Las peticiones del Banco de España: agilizar ayudas y la liquidación de empresas no viables
También reclama una "evaluación permanente" de los fondos comprometidos para evitar que se malgasten y destinarlos a empresas viables
Dinero en efectivo
Agilidad y homogeneidad son las dos principales peticiones que realiza el Banco de España al Gobierno y a las distintas administraciones para que se canalicen con efectividad el nuevo plan de ayudas de 11.000 millones de euros aprobado la semana pasada por el Ejecutivo.
El organismo supervisor cree que el nuevo paquete puede resultar una herramienta “útil” para reducir el riesgo de que la pandemia provoque el cierre de aquellas empresas y negocios que atraviesan una situación de dificultad por la crisis, pero siguen siendo viables.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, apremia en un artículo de la Memoria de Supervisión 2020 a una ejecución “rápida y homogénea” de las nuevas ayudas y que los mecanismos de reparto permitan focalizar selectivamente las mismas en las empresas viables con problemas de solvencia.
El nuevo paquete contempla una línea de ayudas directas de 7.000 millones de euros a transferir a las comunidades para facilitar el pago de gastos fijos y deudas a los sectores afectados, otros 3.000 millones a reestructurar la deuda financiera que cuente con aval del Estado, y un fondo de 1.000 millones para recapitalización de las empresas.
El decreto establece un mes para que el Ministerio de Hacienda y las CCAA suscriban los convenios que articulen la colaboración entre ambas y Hacienda realice la transferencia de los fondos correspondientes a cada comunidad dentro de los 10 días siguientes a la fecha en que adquiera eficacia cada convenio.
Evaluación permanente
También insta a acometer una evaluación permanente del volumen de fondos comprometidos conforme a la evolución de la pandemia y la eventual materialización de los riesgos, y es que el organismo lleva meses reclamando la adopción de ayudas para evitar problemas de solvencia en las empresas.
Ante los retos derivados de la crisis, De Cos celebra que las autoridades económicas han actuado con contundencia, y ha resultado “particularmente” positivo el grado de coordinación alcanzado, algo que ve necesario para dar una respuesta efectiva ante el carácter global de la crisis.
Ensalza especialmente la “rapidez y contundencia” de las actuaciones del Banco Central Europeo en el ámbito de la política monetaria, facilitando el camino a la política fiscal tanto a escala nacional como de la UE, especialmente a través de la aprobación del programa Next Generation EU.
Con ello se contribuye a evitar que los efectos económicos de la pandemia se conviertan en persistentes y afecten negativamente al potencial de crecimiento a largo plazo, asegura.
Agilizar procesos de liquidación
En el caso de las empresas no viables, cree necesario agilizar los procesos de liquidación para evitar que se consuman en ese proceso recursos que podrían ser más beneficiosos en otras actividades.
Con este apoyo, sostiene que se ayudaría a evitar que la crisis incorpore un elemento financiero adicional que la haría “potencialmente mucho más persistente”, como sucedió en la anterior crisis financiera internacional.
La importancia de flujo de crédito
Para De Cos, el sector bancario podría seguir siendo como hasta ahora parte de la solución de la crisis a través de la concesión de crédito a familias y a empresas, y contribuir a la reactivación de la economía una vez que se supere la pandemia.
Como requisito para la recuperación marca el buen funcionamiento del canal crediticio y pide vigilar el sector bancario y las fusiones de cara a su impacto sobre la estabilidad financiera, garantizar la solvencia y una gestión prudente y eficaz de las entidades resultantes.
De cara a los próximos meses, considera que el impacto final de la crisis sobre el sector bancario dependerá tanto de su magnitud y duración como de la efectividad de las políticas económicas para paliar sus efectos sobre familias y empresas.
