Los costes salariales se aceleran por encima del 4% por el efecto del SMI y la subida de cotizaciones

El coste salarial subió un 4,1% en el primer trimestre y los salarios por convenio repuntaron hasta el 3,26% en mayo

Un trabajador en una fábrica industrial.

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La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 1.080 euros y de las cotizaciones sociales a través del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), así como la inflación y el reciente acuerdo entre patronal y sindicatos para la mejora de las retribuciones, están provocando un despunte de los salarios en nuestro país.

El coste salarial por hora trabajada repuntó en el primer trimestre de este año un 4,1% -el coste total fue del 4,3%-, cifras que prueban que la subida de los precios ya se está trasladando a las remuneraciones. Pero lo están haciendo a un menor ritmo, como evidencia que en los últimos trimestres los costes salariales estén aumentando, pero sin alcanzar la marcha de la inflación. Así, los incrementos del primer trimestre se aceleran en comparación con el año pasado, cuando entre enero y marzo subió un 1,8%, a pesar de la inflación desbocada por la crisis energética y los primeros compases de la invasión de Rusia a Ucrania.

Si bien la media de los incrementos salariales fue del 4,1%, hubo sectores donde se dispararon en el primer trimestre, como en el sector de Suministros de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, donde el coste de los salarios por hora trabajada repuntó un 11,5%. Solo un sector arrojó recortes en esta estadística: el de las actividades financieras y de seguros, donde los costes salariales se recortaron un 5,1% en comparación con el año anterior.

Los salarios por convenio ya alcanzan la inflación

Pero la historia de estos costes es también la historia de la inflación. Han ido incrementándose lentamente conforme se desarrollaba la crisis inflacionista: en el primer trimestre del año pasado fueron un 1,8%, en el siguiente un 2,4%, en el tercero un 3,7% y ya repuntó hasta el 4,3% en los meses finales del año. Sigue en la barrera del 4%, lo que indica que pese a que la inflación se está moderando, las retribuciones ya están poco a poco recortando las pérdidas de poder adquisitivo experimentadas el pasado año.

Otro indicador de las recuperaciones, aunque más modestas, de los salarios lo encontramos en el registro de convenios colectivos del Ministerio de Trabajo, que arroja que aquellos acuerdos colectivos firmados hasta mayo recogieron un 3,26% de alza de las retribuciones. Es decir, poco a poco los incrementos salariales van convergiendo con las guías firmadas por sindicatos y patronal en el V Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), con incrementos del 4% en 2023 y del 3% tanto en 2024 como en 2025.

Representantes empresariales y sindicales en la firma del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). EFE/ Sergio Pérez

De hecho, de acuerdo con los datos avanzados por el INE, la inflación cerró en mayo en el 3,2%, por lo que, por apenas unas décimas, podríamos estar hablando de una recuperación de poder adquisitivo.

Estos incrementos son modestos pero irán aumentando conforme se cierren las decenas de negociaciones colectivas abiertas, toda vez hay una guía para las renovaciones salariales que debería servir para desatascar las más enquistados. Con todo, el hecho de que la inflación se vaya trasladando, poco a poco, a las retribuciones puede estar evitando los temidos efectos de segunda ronda que generen espirales de incrementos de los precios.

«Si bien los salarios están recogiendo progresivamente el impacto de la inflación, hay indicios incipientes de que el crecimiento de los salarios podría estabilizarse alrededor del 4-4,5% este año«, apuntan los expertos de CaixaBank Research en un artículo de su último informe mensual. «Un crecimiento de los salarios de esta magnitud no debería suponer un riesgo al alza sobre la inflación. En este sentido, el reciente acuerdo salarial entre los agentes sociales se debe valorar positivamente, porque ayuda a reducir la incertidumbre y contribuye a limitar los efectos de segunda ronda», señalan.

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