Ana Botín (Banco Santander) pone a Carlos Porras al frente de Altamira para relanzar el negocio inmobiliario
El relevo en la cúpula de Altamira Santander Real Estate refuerza el control del banco sobre su cartera inmobiliaria
Ana Botín, presidenta del Banco Santander.
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Banco Santander ha nombrado a Carlos Porras López nuevo presidente y consejero de Altamira Santander Real Estate, la histórica sociedad instrumental del grupo encargada de canalizar y gestionar los activos inmobiliarios del balance. El relevo se produce tras el cese de Francisco Javier Cortadellas Martínez, quien ocupaba hasta ahora el cargo, según ha confirmado ECONOMÍA DIGITAL con la entidad.
Desde el banco presidido por Ana Botín lo enmarcan dentro de la normalidad estratégica: una rotación habitual en la cúpula de sociedades clave que permite reforzar el control corporativo sobre vehículos de elevado peso patrimonial.
En este caso, Porras asume la tutela formal de una entidad con cientos de millones de euros en activos, aunque sin actividad comercial directa ni ingresos recurrentes.
Según los informes anuales de 2024, Altamira Santander Real Estate obtuvo un resultado neto positivo de 8 millones de euros, a pesar de registrar deterioros contables por 94 millones de euros ese mismo año, a los que se suman otros 238 millones imputados en 2023.
Lejos de implicar pérdidas operativas, estos ajustes reflejan revisiones técnicas internas sobre activos afectados por la evolución del entorno económico.
Altamira Santander Real Estate, no debe confundirse con Altamira Asset Management, la antigua ‘servicer’ vendida por Santander a doValue, es una sociedad 100% propiedad del grupo financiero y carece de estructura comercial.
Fundada en los años 60 y con sede en la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte, su papel se limita a mantener en balance los activos adjudicados o estratégicos del banco: viviendas, oficinas, locales, suelos y otros inmuebles que posteriormente se venden, alquilan o desarrollan a través de terceros.
Desde la desinversión de Altamira Asset Management, culminada en 2023 con su traspaso total a doValue, la comercialización de inmuebles quedó externalizada.
No obstante, la marca ‘Altamira‘ sigue viva en el mercado bajo el sello ‘Altamira by doValue‘, que opera como canalizador comercial para activos de múltiples entidades, incluidos los del propio Santander.
Esta dualidad, la propietaria y la gestora, se mantiene vigente mediante acuerdos contractuales. Así, mientras Altamira Santander Real Estate conserva la titularidad de los activos, la operativa queda en manos de doValue, lo que permite al banco optimizar costes y acelerar la salida de activos improductivos.
Altamira, alto valor para el Banco Santander
El perfil instrumental de Altamira no ha impedido que protagonice movimientos de calado en los últimos ejercicios. En septiembre de 2023 absorbió Luri 6, otra sociedad patrimonial del grupo que, unos meses antes, había devuelto 1.000 millones de euros a sus accionistas mediante una reducción de prima de emisión. Aquella operación generó un impacto contable negativo de 339 millones, registrado como deterioro.
Ese mismo mes, Santander ejecutó una compra estratégica: se hizo con el 100% de Landcompany 2020, firma especializada en gestión de inmuebles que hasta entonces estaba controlada por Altamira. La transacción, valorada en 1.362 millones de euros, permitió al grupo integrar directamente ese vehículo bajo su paraguas, reforzando su estructura en el negocio inmobiliario.
A pesar del contexto de provisiones y ajustes de valor, el banco mantiene su apuesta por Altamira como pieza clave en la administración del patrimonio inmobiliario del grupo. El nombramiento de Carlos Porras se interpreta así como un nuevo impulso en la estrategia de reorganización del negocio, en un momento en que el sector vuelve a situarse en el radar de los grandes grupos financieros.
