Colonial reduce sus pérdidas hasta los 369,2 millones
La inmobiliaria Colonial continúa sumida en los números rojos, aunque a lo largo de este año ha conseguido frenar su caída al vacío. La empresa registró unas pérdidas de 369,2 millones de euros al cierre de los nueve primeros meses del año, lo que supone reducir en un 85,1% los números rojos del mismo periodo de 2008, y eso pese a aumentar sus dotaciones y pagar los intereses.
Por otra parte, la cifra de negocio cayó un 38,1% entre los pasados meses de enero y septiembre, hasta los 292,7 millones de euros, de los cuales 214,9 millones corresponden a ingresos por rentas y los 77,8 millones restantes a la venta de promociones y suelo. Adicionalmente, el grupo ha ingresado en concepto de ventas de activos 261 millones de euros. Con estos mimbres, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) antes de revalorizaciones, amortizaciones, provisiones e intereses, se situó en 158,8 millones, un 4,8% menos.
A pesar de haber perdido menos, Colonial también ha ingresado menos por las ventas de promociones y suelo: 77,8 millones, un 70% menos que hace un año, de los cuales 40,4 millones de euros correspondieron a inmuebles y los 37,5 millones restantes a solares. Algunos de estas ventas, según reconoce la propia Colonial se cerraron con «deterinadas entidades financieras acreedoras» con el fin de «facilitar el reembolso de los créditos y lograr tesorería», lo que se traduce en precios más bajos. Las obras en curso ascienden a 529 viviendas, un 31% menos comparado con el mismo periodo del año anterior de acuerdo a su estrategia de ir reduciendo este negocio. De dichos pisos, sólo 123 están prevendidos.
A cierre del pasado mes de septiembre Colonial soportaba una deuda de 6.400 millones de euros, equivalente al 88,4% del valor de sus activos, lo que supone un recorte del 29% con 2.575 millones de euros menos, lo que ha permitido disminuir significativamente el gasto financiero del grupo. Asimismo, destinó 74,9 millones de euros a provisiones por el importe que Nozar, inmobiliaria en concurso de acreedores, debe a la compañía.
En cualquier caso, la inmobiliaria controlada por un grupo de bancos asegura que sigue en negociaciones con sus entidades financieras para refinanciar este pasivo con el fin de alcanzar una acuerdo «antes de finalizar el año» e iniciar una «nueva etapa de reafirmación en la estrategia tradicional» de la compañía (el alquiler de patrimonio).
Según han indicado en fuentes del sector, la propuesta que presentó hace unos días a sus bancos, diseñada junto a Lazard, pasa por realizar una nueva ampliación de capital, que, en caso de que no lograr aceptación del mercado, se suscribiría por los bancos. En este caso, se elevaría el abanico de entidades accionistas de la empresa, en la actualidad ya controlada en un 24% por el grupo de cajas y bancos que ejecutaron la deuda de Luis Portillo, ex primer accionista de la empresa.