Puigdemont se queda solo en Bruselas sin lista del soberanismo
Puigdemont se lanza a degüello contra el gobierno español, pero fracasa desde Bruselas en lograr una lista unitaria del soberanismo, tras el rechazo de Esquerra
Sin lista unitaria. El soberanismo es capaz de invertar otras fórmulas en los próximos días, pero no tiene una lista unitaria, una especie de reedición de Junts pel Sí, para el 21-D. El expresidente Carles Puigdemont se queda solo en Bruselas sin lista soberanista, tras haber apostado de forma personal para poderla encabezar en los comicios del 21 de diciembre. Eso sí, Puigdemont ha lanzado su particular campaña, a la espera de si acabará siendo sólo el cabeza de lista del Pdecat, con un ataque directo al Gobierno y a la democracia española.
El plazo para registrar coaliciones electorales se acabó este martes, sin que el soberanismo pudiera acordar una lista conjunta. Los recelos de Esquerra Republicana han sido determinantes. La dirección republicana no quiere saber nada del Pdecat, de forma previa a las elecciones, después de meses de fricciones y fuertes tensiones en el seno del Govern. Y tampoco la CUP ha mostrado disposición a formar parte de una lista junto al Pdecat.
Lo curioso es que tampoco la exConvergència ha puesto muchas ganas, a pesar de pedirlo de forma pública. Únicamente la voluntad de Puigdemont ha llevado a pensar al Pdecat que se podía repetir la operación de Junts pel Sí.
Lo cierto es que tanto el Pdecat como ERC necesitan las elecciones para poder empezar un nuevo partido, y buscar, en función de los resultados, acuerdos transversales que permitan superar la actual situación de bloqueo. En el caso de los republicanos esa voluntad es más clara, desde la propia asunción de la situación por parte de Oriol Junqueras, que se encuentra en prisión, y que ha aceptado que, efectivamente, está cesado como vicepresidente del Govern.
Esquerra quiere jugar ya la baza política, con acuerdos transversales tras el 21-D
No es el caso de Puigdemont, que no acepta ese cese, y que insiste en utilizar expresiones gruesas para tratar de mantener la tensión: “Ha sido un golpe de estado gubernamental”, aseguró desde Bruselas, donde acogió la visita de unos 200 alcaldes soberanistas, que quisieron mantener la llama de que en la capital comunitaria y de Bélgica se encuentra un “gobierno catalán en el exilio”.
Uno de los cuatro consejeros que se encuentra con Puigdemont, Toni Comín, llegó a decir que España “es una democracia fallida”, en un encuentro con Catalunya Ràdio, que desplazó a la periodista Mònica Terribas para facilitar el altavoz mediático.
Para el soberanismo, Puigdemont en Bruselas es un incentivo si puede ridiculizar a España
Puigdemont se ha desatado, hasta el punto de construir frases para denigrar al Gobierno español. Según el presidente catalán cesado, Cataluña vive una situación de “represión”. Aseguró Puigdemont que el presidente Companys fue fusilado por “el fascismo español, con la ayuda del nazismo”, y que ahora “ese fascismo ha vuelto” y “participa en las manifestaciones convocadas por el partido del Gobierno de España”, en alusión a algunos altercados que se produjeron en la última manifestación del bloque constitucional organizada por Societat Civil Catalana. Tremendo giro para atacar a España.
Para el Pdecat la actitud de Puigdemont comienza a ser un problema. Pero, al mismo tiempo, supone una válvula de escape para todo el independentismo, que espera que la justicia belga enmiende la plana al estado español en función de la concesión o no de la extradición del presidente cesado a la justicia española. Puigdemont deberá declarar el 17 de noviembre en la capital belga, siguiendo todo el proceso que le podría llevar a España o mantenerse en Bruselas.
El duelo, ya directo, será desigual, entre Junqueras en la cárcel, y Puigdemont desde Bruselas
Para ello, Puigdemont se ha autodenominado “presidente legítimo”, y tacha al Gobierno español de haber practicado “un golpe de estado” con la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
El soberanismo, pese a todo, mantiene un perfil bajo estos días que se quiere superar con la manifestación de este sábado, y con las concentraciones y el “paro de país” de este miércoles, que no cuenta con el apoyo de los principales sindicatos, UGT y CCOO, aunque éstos sí participarán en las concentraciones de mediodía y media tarde.
Como en otras ocasiones, el secesionismo ha dejado abiertas algunas posibilidades, y la CUP registró una marca blanca, que podría ser el embrión de una candidatura conjunta o parcial del soberanismo.
El duelo ahora, aunque no se admita en aras de la unidad de todo el soberanismo que apoya a los políticos presos, –en su lenguaje ‘presos políticos’—se establecerá entre Junqueras y Puigdemont. El primero desde la cárcel, el segundo desde Bruselas, con pullas constantes contra el Gobierno español.