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Fiebre por el oro: se dispara la demanda en Asia

El escenario geopolítico impulsa al alza la compra del metal dorado a nivel global

Lingotes de oro. Foto: Europa Press.

Lingotes de oro. Foto: Europa Press.

El oro se está convirtiendo en un bien cada vez más cotizado. Activo refugio por antonomasia, el metal dorado se caracteriza por su gran estabilidad. Por esa razón, no son pocos los inversores que optan por lanzarse a la compra del brillante material en un contexto marcado por la incertidumbre y la tensión geopolítica.

Entre el conjunto de ventajas que presenta la adquisición de oro, se encuentra la liquidación fácil y rápida de la inversión, pero también la posibilidad de esquivar los efectos de la inflación y evitar el impacto de los acontecimientos políticos y económicos que están sucediendo a nivel mundial.

Las personas interesadas en invertir en oro cuentan con la posibilidad de comprar lingotes físicos, una operación que es aconsejable llevar a cabo en lugares oficiales, como Aurea Invest. También pueden operar con activos financieros relacionados con el metal precioso, por ejemplo, con acciones de empresas del sector o fondos cotizados (ETF).

Ascenso meteórico

El precio de la onza de oro troy se elevó por encima del 27% a lo largo del año pasado hasta sobrepasar los 2.624 dólares, una cifra que equivale a 2.550 euros. La revalorización que experimentó el precio brillante material es la más acusada desde 2010 y 2007, cuando creció alrededor del 30%.

Si se pone el foco sobre la evolución de la cotización del oro durante este año, se desprende que está siguiendo un rumbo alcista. Tras acumular una revalorización superior al 25% en el transcurso de los primeros meses de 2025, el pasado mes de marzo conquistó por primera vez la cota de los 3.000 dólares.

Demanda en auge

A lo largo de 2024, los bancos centrales mantuvieron un buen ritmo de compra de oro. Después de incrementar de forma significativa la adquisición del material precioso en el último trimestre del año, superaron el millar de toneladas anual por tercer año consecutivo, tal y como refleja un informe elaborado por el Consejo Mundial del Oro.

En el contexto actual, los bancos centrales tienen intención de elevar aún más sus reservas de oro para reducir su dependencia al dólar. De hecho, la firma de inversión estadounidense Goldman Sachs prevé que estas instituciones financieras compren de media 80 toneladas de oro durante este año, 10 toneladas por encima de su estimación inicial.

De esta manera, los bancos centrales se proponen seguir la estela de una tendencia que fuera de Occidente es una realidad desde hace años. Una clara muestra de ello es la compra de grandes remesas de oro por parte del Banco Popular de China, que le han permitido elevar sus reservas hasta las 2.292 toneladas, lo que representa el 6,5% del total.

Otro de los mercados asiáticos que está apostando por el oro es el indio. El Banco de la Reserva de la India lleva engrosando desde principios del año pasado de forma constante las reservas del metal precioso de que dispone con el objetivo de diversificar su inversión. El país asiático cuenta con 879 toneladas, el 11,5% de sus reservas.

Una de las opciones para invertir en oro es la compra física del metal precioso. Foto: Freepik.
Lingotes de oro. Foto: Freepik.

El papel de los mercados asiáticos en la evolución del precio del oro es crucial, puesto que países como China, India o Japón se encuentran entre los diez principales compradores del metal precioso.