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Adiós definitivo a una tienda histórica de Madrid: «liquidación total por cierre»
El comercio local "pierde" en beneficio de las grandes superficies
Adiós definitivo a una tienda histórica de Madrid: «liquidación total por cierre»
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Madrid dirá “adiós” en los próximos meses a uno de sus comercios más emblemáticos y tradicionales, la ferretería de las hermanas Molina, situada en la calle Doctor Esquerdo, en el barrio de Retiro.
Tras más de 70 años de actividad ininterrumpida, este histórico establecimiento bajará la persiana definitivamente a finales de 2025, después de no haber encontrado relevo generacional ni comprador para el traspaso del negocio.
Un símbolo del comercio tradicional en Madrid
Fundada en 1953 por Teodoro Molina, la ferretería fue asumida por sus hijas, María, Pepa y Alicia, quienes comenzaron a trabajar en el negocio siendo apenas unas adolescentes. Durante décadas, han atendido a varias generaciones de vecinos, convirtiéndose en un referente del comercio de proximidad y en parte del tejido social del barrio.
El local, pequeño pero rebosante de vida y productos -más de 10.000 referencias en inventario-, ha sido testigo de la evolución de Madrid y de los cambios en los hábitos de consumo. Desde tornillos, cerraduras y herramientas hasta cafeteras, ollas a presión y pequeños electrodomésticos, la ferretería Molina ofrecía prácticamente de todo, siempre con un trato cercano y personalizado que sus clientas consideran su mayor seña de identidad.
Sin relevo generacional
El cierre de la ferretería no es un caso aislado, sino que refleja una tendencia preocupante en la capital. Solo en el último año, Madrid ha perdido más de 7.000 comercios de barrio, lo que supone una caída cercana al 14% respecto a 2020, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
La pandemia, la presión normativa, la falta de ayudas y, sobre todo, el auge de las grandes superficies y el comercio electrónico han acelerado la desaparición de estos negocios.
A este escenario se suma la dificultad para garantizar el relevo generacional. Según los expertos, solo un tercio de las empresas familiares logra una sucesión exitosa, y la falta de interés de las nuevas generaciones, unida a la ausencia de formación profesional específica, pone en riesgo la continuidad de miles de pequeños comercios en España.
Las hermanas Molina han intentado durante meses encontrar a alguien dispuesto a hacerse cargo del negocio, pero la realidad del sector y el cambio de paradigma en las compras han hecho inviable la continuidad de la ferretería. “Os habéis empezado a ir a los grandes y ahora veis las cosquillas”, resume María Molina, en alusión a la migración de los clientes hacia las grandes superficies y a la toma de conciencia de lo que se pierde cuando cierran estos establecimientos de toda la vida.
Su último año
Hasta diciembre, la ferretería permanecerá abierta para liquidar el stock restante, que incluye desde productos de cerrajería y utensilios de cocina hasta pequeños electrodomésticos. “El que quiera, que venga, que tenemos muy buenos precios. Y bueno, si lo liquidamos antes, pues nos vamos antes”, explican las hermanas con el desparpajo y la simpatía que las ha caracterizado siempre
Entre los productos más vendidos a lo largo de estos años destacan las ollas a presión y las cafeteras italianas, auténticos clásicos del hogar madrileño. Ahora, en plena liquidación, los clientes se llevan sobre todo artículos de cerrajería, sartenes y pequeños electrodomésticos, mientras aprovechan para despedirse de las ferreteras, que han visto crecer a padres, hijos y nietos en el barrio.
