Puigdemont lleva al progresista y ‘tibio’ Gimeno al frente de Antifraude

El ex presidente del TSJC, miembro de Jueces por la Democracia, sustituirá a Daniel de Alfonso

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El presidente catalán, Carles Puigdemont, quiere a Miguel Ángel Gimeno como director de la Oficina Antifraude, para sustituir a Daniel de Alfonso, que fue revocado por el Parlament tras la difusión de sus conversaciones con el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.

El mandatario catalán lo ha comunicado a la presidenta de la cámara catalana, Carme Forcadell, y hará lo propio este martes con los responsables de todos los grupos parlamentarios. Aunque se habían manejado otros nombres, Puigdemont ha optado por proponer a Gimeno, que goza de prestigio y que puede recuperar el papel de la Oficina Antifraude, que había caído en una cierta parálisis en los últimos meses. Sin embargo, ese prestigio no es el mismo en todos los barrios

Juez progresista

Gimeno es ex presidente del TSJC, y es miembro de Jueces por la Democracia. Había optado para repetir en el cargo, pero, finalmente, fue designado Jesús María Barrientos, por parte del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El bloque de 12 magistrados, elegidos a propuesta del PP, fueron determinantes para que Gimeno no repitiera en el cargo, y se nombara a Barrientos, considerado como un magistrado con las cosas mucho más claras respecto al proceso soberanista.

De hecho, Gimeno fue el único de los presidentes que no repitieron en su cargo, en los nombramientos del CGPJ en enero de 2016. Se le consideró un ‘tibio’, porque no entendía que ese proceso fuera tan alarmante como sí se percibe desde las más altas instancias judiciales

La decisión de Puigdemont, sin embargo, deberá recoger ahora el apoyo del Parlament, porque el director de Antifraude es designado por la cámara. En el seno de Junts pel Sí ya existe el consenso, y por ello el presidente catalán lo ha comunicado a Carme Forcadell, pero se espera que el resto de grupos también asuma esa decisión.

Tras Maite Masià

Algunos grupos parlamentarios, como Ciudadanos o el PSC, había mostrado su preocupación por la deriva de la oficina, que ya nació con polémica. Se trató de una decisión de los gobiernos tripartitos de izquierda, y siempre con la presión de Esquerra Republicana, que deseaba un organismo que velara por la corrupción y se anticipara a posibles casos que afectaran a las administraciones públicas.

Tras la revocación de De Alfonso, que ha vuelto a su puesto como magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona, la oficina la dirige la directora adjunta, Maite Masià, que ha recibido críticas de su propio equipo.

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