Roca guarda silencio en la aplicación del ERE

La planta de Barcelona puede servir 314 días más a pesar del cierre de la fábrica

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El silencio por respuesta. Ese es el camino escogido por la dirección de Roca Sanitarios en el expediente de regulación de empleo (ERE) presentado en la planta de Santa Margarida i els Monjos (Barcelona) para 125 trabajadores.

El martes, 88 empleados votaron en asamblea a favor de la propuesta del mediador: 35 días de salario por año trabajado –frente a los 20 días establecidos por ley–, una plan de rentas para mayores de 55 años y 32 recolocaciones en plantas de Gavà (Barcelona), Burgos y Castellón. La dirección también habría aceptado la oferta, pero todavía no se ha reunido con los sindicatos para zanjar el expediente.

Encuentro con Mas

Incluso la Generalitat ha movido ficha en los últimos días, y en tiempo de descuento, para alcanzar un acuerdo. Los representantes sindicales se reunieron el día 22 con el presidente del Govern, Artur Mas (CiU). Un encuentro criticado por el presidente del comité de empresa, Francisco Javier Martos (UGT), por llegar tarde. Se celebró dos días después de que acabara el periodo de consultas.

Pero pese al silencio, la dirección no se ha quedado con los brazos cruzados. El mismo martes comunicó a los empleados de la planta barcelonesa que se apagaba los hornos para siempre, según fuentes sindicales.

Máquinas paradas

Desde entonces, sólo 18 trabajadores de logística y acabado de producto ha acudido diariamente a la planta. El resto ha recibido un permiso de retribuido de carácter indefinido. Perciben el 100% del salario.

Una decisión que no perjudica la actividad de la planta. Según Martos, con todo el material que hay almacenado, la fábrica puede seguir sirviendo a sus clientes durante 314 días más. “Estaba todo preparado”, sostiene.

Motivos económicos

¿Y cómo se explica que la empresa siga pagando a los trabajadores sin que vayan a trabajar? Según Martos, la respuesta es obvia: la planta es viable, el cierre no responde a motivos económicos. Y con esta decisión lo demuestra. Es más una cuestión estratégica”. Los sindicatos han denunciado durante el proceso de negociación que la compañía quiere deslocalizar la producción a una de sus plantas en Castellón.

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