Adif asesta un golpe a Prosegur y pone en riesgo su continuidad en Sants Estació
La decisión de ADIF deja a Prosegur en una posición crítica en la licitación de la seguridad ferroviaria, poniendo en riesgo su continuidad en la estación de Sants
La decisión de ADIF deja a prosegur en una posición crítica en la licitación de la seguridad ferroviaria, poniendo en riesgo su continuidad en la estación de Sants
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El operador de infraestructuras ferroviarias ADIF ha dejado a Prosegur en una posición crítica dentro del proceso de adjudicación del contrato de vigilancia y seguridad para la infraestructura ferroviaria que incluye la estratégica Estación de Sants, uno de los principales nudos de transporte en España.
La decisión, adoptada en la pasada reunión de la mesa de contratación, ha colocado a Prosegur en un incierto segundo lugar entre los licitadores, lo que abre la puerta a su posible salida del contrato en favor de otras empresas competidoras.
Una adjudicación bajo presión
La mesa de contratación de ADIF, encargada de evaluar las propuestas económicas y técnicas de las empresas que optan a los distintos lotes del contrato de seguridad y vigilancia para el periodo 2025–2027, reveló el pasado 16 de septiembre un resultado que, aunque no es oficial, a la espera de publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), podría suponer un vuelco en la presencia de Prosegur en las principales estaciones del país. Una informarción que desvelaba Metrópoli.
Según los compañeros, de acuerdo con el documento al que tuvieron acceso, Prosegur obtuvo 40,55 puntos, quedando ligeramente por detrás de la UTE transportes blindados S.A. Visabren Servicios Generales S.L. (perteneciente al Grupo Trablisa), que alcanzó 41 puntos, y también por debajo de Ilunion Seguridad S.A., que ha ofrecido la propuesta económica más ajustada para las provincias catalanas y aragonesas.
De todos modos, Prosegur mantiene por ahora su participación en el proceso y no ha sido excluida formalmente. Esto descartaría de entrada cualquier veto por irregularidades documentales, aunque el resultado presagia una posible sustitución de la firma en la gestión de la seguridad de ADIF en puntos clave como Sants.
Situación inestable
El nombre de Prosegur ha circulado en el debate público en los últimos meses. Según Metrópoli, la compañía puede abandonar el proceso de contratación pública debido a posibles irregularidades en la facturación de servicios o por tensiones laborales internas. Desde ADIF, en declaraciones a Metrópoli, se ha aclarado que, la empresa cumple con los requisitos administrativos y normativos necesarios para participar en la licitación, y que solo una decisión formal en el BOE establecerá el resultado definitivo.
Fuentes sindicales consultadas por Metrópoli insisten en que la empresa de seguridad atraviesa un momento difícil, marcado por la percepción de inestabilidad entre sus trabajadores ante la posible pérdida de contratos estratégicos. “Lo único que queremos es que los trabajadores tengamos alguna cosa que pueda ser estable”, afirman a Metrópoli desde la organización sindical interna de Prosegur. Del mismo modo, estos denuncian que la situación actual se explica en parte por las tensiones contractuales y la necesidad de actualizar convenios y salarios atractivos para los vigilantes.
Crisis de seguridad en Sants
La controversia alrededor de Prosegur no llega en un buen momento operacionalmente para la empresa, según Europa Press. En julio de este año, según los últimos datos publicados durante 2024, la firma había dejado sin cubrir más de 65.000 horas de servicio de vigilancia en estaciones de tren y metro de toda España, incluida Barcelona. Esto alertaba sobre una crisis de seguridad que ya había desencadenado quejas laborales y críticas por parte de sindicatos y trabajadores.
Este déficit en la prestación de servicios ha sido atribuido por la propia empresa a la escasez de efectivos habilitados para desempeñar labores de vigilancia en determinadas zonas, especialmente en Cataluña y, dentro de ella, Barcelona. Según Metrópoli, Prosegur cuenta con su propia academia de formación de vigilantes y preside la patronal del sector, lo que ha generado aún más preguntas sobre la capacidad de la empresa para ofrecer servicios estables y efectivos.
Un contrato millonario en juego
El contrato que ADIF ha licitado no es, precisamente, poca cosa. Desde el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible se licitó un acuerdo de vigilancia y seguridad por 266 millones de euros, según Europa Press. Aquí se incluían servicios en estaciones de viajeros, terminales de mercancías, edificios administrativos e infraestructuras ferroviarias de ámbito nacional.
La adjudicación de estos servicios no solo influye en la seguridad física de las infraestructuras, consideradas críticas para el transporte ferroviario, sino también en el empleo de miles de vigilantes, así como en la reputación y estabilidad de las empresas que participan en un sector marcado por la competencia estrecha y la supervisión estricta.
La decisión, en el aire
Aunque Prosegur ha quedado en la cuerda floja, la situación aún no está cerrada. La empresa y sus representantes sindicales guardan expectativas de presentar recursos o alegaciones, y persisten posibilidades de que la resolución final del BOE pueda ofrecer giros inesperados. “Mientras no esté publicado oficialmente, no hay nada decidido”, subrayan fuentes sindicales de la empresa a Metrópoli.
En el horizonte, el desenlace de este proceso de adjudicación marcará no solo el futuro de Prosegur en ADIF, sino también un posible precedente sobre cómo las entidades públicas ponderan los factores económicos y técnicos frente a cuestiones de estabilidad y eficiencia en la seguridad de infraestructuras esenciales.
