Las inmobiliarias quieren obligar a los bancos a financiar nuevos pisos

La patronal del ladrillo pide al Gobierno que imponga un cupo de préstamos a los bancos que reciban ayudas públicas

Viviendas en construcción

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Las inmobiliarias quieren que el Gobierno exija a los bancos que den financiación para que se puedan construir nuevas viviendas. Pese al enorme parque sin vender, que oscila entre 700.000 y un millón de inmuebles, la patronal de los promotores considera que hay mercado para poder construir más pisos, eso sí de forma selectiva y en segmentos donde a su juicio hay claras necesidades, como la vivienda en alquiler o la de protección oficial. El crédito bancario es el elemento que hace falta para activar esa demanda, según la patronal.

Para ello, las inmobiliarias reclaman que el ministerio de Economía fije un coeficiente obligatorio sobre el crédito que va a obligar a dar a los bancos que van a recibir ayudas en el proceso de fusiones y saneamiento bancario, según ha anunciado el presidente de la patronal de los promotores y constructores de España (APCE), José Manuel Galindo. Sin crédito no ve posible tampoco que el saneamiento que los bancos van a realizar en sus activos inmobiliarios se traslade a los precios de la vivienda forzando su bajada.

Este «coeficiente» de financiación obligatorio permitiría al sector seguir con su actividad, «que es lo que genera empleo», y construir allí donde ya no hay oferta.

Los empresarios del ladrillo han solicitado ya formalmente al Gobierno crear una comisión específica bilateral para analizar esta petición y otras más encaminadas a reactivar un sector básico para la economía nacional. También reclaman ayuda fiscal, que debería centrarse en la segunda vivienda y se articularía a través de una reducción de la imposición en herencias, transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados para españoles y extranjeros.

Al mismo tiempo, las inmobiliarias piden a los bancos que no rebajen los precios de sus activos inmobiliarios hasta «niveles excesivos» porque a su juicio eso «penalizaría» a los promotores y a la riqueza de todos los españoles propietarios de vivienda.

El impacto en el balance de las inmobiliarias

Fuertes rebajas de precio forzarían a las inmobiliarias a recortar el valor en libros de los suyos comprometiendo su solvencia y provocando nuevas situaciones de peligro para los propios bancos acreedores de las promotoras.

En todo caso, Galindo indica que aunque se obligue ahora a las entidades financieras a provisionar hasta el 35% del valor de las viviendas terminadas -sobre el 25% actual-, el descenso de los precios no tiene por qué llegar hasta ese porcentaje. El precio final dependerá de las características de las viviendas en manos de los bancos, que son muy heterogéneas , y una vez más de la financiación que se facilite a los potenciales compradores. En este contexto, Galindo ha señalado además que las entidades financieras cometerían un error si sólo concedieran crédito para sus viviendas y les ha pedido una «estrategia de colaboración».

«Creemos que es tan bueno que salgan las viviendas de los balances de los bancos, como que salgan de los nuestros, porque si no lo hacen se pueden acabar convirtiendo en crédito problemático y nuestras viviendas podrían acabar siendo suyas», ha advertido Galindo.

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