Caixabank tiene 20 días para comunicar si acepta o no las solicitudes del ERE

Más de 1.800 solicitudes serán rechazadas porque el número de adhesiones superó al de bajas pactadas. Además hay cupos por edad y provincia

Caixabank tiene 20 días para comunicar si acepta o no las solicitudes del ERE.

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El ERE de Caixabank, el más grande hasta la fecha del sistema financiero español, entra en la recta final. Desde este miércoles día 1 y hasta el próximo 20 de septiembre, la entidad tiene que comunicar a los 8.246 trabajadores que solicitaron dejar sus puestos de trabajo de manera voluntaria si podrán hacerlo o no.

El Expediente de Regulación de Empleo se cerró para 6.452 empleados, por lo que 1.800 solicitudes será rechazadas con toda seguridad, pero pueden ser más, ya que el banco ha estado estudiando durante el mes de agosto si con las solicitudes recibidas se cubren los cupos establecidos.

En el acuerdo cerrado con los sindicatos, Caixabank fijó unos criterios específicos de salidas mediante cupos por provincias y prelaciones por edad. Y para que todas sean voluntarias se deben reequilibrar las áreas que tengan excedentes y déficit. De hecho, habrá una nueva fase de adhesiones voluntarias durante el último trimestre de 2021 para equilibrar estos desajustes.

La fecha de extinción de contrato se tiene que comunicar con al menos 30 días de antelación, por eso, la primera tanda de salidas se prevé para el 1 de noviembre y las siguientes cada 2 meses. Aunque las mismas pueden producirse hasta diciembre de 2022. 

La próxima reunión de seguimiento del ERE todavía no tiene fecha, pero se prevé que sea para la semana que viene. Lo que también aplica desde hoy es la homologación laboral de los trabajadores procedentes de Bankia. Es decir, este mes ya cobrarán su nómina con las nuevas condiciones pactadas.

Estos trabajadores tendrán la jornada laboral y el horario de trabajo establecido en el convenio colectivo de Caixabank, aunque mantendrán su nivel retributivo, así como la fecha de antigüedad del mismo.

La reestructuración de plantilla, que se ha llevado a cabo tras la fusión con Bankia, ha costado al banco catalán 1.884 millones de euros.

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