El ‘banco malo’ reactiva el negocio de los bufetes

El banco malo reflotará el mercado inmobiliario y con él, el sector legal español. Los despachos de abogados ya se frotan las manos con la Sareb, la posible tabla de salvación de los resultados de los bufetes en los próximos años. El banco malo va a reactivar el negocio de los despachos que en los últimos años de crisis estaba bastante paralizado en cuanto a operaciones se refiere. No en cambio, en las áreas de laboral y concursal donde sí ha habido trabajo.

La puesta en marcha del banco malo va a resurgir el número de compraventas de activos, en este caso, inmobiliarios. Y los despachos ya están preparándose para dar una respuesta a sus clientes. “Estamos volviendo a ver cómo los clientes vuelven a interesarse por estos activos bancarios”, dice el socio de uno de los grandes despachos españoles. “Esperamos que el negocio comience a remontar, eso sería bueno para todos”, señala.

Bufetes ‘activos’

El director del departamento de Bancario y Financiero de CMS Albiñana & Suárez de Lezo, Beltrán Gómez de Zayas, reconoce que “la creación de la Sareb será, sin duda, un acicate más para que este mercado de activos problemáticos de naturaleza inmobiliaria acabe por consolidarse”. El abogado explica que su despacho “ha creado un equipo sectorial formado por abogados de CMS en toda Europa que comparte el know how en el asesoramiento sobre non-performing loans (préstamos impagados o de dudoso cobro) y adjudicados” porque los clientes lo están demandando.

En el caso de otro gran despacho, son los abogados los que “están informando a los clientes, sobre todo, extranjeros de cómo será la Sareb y las ventajas y desventajas que presenta a priori, aunque aún es pronto”, señala. “Estamos tomando la iniciativa”, asegura.

Depende de la gestión

Otro socio de un bufete explica que el año pasado recibieron multitud de llamadas para interesarse por las cajas Frob pero finalmente esas operaciones no se concretaron. Ahora, está volviéndose a producir un fenómeno parecido, pero “a menor volumen, habrá que esperar a conocer el precio final de los activos y los posibles paquetes de activos que podrían interesar a nuestros clientes”, dice el abogado.

Los abogados creen que dependerá de la gestión de la sociedad el hecho de que se reactive el mercado inmobiliario y por tanto, de los despachos. “La dificultad está en organizar los 90.000 millones en activos. Si consiguen hacer atractivos los paquetes al gusto del consumidor, el éxito estaría garantizado”, dice un socio de uno de los grandes bufetes españoles. “Sería una gran oportunidad para nosotros a medio plazo”, recalca.

Operaciones multidisciplinares

Los despachos saben que tienen un buen negocio entre manos, sobre todo, porque se trata de operaciones que conllevan el trabajo de varios departamentos del bufete. “Cuanta más gente trabaja, más horas se facturan”, explica un abogado de empresa. Entre las áreas que se verían afectadas están mercantil, financiero, inmobiliario, fiscal, y otros. “Se necesitan equipos grandes y multidisciplinares”, afirma.

Hay que tener en cuenta que una oportunidad de negocio también es la creación de los fondos de activos bancarios (FAB), nuevo vehículo, establecido únicamente para la Sareb, con el que se pretende realizar gran parte de la compraventa de los activos. Es aquí, donde los inversores extranjeros tienen una ventaja fiscal importante para poder adquirir los créditos al promotor.

De momento, complicado

Pero no todo el sector legal las tiene todas consigo con el banco malo. Algunos abogados piensan que a día de hoy “es difícil conseguir que un inversor extranjero entre a formar parte de la Sareb”. “La entrada de fondos extranjeros en el capital sería una buena señal para que se reactive la compraventa de los activos, pero habrá que esperar a que esté más definida la norma”, dice. “Lo tienen que tener muy claro a la hora de poner dinero”, resume.

A día de hoy, solo Cuatrecasas se está llevando el gato al agua con la Sareb ya que ha sido el bufete escogido para diseñar legalmente la sociedad. El resto se quedan, de momento, a la espera.