentes de Foment, recuerda que la idea original de la cúpula era hacer la reivindicación a título individual, sin otras asociaciones empresariales.

“Nosotros somos los más representantivos en Catalunya, tanto de la gran empresa como de la pyme”, afirma otro empresario destacado de la cúpula de la patronal. Cima también hace gala del poder de Foment y Fepime y su estrecha relación con CEOE y Cepyme. Esta proximidad les da voz y voto en las decisiones clave que afectan al empresariado, como la reforma laboral, reivindica. “Nosotros no queremos hablar de política. No somos políticos, somos empresarios”, sentencia.

Un pronunciamiento en contra

La decisión de mantener el acto empresarial pero celebrarlo en casa sólo ha contado con un pronunciamiento en contra: el de Antoni Abad en la junta directiva. También es uno de los asociados que ha manifestado de forma más abierta su proximidad política a CiU. Nunca ha escondido que está afiliado al partido y ve con mejores ojos el envite soberanista encabezado por Artur Mas que otros afiliados a la patronal. 

En el comité ejecutivo la decisión ha sido acordada por unanimidad. Fuentes cercanas al presidente de Cecot explican que ha cuestionado si en estos momentos la alternativa propuesta era “la respuesta más adecuada”. “Hubiera sido mejor estudiar otros formatos”, añaden. Eso sí, como empresario de Foment, aplaude la decisión final.

El 14 de febrero, reivindicarán la necesidad de impulsar políticas a favor de las empresas en la sala de actos de Vía Laietana.

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